Los barcos de las fuerzas navales de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) comenzarán este miércoles a patrullar en el mar Mediterráneo para impedir la entrada de armamento en Libia, luego del embargo de armas ordenado por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas contra el país norteafricano.
El Consejo Nacional instituido por la oposición libia pidió a Naciones Unidas tomar “medidas más urgentes para asegurar la protección de civiles”, en un mensaje entregado a la ONU por diplomáticos de Trípoli. El mensaje, difundido por ONU, considera que la comunidad internacional “respondió positivamente” a la resolución 1.973, pero reclamó otras medidas “urgentes”.
Después de la intervención de la OTAN en la guerra de una alianza de estados occidentales, el gobierno alemán retiró este martes todas sus fuerzas navales del Mar Mediterráneo. Según informaciones de un portavoz del ministerio de Defensa, el gobierno de la canciller Angela Merkel decidió asumir de nuevo el comando sobre dos fragatas y dos barcos militares con alrededor de 550 soldados.
Las fuerzas navales de Estados Unidos y Gran Bretaña lanzaron este martes al menos 24 misiles Tomahawk contra distintos objetivos en Libia en las últimas horas, señaló la cadena CNN citando a un funcionario del Ministerio de Defensa norteamericano.
El clima del debate entre los aliados sobre el papel que debe jugar la OTAN en Libia se tensó tanto ayer que hasta la prevista aprobación por los embajadores de la participación en el embargo naval de armas a Libia ha quedado pospuesta hasta hoy, en medio de profundas diferencias entre quienes reclaman que la Alianza asuma el liderazgo, quienes prefieren verla en un papel subsidiario y quienes han hecho saber que mientras los demás no se aclaren ellos suspenden su participación en la operación Amanecer de la Odisea.
Las potencias imperiales prosiguen bombardeando al pueblo de Libia con la anuencia del Consejo de Seguridad de la ONU, subrayaron hoy panelistas en Mesa Redonda informativa de la televisión y la radio cubanas.
Las fuerzas de una decena de países, lideradas por EE.UU., Francia y Gran Bretaña, siguen bombardeando ciudades libias, en la operación denominada “Odisea del amanecer” por el Pentágono, y han matado a niños, mujeres y hombres, y destruyeron edificios públicos, militares y vías de comunicación, según agencias de prensa.
Reportajes de cadenas de televisión de habla hispana, transmitidos en la Mesa Redonda, también dieron cuenta del bombardeo de la residencia del líder libio Muamar Al Gadafi, en Trípoli.