El escabroso camino a Damasco
Mientras examinan el tablero de ajedrez y el formidable despliegue de fuerzas alineadas contra ellos, el Supremo Líder Ayatolá Ali Jamenei y la dictadura militar de los mulás en Teherán deben enfrentar, simultáneamente, a la superpotencia Washington, a los miembros de la OTAN, adictos a las bombas, a la potencia nuclear Israel, a todas las monarquías absolutistas árabes suníes, e incluso a la secular Turquía, de mayoría suní. Mientras tanto, por su parte, la República Islámica solo puede contar con Moscú. No es una mano tan mala como podría parecer.