Por Yailin Orta Rivera, especial para la Mesa Redonda

Fotos de Roberto Garaicoa

Cuando llego de andar el mundo después de lecturas de reportes noticiosos, reparo en que Egipto me deja un dolor hondo, empozado… son más de 700 las muertes, confirman los colegas que siguen los hechos que encrespan los días de la tierra de las pirámides desde hace casi dos meses. La cifra, aunque fuera una sola víctima, pesaría; pero cuando advierto su apabullante crecimiento y a un ritmo desconcertante, entonces asustan y ponen a cualquiera al borde del paroxismo.

Regreso de andar el mundo, ya lo dije, pero con interrogantes recurrentes: ¿Qué enardece a este pueblo? ¿Cuáles serán los posibles desenlaces? ¿A dónde irá el Oriente Medio? Sobre estas coordenadas arrojó luz, precisamente, la Mesa Redonda de este martes, que nos puso –desde la mirada de acuciosos especialistas- frente a un oleo con tintes dramáticos y de una espesura tremenda, pero con hilos muy bien definidos y con matrices históricas.

Moisés Abaad fue contundente: el sector ilustrado, que se formó a partir de la revolución de los años 50, no votó a favor de Mursi porque le tuvieran simpatía, sino porque justamente era el voto en contra de su contendiente, a quien no le profesaban ningún afecto. Estos mismos son los que sienten ahora animadversión por Mursi y a quien reconocen como un hombre de posturas ambiguas, ya que en un primer momento llegó hasta a renunciar a su condición de miembro del Partido de la Hermandad Musulmana para autoproclamarse representante de todos los egipcios, y en menos de un año comienza a tomar decisiones y medidas de una fuerte carga islamizante que han polarizado a la sociedad y que generaron una gran unidad entre la oposición, que también está compuesta por los nostálgicos de la época de Mubarak.

Juan Dufflar precisó que se trata de una lucha muy desigual, ya que quien posea la técnica de un ejército siempre tendrá mayores posibilidades. El especialista llamó la atención sobre el hecho de que Mursi no ha sido depuesto por el Parlamento, sino que ha sido demovido por la fuerza militar, lo que los responsabiliza también del actual caos, en el que los seguidores de Mursi igualmente luchan.

En contacto telefónico con Paulo Osoria, corresponsal de Prensa Latina en El Cairo, este periodista explicó que la reciente detención del líder espiritual de la Hermandad Musulmana había exacerbado más los ánimos de esta fuerza y de sus seguidores, aunque en medio de la contienda escogieron a un nuevo representante.

Moisés Abaad hizo énfasis en que ellos adoptan esta postura porque saben que está en juego sus posibilidades políticas y no pueden perder tiempo. En su criterio, Mursi tuvo una gestión errática ya que pasó por alto un grupo de compromisos que había asumido en la búsqueda del consenso. En la propia redacción de la constituyente no se respetó el criterio colectivo, y los redactores que quedaron impusieron sus puntos de vista. También hubo una gran matanza de chiítas y los sunitas se sintieron apoyados por el gobierno. Mursi llegó hasta a tomarse facultades que no le correspondían, por ello hay quien afirma que el verdadero golpe de Estado lo dio él.

El Doctor Reinaldo Sánchez Porro esclareció que este no es un conflicto que se dirime entre religiosos y los que no lo son, sino entre religiosos y laicos, y destacó que aquí ser laico es ser religioso también pero que ponen delante los elementos nacionales. Comentó que el islam siempre ha tenido un fuerte componente político y que por ello la Hermandad Musulmana está apostándolo todo por mantenerse en el poder que conquistó hace un año con Mursi.

Abaad expresó que a la Hermandad Musulmana se le emparenta con el terrorismo porque en varias etapas de su desarrollo, desde que surgió en 1928, ha recurrido a la ruta de la violencia. En esta ocasión le va la vida en este enfrentamiento. Ellos van a seguir presionando.

El Doctor Sánchez Porro vaticinó que todo está listo para que se internacionalice este conflicto y que se genere una guerra civil.

CONVERSACIONES ISRAELO-PALESTINAS

A la distancia de 20 años de que se adoptaran los Acuerdos de Oslo, retomaron las conversaciones Israel y Palestina, con la mediación de Washington. Estos especialistas coincidieron en que esto no conducirá a nada, ya que de los acuerdos muy poco se cumplió y ahora las cosas no serán diferentes.

Dufflar explicó que se mantiene la misma situación de hace dos décadas atrás con las mismas condiciones de segregación, con la atenuante de que Israel construirá 3000 asentamientos en territorio palestino.

Abaad consideró que estas conversaciones son incongruentes, mas cuando la plataforma de desarrollo de los sionistas es la expansión por territorio palestino. Y los palestinos aceptan dialogar para que después nadie diga que ellos fueron unos intransigentes e Israel solo gana tiempo con esta estrategia.

El Doctor Sánchez Porro se catalogó de pesimista frente a este suceso y cree que la única solución posible es esperar a que en el año 2025 o 2030 China sea la nueva potencia mundial y cambie la correlación de fuerzas.

Dufflar, por su parte, expresó que no va a haber paz mientras Israel no se retire del territorio ocupado.

Abaad paneó la región con la siguiente síntesis: Irak y Libia son estados fallidos. Afganistán, Egipto y Túnez son un caos. El conflicto israelo-palestino ya hemos visto cómo va. En Argelia se mantiene el control y en Irán se renueva su gobierno. Mauritania pareciera que no existiera, pero sospecho que en cualquier momento estalle algún conflicto. Así van las cosas.

Sobre la situación en Egipto arrojó luz, precisamente, la Mesa Redonda de este martes

Moisés Saad fue contundente: el sector ilustrado, que se formó a partir de la revolución de los años 50, no votó a favor de Mursi porque le tuvieran simpatía, sino porque justamente era el voto en contra de su contendiente

Juan Dufflar precisó que se trata de una lucha muy desigual, ya que quien posea la técnica de un ejército siempre tendrá mayores posibilidades

En contacto telefónico con Paulo Osoria, corresponsal de Prensa Latina en El Cairo, este periodista explicó que la reciente detención del líder espiritual de la Hermandad Musulmana había exacerbado más los ánimos

El Doctor Reinaldo Sánchez Porro esclareció que este no es un conflicto que se dirime entre religiosos y los que no lo son, sino entre religiosos y laicos