La OTAN terminó su misión en Libia, pero la presencia occidental está lejos de finalizar. Empresas grandes están reemplazando a los aviones de combate. Los países que bombardeaban esta nación rica en petróleo, ahora van a recibir contratos beneficiosos para su reconstrucción. Primero, las bombas británicas la desmembraron. Ahora, van a pagar a empresas británicas para que la ‘cosan’. Libia está abierta a los negocios y las empresas británicas están invitadas a unirse a la ‘fiebre del oro’.

La “nueva Libia” se adentra en su propio “Terror” que se propaga inexorablemente con ayuda de Estados miembros de la OTAN incluidos unidades estadounidenses, francesas y británicas del SAS conocidas localmente como “escuadrones de desaparición”. Es una de las consecuencias que se desarrollan con mayor rapidez del apresuramiento de las Naciones Unidas por “proteger a la población civil de Libia” en la primavera pasada.

Tras la “liberación”, el expolio. Gadafi fue el enemigo a batir porque se plantó ante los intereses de EEUU y Europa y trató de impedir el control occidental sobre el continente africano y sus vasta reservas minerales y energéticas. El día después del asesinato de Gadafi el el secretario de defensa británico Philip Hammond señaló: “Espero que las empresas británicas y sus directores de ventas hagan las maletas y se marchen a Libia para participar en la reconstrucción del país tan pronto como puedan.

¿Cómo llamar a la política de un país que le hace daño al propio país? ¿Cómo nombrar a los políticos que implantan y mantienen las mismas a sabiendas de que perjudican al país? Mantener una política que daña los intereses de la nación solamente por conveniencias personales es inaceptable y traición a la patria. Basándonos en esa premisa, a mi modo de ver, en los Estados Unidos hay muchos políticos traidores a la patria.

El presidente estadounidense, Barack Obama, y el jefe de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), Anders Fogh Rasmussen, aseguraron este lunes que la invasión y bombardeo que se extendió por unos seis meses en Libia, y que causó la muerte de al menos 50 mil personas, arrojó resultados positivos y fue “eficaz”. En una reunión a puerta cerrada, Obama y Rasmussen analizaron la actuación sobre territorio norafricano.

La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) ha sumado un nuevo asesinato a su lista de crímenes: el del líder libio Muammar Al Gaddafi, quien fue ejecutado el pasado jueves 20 de octubre. El dirigente se encontraba en el puerto de Sirte, con sus más fieles seguidores. Una caravana intentó huir de la zona y fue atacada por aviones de la OTAN. Fue entonces cuando los rebeldes libios irrumpieron en la escena y destruyeron los vehículos donde viajaba el coronel, quien logró escapar y refugiarse en un tubo de drenaje.