El ministerio ruso de Relaciones Exteriores estimó el lunes que la conferencia de los “Amigos de Siria”, reunida el domingo en Estambul, estuvo en contradicción con “los objetivos de una solución pacífica del conflicto” en ese país. “Las intenciones y garantías expresadas en Estambul en favor de un apoyo directo, incluso militar y logístico, a la oposición armada (…), están incontestablemente en contradicción con los objetivos de una solución pacífica del conflicto”, indicó la cancillería rusa en un comunicado.

La secretaria de Estado de EE. UU., Hillary Clinton, propuso a los países del Golfo Pérsico crear un sistema antimisiles regional contra la amenaza iraní. Además abordó el conflicto en Siria, evitando rechazar las propuestas árabes de suministrar armas a los insurgentes de ese país. Los expertos creen que es la preparación para la guerra de tercera generación y un esfuerzo de asegurar la hegemonía estadounidense a escala mundial.

El Gobierno de Siria se volvió a manifestar a favor de cualquier iniciativa que ayude a lograr la estabilidad del país y avanzar en la reformas implementadas por la administración del presidente Bashar Al Assad. Al reafirmar este sábado la posición del gobierno, el portavoz de la cancillería siria, Jihad Maqdisi, exhortó a la comunidad internacional a ayudar a la nación árabe, en lugar de ejercer presiones como lo hacen algunos países, reseñó Prensa Latina.

El Vicepresidente Joe Biden hizo algunas referencias indirectas el jueves a una posible guerra contra Irán — o un colapso de la Eurozaona — llevando la presidencia de Barack Obama a su fin en noviembre. En un discurso a donantes para la campaña en Chigago, Biden dijo que no le temía a los candidatos republicanos, sino a eventos fuera del control del gobierno, como un conflicto militar en el Golfo Pérsico o un colapso de la economía europea.

El Senador repúblicano, John McCain, copatrocinado por otros legisladores estadounidenses elevó el miércoles una propuesta de resolución que condena la violencia de la supuesta represión ordenada por el gobierno de Siria y recomienda armar a la oposición en ese país. El texto “condena las atrocidades masivas cometidas por el gobierno” de Bashar al Assad y apoya “el derecho del pueblo de Siria a estar seguro y a defenderse”.

Líderes árabes llamaron hoy aquí a una solución política en Siria y rechazaron cualquier intervención extranjera en la crisis, pero el aparente consenso diplomático dejó traslucir hondas divergencias en las acciones prácticas hacia Damasco. Al concluir la 23 cumbre ordinaria de la Liga Árabe (LA), el hecho de que sólo asistieron 10 de los 21 jefes de Estado convocados, y la exclusión deliberada de Siria, evidenciaron una polarización de posturas, sobre todo por el apoyo de países del Golfo Pérsico a la oposición.