Más oscuridad en muerte de Bin Laden
A medida que pasan los días tras el asesinato del líder de Al Qaeda, Osama Bin Laden, los acontecimientos siguen oscuros y surgen nuevas contradicciones, en tanto el citado grupo terrorista amenazó con vengar la muerte de su jefe.
Mientras el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, reitera que no hay dudas de que el comando especial norteamericano mató a Bin Laden durante el operativo en Pakistán, los hijos del hombre más buscado por el gobierno estadounidense cuestionaron en un comunicado por qué su padre no fue detenido y enjuiciado. Tal vez porque este ex miembro de la CIA conocía secretos de esa agencia de espionaje, opinaron la académica María Elena Álvarez y los periodistas Aíxa Hevia, Moisés Saab, Elson Concepción y Randy Alonso, reunidos en Mesa Redonda.
Afirmaron que nadie duda que Bin Laden esté muerto, pero lo que hay que precisar es cuándo, dónde y cómo ocurrió su fallecimiento.
Los apuros de Obama
Estados Unidos se niega a mostrar la foto de Bin Laden muerto con el pretexto de que podría generar violencia, pero apoya los bombardeos en Libia, Afganistán y Pakistán.
En la Mesa Redonda se cuestionó cómo es que el país que enjuició a los criminales nazis, algunos de los cuales fueron ahorcados y sus imágenes divulgadas, no capturó vivo a Bin Laden para llevarlo a los tribunales.
Washington parece esperar un segundo momento para alargar el impacto del suceso en beneficio de la campaña electoral de Obama. Mientras, saca a la luz más videos sobre supuestas amenazas a Estados Unidos, que los necesita para mantener la incertidumbre y estimular el comercio de la industria militar, principal sostén de la economía norteamericana.
Desde Ciudad de México, el politólogo John Saxe afirmó que resulta raro que en la residencia de Bin Laden, quien sufría serios problemas renales, no se encontró ninguna máquina de diálisis.
La otra cara del terrorismo
Es falso que con la muerte de Bin Laden murió el terrorismo. Mientras el senador estadounidense John Kerry se apresta a viajar a Pakistán para limar las asperezas surgidas con el operativo que dio muerte al líder de Al Qaeda, la OTAN prosigue sus bombardeos sobre instalaciones civiles y gubernamentales de Trípoli, donde incluso quedó destruida la sede de la UNICEF.
También en Iraq la violencia sigue cobrando víctimas, con par de atentados con coches-bomba que causaron decenas de víctimas y que, según la campaña mediática, fueron perpetrados por Al Qaeda. Y en Afganistán, los talibanes ya anunciaron que cuando terminen la actual cosecha de amapola vengarán el asesinato de Bin Laden.
Se trata de tres naciones con panoramas de violencia no muy dispares que confirman que la eliminación física del criminal saudita no ha derivado en un mundo más seguro, como expresó Barack Obama.
(Con información de Radio Reloj)
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