África se resiste a los estereotipos
Por Yailin Orta Rivera, especial para la Mesa Redonda
Fotos de Roberto Garaicoa
África tiende a desdibujarse cuando los estereotipos la ciñen: los conflictos, los siglos de subdesarrollo y expropiación, la miseria y las enfermedades… Sin embargo, ella se resiste a las etiquetas, a las miradas epidérmicas y simplificadoras, al gris que algunos pretenden imprimirle a su paisaje.
América no sería América sin ella: sus hijos la llevan en la sangre. Ese vínculo filial, entrañable, lo defienden los cubanos, quienes ven en ella a un continente madre y a una fuente de riqueza cultural inagotable, que desborda los atropellos de los poderes coloniales y luego hegemónicos.
En esa esencia también se detuvieron los invitados a la Mesa Redonda de este martes, quienes centraron su análisis en las cinco imprescindibles décadas de la Unión Africana, espacio de concertación regional que igualmente se ha propuesto desmontar la visión reduccionista que no pocos tienen sobre este espacio del mapa.
Esta organización, que ha colocado en su epicentro la solidaridad, la erradicación de la pobreza y ha favorecido la unidad entre estas naciones hermanas, cumple el próximo 25 de mayo su medio siglo de vida. ¿Qué obra ha tejido hasta el momento? ¿Cuáles son los desafíos mayores de su agenda? Fueron algunas de las interrogantes que condujeron el diálogo entre los panelistas y la periodista Cristina Escobar.
El embajador de Djibouti en Cuba, Ayeid Mousseid, hizo una regresión en la historia: “En 1963 se reunieron países africanos que estaban libres del colonialismo para crear una organización continental. Hubo muchas negociaciones, hasta que finalmente coincidieron en la fundación de la Organización de la Unidad Africana, que es la antecesora de la Unión Africana”.
“En aquel momento –recordó- tenía como principal propósito lograr la descolonización completa de África. En ello hubo avances significativos, sobre todo en los primeros 30 años. Luego se creó la Comunidad Económica Regional para que todos llegaran a un mismo nivel de desarrollo. Y los logros alcanzaron un nivel honorable.
“Después se impulsó un cambio muy estratégico: en 1999 se alzó la idea de la Unión Africana, que reemplazó, con un nuevo acto constitutivo, la organización anterior. Con este mecanismo se ganó en mayor estructuración y proyección sobre líneas de trabajo tan importantes como la economía, la resolución de conflictos y la permanencia de la paz y la seguridad”.
En la Unión… trabajan varios órganos, como el Parlamento Africano, que son espacios que defienden el consenso regional. El próximo 26 y 27 de mayo, por ejemplo, se celebrará la Cumbre de la Unión Africana, que tendrá por principal bandera el pan-africanismo, un concepto que significa uno por todos y todos por unos.
“Llegaremos a este momento, precisó el diplomático, con una disminución de las tensiones entre los países del continente y veremos qué más se puede hacer desde la Comisión de Paz y Seguridad para tomar de la mano nuestro propio destino”.
En su opinión, África está dando pasos enormes. “No somos un continente oscuro, lo que no quiere decir que todo sea rosado, pero hemos llegado a un nivel de desarrollo que no se puede desconocer”.
Para Reinaldo Sánchez, profesor de la Universidad de La Habana, muchos de los actuales problemas en África tienen también su origen en el trazado de las fronteras, que respondieron a los intereses de las fuerzas hegemónicas. Y en medio de todo ello, destacó como decisión acertada que esta congregación regional haya pensado el mejoramiento de la realidad del continente aceptando este punto de partida.
Por su parte, el Doctor Silvio Baró, del Centro de Investigaciones de Política Internacional, ponderó como favorable para el desarrollo de la Unión… los recursos naturales con que cuentan los países que la integran.
“África se fue dejando como reserva. Los colonizadores la aprovecharon sobre todo como fuente de mano de obra para el proceso de conquista de otros continentes. Ahora la vista se ha vuelto hacia esta región, donde no solo existen los recursos tradicionales, tienen destaque otros elementos que antes no revestían importancia, estoy pensando en la biodiversidad, en la tierra, el agua. Esta realidad supone el reto de explotar esos recursos en función de su desarrollo socioeconómico y de evitar que sean saqueados”.
Este experto consideró que ahí hay un desafío principal. “Como también lo hay en aprovechar la bonanza económica de los últimos años en función de hacer avanzar a las poblaciones”.
Baró, al valorar los logros de la Unión Africana, hizo mención a que 50 años no son significativos en la historia de la humanidad, y que aún les queda mucho camino por recorrer. “Hay que tener en cuenta también que cuando esta organización surgió lo hizo en condiciones de desventaja: por la situación del colonialismo y porque el capitalismo tenía y tiene mecanismos múltiples para cercenar todo el proceso emancipatorio. En lo adelante, deberán diversificar sus relaciones internacionales y estrechar más sus vínculos para hacer frente a estas presiones”.
El experto hizo énfasis en que estos países tienen además una larga lista de problemas socioeconómicos que resolver: infraestructurales, de educación, sanitarios… “Y se está observando de manera esperanzadora que hay un proceso inversionista en el desarrollo de carreteras, ferrocarriles, aeropuerto, comunicaciones…, ya esto es un gran punto de avance para que se conecten las economías africanas, y a esto ha ayudado el proceso integracionista”.
El Doctor Reinaldo Sánchez no dejó al margen los conflictos que aún gravitan sobre estos países, algunos tan antiguos como el del Congo. Mencionó las tensiones muy fuertes entre las dos Sudán y no obvió los problemas en Mali.
“La Unión tiene un Comité encargado del arbitraje y de la mediación, lo que pasa es que a veces las potencias europeas le pasan por arriba a las decisiones del continente, como pasó ahora mismo con Libia. Esto es algo que no se puede descuidar, por la salud de la propia integración”, alertó.
Heriberto Feraudy, miembro de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, habló de que estamos refiriéndonos a un continente que ha sido víctima del mayor genocidio que se ha cometido en el mundo: alrededor de 100 000 de hombres y mujeres fueron arrancados de sus países de origen.
En su opinión, la humanidad tiene una deuda tremenda con África, la cual Cuba ha intentado saldar. “No se puede hablar de cultura en América, sin lo que le aportó África en todas sus expresiones artísticas. Sin lo mejor de África, América no sería América”.
Por todo ello, insistió, en la importancia de que los latinoamericanos nos acerquemos más a esta zona del mapamundi, porque hasta para entender nuestra realidad debemos ir a la historia africana.
En esta cuerda de pensamiento, el embajador Ayeid Mousseid hizo especial referencia a las relaciones tejidas entre Cuba y África. “La Revolución siempre nos ha acompañado, ahora mismo estamos celebrando los 50 años del primer envío de la brigada médica cubana a Argelia. No se puede olvidar tampoco el papel que desempeñaron los cubanos en la independencia de varios países y en los foros internacionales en la lucha contra el apartheid también nos acompañaron.
“Ahora –añadió- continúa ayudándonos. Cuba siempre ha sido un país hermano y solidario con nuestras causas”.
Saludos: Cristina te admiro con la lucidez que explica ese conocimiento que tienes sobre cualquier tema, necesitamos periodista como usted, espero tener algún día una respuesta y mantener una comunicación,