Trasvase Este-Oeste: una obra para enorgullecernos
La terminación de la segunda etapa del Trasvase Este-Oeste en la región oriental, diseñado y realizado enteramente por cubanos, demostró que se puede trabajar con cohesión, eficiencia y calidad, a pesar de ser una de las obras más complejas enfrentadas por el país.
En la Mesa Redonda, el General de Brigada Pedro José Astraín explicó los pormenores de ese proyecto, iniciado en 2005 para enfrentar la sequía y que significó la apertura de varios kilómetros de túneles para mover agua de un punto a otro.
El director de la empresa encargada de la construcción habló de los errores iniciales y de cómo se subsanaron a partir del 2008, cuando la obra tomó el ritmo que se esperaba. Astraín señaló que se construyeron tres puentes-canales, lo que requirió la aplicación de métodos nuevos, y subrayó la introducción de 18 tecnologías, además del respaldo de proyectistas y constructores.
Experiencias a tener en cuenta
El ministro de la Construcción, René Mesa, dijo en la Mesa Redonda que el éxito en el Trasvase Este-Oeste es una experiencia que hay que generalizar en ese sector. “El mayor éxito ha sido la cohesión en función de la obra, en hacerla con eficiencia y alta calidad”, subrayó antes de comentar la efectiva aplicación del doble turno de trabajo, que incluso hizo que en la noche hubiera mayor productividad sobre todo en la presa Mayarí.
Para que se tenga una idea de la magnitud de los trabajos, Mesa dijo que el proyecto incluyó 55 objetos de obra, que en si mismos, cada uno, eran de alta complejidad, y recordó que se emplearon entre 380 y 400 equipos pesados. El ministro hizo un reconocimiento a los constructores de varias provincias que laboran en el Trasvase, quienes, dijo, han demostrado vergüenza y patriotismo al enfrentar esta colosal tarea.
La utopía convertida en realidad
“El sueño se hizo realidad”, dijo la presidenta del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos, Inés María Chapman, en referencia a la reciente terminación de la segunda etapa del Trasvase Este-Oeste en la región oriental, una obra que ella conoció casi desde la gestación.
Al intervenir en la Mesa Redonda, se refirió a la trascendencia del proyecto, que tiene un alto impacto sobre todo para Holguín, pues con el agua bombeada desde Nipe hasta la presa Gibara se garantiza el suministro a la ciudad y al polo turístico.
También se favorece el riego de tierras de cultivo y de ganaderías, además de la posibilidad que ofrece el sistema de generar electricidad a partir de la instalación de pequeñas centrales. “Hay un beneficio de impacto para la economía y sobre todo para esa zona tan golpeada por la sequía”, subrayó la titular del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos.
(Tomado del sitio Radio Reloj)
Fotos de Roberto Garaicoa
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