Estados Unidos, el espionaje y el poder imperial
Por Yailin Orta Rivera, especial para la Mesa Redonda
Fotos de Roberto Garaicoa
Estados Unidos también sostiene su poder imperial a través de una red mundial de espionaje. Las revelaciones de Edward Snowden han confirmado un modus operandi conocido desde la época de la Guerra Fría, pero que se ha prolongado y perfeccionado con el propio desarrollo de las nuevas tecnologías de la comunicación y la información, y las cuales además se expanden bajo la sombrilla de la guerra contra el terrorismo.
El sistema Echelon de EE.UU., por ejemplo, se sabe que controla el 90 por ciento de las comunicaciones del mundo, lo cual fue descubierto desde hace diez años. Se conoció que cada cámara de seguridad, cada llamada telefónica están bajo vigilancia. El sistema Echelon fue creado durante la Guerra Fría y aún se mantiene.
El profesor Carlos del Toro, en la Mesa Redonda de este martes, comentó que todo esto se articula bajo la concepción de que siempre que hay adversarios es importante tener conocimiento para adelantarnos. “Desde la época de la Segunda Guerra Mundial los EE.UU. lograron predecir las actuaciones de las tropas fascistas a partir de decodificaciones. Después de la década de los 40 del pasado siglo Australia, Nueva Zelanda, Canadá, Estados Unidos y el Reino Unido crearon un pacto para repartirse el mundo para escuchar. Crearon así una gran red que fue cercando a la Unión Soviética.
“Casi 40 años después, en los 80, se conoció todo esto. Así conformaron un gran peligro para la ciudadanía mundial, porque funciona en un ambiente carente de regulación jurídica alrededor de esto, y con ello lo que más persiguen es el control político”, expresó.
En su opinión, hoy día hay todo un complejo ciber-industrial que mantiene la vitalidad de esta estrategia imperialista, con la que hasta pretenden enlazar todas las bases de datos en un gran sistema integrado, de forma tal que, cuando se desee hacer un levantamiento de cualquier persona, esté todo el registro de su comportamiento.
El experto subrayó que el programa Prism, que denunció Snowden, no es nada nuevo, sino una capa más sobre este entramado, en el que se ha perfeccionado la tecnología que soporta y sustenta todo este proceso de espionaje.
El analista Reinaldo Taladrid significó que el papel rector en esta avanzada lo tienen los Estados Unidos. “No es nada bueno, destacó, saber que los gobiernos espían a quienes les interesan, lo que ha cambiado es la perfección del proceso. Ahora tienen la capacidad de espiar a quien deseen, pero el factor humano es indispensable, ahora ellos tienen problemas para el procesamiento de toda esta información mayúscula, por ejemplo, porque la capacidad tecnológica ha desbordado al ser humano.
“En Inglaterra, pongamos por caso, en esta materia se ha hecho lo que le ha interesado a Estados Unidos. Montaron también un centro en el Medio Oriente, y ese centro de espionaje tributa a los EE.UU. Y en Nueva Zelanda aplicaron igualmente todo esto con complicidad del propio gobierno.
“Hasta a Martin Luther King le grababan las conversaciones en los hoteles donde se hospedaba. Y a la embajada de Rusia en EE.UU los norteamericanos le hicieron un túnel debajo para poder espiar todo lo que conversaban. Mientras ahora tienen un centro en Miami donde almacenan toda la información que espían en el continente americano”, mencionó.
Reinaldo Taladrid aludió al hecho de que en la comunidad de inteligencia de EE.UU a quien se le dedica el mayor presupuesto es a la NSA, donde estaba contratado Edward Snowden.
A partir de las declaraciones de este ex contratista, advirtió Carlos del Toro, lo más relevante es que salió a la luz pública el programa Prism de la NSA, donde están involucradas las grandes compañías de la red de redes, y se habló de que estaban incorporadas a los grandes registros de espionajes varias capitales de Europa. “Pero en la propia Francia tienen instalado un programa semejante a Prism, y salió a la luz que estos organismos colaboran entre sí. Mas lo curioso es que ellos espían a las propias embajadas amigas de Europa, porque EE.UU. no tiene amigos, tiene intereses”.
El profesor aclaró que las grandes empresas también se benefician de esta colaboración con los EE.UU., lo que alimenta más a este gran ciberpoder.
Reinaldo Taladrid, por su parte, llamó la atención sobre el tráfico de influencias que se mueve alrededor de este poder mundial. “Grandes ejecutivos de la NSA estuvieron en algún momento en altos cargos del Gobierno, el director de seguridad de Facebook, por ejemplo, antes de serlo trabajaba en la NSA y ahora regresó a laborar allí, lo que prueba que hay toda una relación entre esta empresa y el Gobierno. Pero este tráfico de influencias está llegando a niveles burdos: las compañías llegan a cobrar por cada llamada o servicio de inteligencia que quiera hacer el Gobierno hasta más de 200 dólares por cada escucha. Verizon, por ejemplo, ganó por estos servicios entre 3 y 5 millones de dólares anuales entre 2007 y 2011.
“El mundo en que vivimos, advirtió, está sustentado en todo este proceso de espionaje. Cuando usted abre una página de Facebook también usted firma la licencia para que accedan a su información, y en esta realidad se encuentran más de mil cien millones de usuarios”, explicó Taladrid.
Carlos del Toro añadió que Facebook igualmente cuando empezó a funcionar lo hizo con un capital inicial de tres empresas fachadas de la CIA.
En un recorrido por la prensa, Aixa Hevia, vicepresidenta primera de la Unión de Periodistas de Cuba, destacó que después de que Wikileaks accedió a unos 250 000 cables con contenido de espionaje, varios periódicos del mundo difundieron esta información, pero que con el caso de Edward Snowden se le facilitó toda la información al periódico británico The Guardian.
Por ello, comentó, el periodista Greenwald, quien le hizo la entrevista, y su pareja, han recibido presiones psicológicas, por lo que dijo que iba a revelar más información. Reino Unido también presionó al Guardian para que rompa toda la información que tiene en su poder sobre este caso. Dicen que hay hasta asesores de Cameron vinculados a estas presiones al periódico británico.
The Guardian reveló, dijo Aixa Hevia, que se asociará con The New York Times para seguir publicando la información facilitada por Edward Snowden.
Carlos del Toro, en su intervención en la Mesa, hizo énfasis en que lo más importante es conocer que el ciberespacio establece reglas de juego que no tienen expresión en otro lugar, y nadie puede ser ingenuo. “Las personas y las empresas tienen que ser muy cuidadosas, y hay que aprender a convivir con esta realidad. Hay que aprender a desempeñarnos con los riesgos y beneficios de esta tecnología”.
Reinaldo Taladrid sumó que hace mucho tiempo que los EE.UU han espiado a muchos, pero la tecnología cambió la posibilidad de ensanchamiento de esto, mas los escándalos solo se dan cuando se sienten afectados los norteamericanos, cuando le ocurre a otras poblaciones del orbe esto no cobra significación.
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