Por Juana Carrasco Martín, especial para la Mesa Redonda

La Noticia del día fue la renuncia de Kofi Annan como enviado especial de las Naciones Unidas y de la Liga Árabe  a Siria y la situación en ese país del Oriente Medio; y en La Esquina Olímpica, el periodista Reinaldo Taladrid llevó como invitado al campeón mundial y olímpico en pesas Daniel Núñez a quien interrogó sobre pormenores de ese deporte, motivado por la presea bronceada de Iván Cambar en los Juegos Olímpicos Londres 2012. Pero el centro de la Mesa Redonda de la Televisión Cubana este jueves 2 de agosto fue la versión audiovisual de No Logo, el enjundioso  ensayo de la socióloga, investigadora y activista antiglobalización Naomi Klein.

Cuatro años le llevó a la periodista canadiense su investigación y No logo: el poder de las marcas fue publicado en el año 2000 por Knopf Canada y dos años después pudo leerse en español gracias a Ediciones Paidós Ibérica, desde entonces ha sido  traducido a 25 idiomas y se han publicado un millón de ejemplares, todo un best-seller que analiza la influencia de las marcas en la sociedad moderna y a la vez la resistencia a ese dominio que tiene bases económicas y culturales.

Además de la Introducción y las Conclusiones, el libro consta de cuatro secciones cuyos títulos son esclarecedores por sí solos: Sin espacio, Sin opciones, Sin trabajo, No logo, y cada uno de ellos con varios capítulos que nos abren las puertas al conocimiento del mundo de las marcas, el mercado joven, el estilo cool, el marketing, los anuncios, el bombardeo de las marcas, las fusiones, la censura empresarial, el cierre de las fábricas gracias a las supermarcas, hasta llegar al rechazo con una nueva militancia contra las empresas y los límites de esa lucha.

El documental sigue esa estructura mediante la narración que la propia autora hace de su libro, donde la tesis de Naomi Klein es que a medida que las personas pueden llegar a conocer cuáles son las prácticas empresariales que fomentan el consumismo, también puede crecer el rechazo a estas marca y su libro difundiendo esas prácticas podría estimular la oposición consciente, al igual que este documental-entrevista.

Este producto audiovisual por supuesto que contribuye al conocimiento de ese autoritarismo del logo cuando analiza ese comportamiento de las grandes empresas y marcas en Estados Unidos y Canadá, como también en Europa Occidental, y es una crítica feroz a las prácticas de las corporaciones multinacionales que venden e imponen modos de vida e imágenes.

Desde los comercios que exhiben las grandes marcas y las lujosas tiendas de ropa se llega a talleres en algunos países asiáticos en que se fabrican esas marcas con un trabajo explotado a veces hasta la degradación, Naomi Klein ha desenmascarado esa «nueva economía», una de las formas en que el imperio de las marcas pasa del primer mundo al tercero, para imponerse como imagen de prestigio y modo de vida: Coca Cola, Pepsi, Gap, Wal-Mart, Starbuck, la ciudad Disney…

Las grandes corporaciones, la concentración del capital, las fusiones de empresas y el control que generan, la pérdida de empleos, la explotación, la pérdida de nacionalidad y de soberanía, todo aparece en este estudio.

Y para quienes pueden pensar que esa resistencia puede ser una utopía, nada más basta con ver a poco más de una década del  ensayo el movimiento de los Ocuppy y de los indignados en ese mundo primero, consumista y consumido. No Logo no ha perdido vigencia y por el contrario ha ganado adeptos.

Naomi Klein ha desenmascarado esa «nueva economía», una de las formas en que el imperio de las marcas pasa del primer mundo al tercero, para imponerse como imagen de prestigio y modo de vida: Coca Cola, Pepsi, Gap, Wal-Mart, Starbuck, la ciudad Disney…