Cumbre de las Américas: Consenso sin Washington (+ Videos)
Por: Roberto Pérez Betancourt, AIN
La Cumbre de las Américas en Cartagena de Indias, Colombia, concluyó con consenso entre naciones latinoamericanas, pero sin la anuencia de las representaciones de Estados Unidos y Canadá.
Así lo destacaron los panelistas de la Mesa redonda informativa de la televisión y la radio cubanas, quienes analizaron incidencias del foro concluido este domingo, sin declaración final, donde se pusieron de manifiesto hondas divergencias entre el Norte y el Sur del continente.
Desde Caracas, Venezuela, el canciller Nicolás Maduro, vía telefónica, reiteró que los países de la Alianza Bolivariana para las Américas (ALBA) no asistirán a ninguna otra Cumbre de las Américas si Cuba no está presente.
En declaraciones a ese espacio afirmó que el foro sirvió para mostrar dos Américas, la de la unidad contra atrasos y miserias, que sabe debatir y buscar caminos, y la otra, la imperial y arrogante, de EE.UU. y el gobierno de derecha de Canadá.
Dijo que hubo dos temas centrales, la necesidad de ir a un proceso de descolonización de Las Malvinas y de otros espacios que puedan tener vestigio de neocolonialismo, y el segundo fue Cuba, que -reafirmó- estuvo siempre presente, mientras el gobierno estadounidense quedó aislado en su persistente bloqueo y persecución contra la Isla.
También abundó sobre los programas en desarrollo de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) y otros temas que ocupan la atención constructiva de sus naciones miembros.
El moderador Randy Alonso afirmó que Cuba fue el centro de los principales debates de la cumbre, y la periodista Marina Menéndez acotó que los países del área se cansaron de ser el patio trasero de Estados Unidos.
La especialista en temas internacionales del diario Juventud Rebelde enfatizó en que 32 de los países del hemisferio también se unieron en el reclamo contra el bloqueo que la nación estadounidense impone a la Isla.
Consideró que la Cumbre fue una victoria de la unidad latinoamericana y caribeña, y de la posición de Cuba, en tanto el presidente Barack Obama desoyó el clamor general de los países asistentes.
Para la analista Nidia Díaz, en la Cumbre sí hubo consenso unánime de Latinoamérica y el Caribe para que Cuba no deje de estar en ninguno de los foros regionales, a lo que se opusieron EE.UU. y Canadá, lo que constituyó un veto para que no hubiera declaración final, y significó una victoria del ejemplo moral de la Isla.
Al respecto, Alonso recordó que grandes diarios estadounidenses, como The Washington Post y The New York Times, resaltaron que EE.UU. está a la defensiva en el tema de Cuba frente a América Latina.
La especialista Bárbara Betancourt dijo que es un contrasentido el atrincheramiento de Obama frente a la unidad de los países del área y del reconocimiento positivo que han hecho entidades internacionales respecto de Cuba.
Pero recordó que el actual es año electoral en EE.UU., y el mandatario de ese país, aspirante a reelegirse, y no quiere arriesgarse.
La periodista Aixa Hevia al referirse a la repercusión de la Cumbre en medios de prensa en Internet, citó un despacho de la agencia Reuter, que destaca el protagonismo de Cuba, a pesar de estar ausente, y la unidad de las naciones del área.
Sobre la ocupación de las islas Malvinas por el colonialismo británico, la analista Díaz dijo que numerosos países del área hicieron suya la reivindicación de la soberanía de Argentina sobre esos territorios, mientras EE.UU., a pesar de pertenecer al foro de estados americanos, sigue apoyando a su socio del Atlántico norte.
Sobre el tema, Menéndez dijo que la creciente presencia militar británica en Las Malvinas es ofensiva y amenaza a las naciones del área.
Betancourt comentó sobre el foro de empresarios en el ámbito de la Cumbre, y el discurso de la presidenta brasileña Dilma Rousseff, quien insistió, al igual que otros mandatarios, en contra del proteccionismo que intenta imponer EE.UU., que afecta a la economía de países que necesitan desarrollarse.
En Cartagena de Indias quedó claro que América Latina tiene su propia agenda en el problema del tráfico de drogas, estimó Díaz, quien recordó que lo único que ha logrado la política estadounidense es un saldo de 60 mil muertes, mientras utiliza el tema para su injerencia en Latinoamérica.
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