Estrategia para el uso eficiente de los recursos hídricos en Cuba
Por Yailin Orta Rivera, especial para la Mesa Redonda
Fotos de Roberto Garaicoa
En Cuba se aprobó recientemente una política para desarrollar coherentemente los recursos hídricos, la cual tiene como base un amplio diagnóstico en el que se contempló la disponibilidad, la calidad y la eficiencia con que llega el agua a los hogares y a los diversos sectores económicos. Con este propósito, se desarrollan cuatro programas fundamentales que abrazan toda la infraestructura que hace posible su consumo final: uno dedicado a las redes y herrajes, otro vinculado a las estaciones de bombeo, uno para las potabilizadoras y otro para el saneamiento.
Inés María Chatman, presidenta del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH), explicó en la Mesa Redonda de este jueves que esta estrategia contempla cómo usar adecuadamente y de forma racional el agua disponible, la producción que debe haber, cómo usar la infraestructura y cómo evitar y prever los riesgos del agua.
“Toda esta labor (en la que ya se avanza en 12 ciudades del país), dijo, tendrá como eje central al hombre, no solo al responsable de que llegue el agua a cada lugar (34 000 personas están vinculados a este proceso), sino al que se beneficia, que debe tener mayor cultura sobre la importancia que tiene su preservación, ya que es un recurso agotable”.
Hemos previsto, precisó, desplegar nuestros esfuerzos teniendo en cuenta las mayores prioridades establecidas, las que anualmente deberán actualizarse porque siempre surgen nuevos lugares con deficiencias. “Estamos hablando de una política flexible, que estará regida igualmente por una actualizada Ley del agua, ya que solo existe hasta el momento el Decreto Ley 138, pero que deja muchas brechas, como cómo medir el consumo, por ejemplo”.
La presidenta del INRH comentó que paulatinamente se irán ajustando las cosas, y con mucho control de parte del organismo. Al tiempo que precisó que el 60 por ciento de este recurso lo consume actualmente la Agricultura.
Jorge Mario García, director del Órgano Nacional de Cuencas Hidráulicas, detalló algunas prácticas que perjudican al agua. “Cuando se usa para disponer de residuales líquidos y sólidos, ello deteriora mucho su calidad”. Igualmente mencionó que cuando se sobre usan los pozos que están cerca de la costa, se afecta más este recurso, y que por esta y otra razones, en estos momentos solo el 63 por ciento de nuestra agua es aprovechable.
“Hoy tenemos una máxima capacidad de más 13 600 millones metros cúbicos de agua, de los cuales poseemos actualmente 9 000 millones en nuestros 232 embalses”, precisó. El experto también comentó que el origen de este recurso es nuestra cuenca hidrográfica (poseemos 13 acuíferos), la cual se ve afectada también porque su recorrido coincide, en esta Isla alargada y estrecha, con toda la infraestructura de desarrollo del país: fábricas, industrias… que generan impactos negativos sobre el agua.
El Instituto tiene además una red de observaciones del ciclo hidrológico que nos permite contemplar la situación que tenemos respecto a este recurso. Por ejemplo, las lluvias de enero a agosto (el periodo húmedo) han permitido que nuestros embalses estuvieran al 64 por ciento de su capacidad el 31 de agosto.
Este sistema de medición nos permite hacer el plan anual de la demanda de agua, porque se calcula lo que tenemos contra la demanda. Y en busca de la sostenibilidad de este recurso, de un plan de 9 500 millones, se está evaluando un uso de 8 900 millones.
Orlando Rey, director del Medio Ambiente, argumentó que ambos organismos (Citma y INRH) tienen controlado las más de 2 000 fuentes contaminantes que existen actualmente. “Hay instalaciones muy viejas con sistemas de tratamiento muy antiguas. Hay poco respeto de las normas y baja percepción de los riesgos. Al tiempo que no siempre se aprecia el valor que tiene invertir para mejorar esta situación, porque algunos creen, erradamente, que la solución de la contaminación es un gasto y si no se invierte en función del medio ambiente, entonces después se harán gastos que se complejizan, más cuando existen nuevos actores económicos”.
“Se requiere de una atención integral, porque por ejemplo, la contaminación del suelo compromete el esfuerzo que se haga en función del agua. Hemos por ello propuesto un programa para “cercar” unas 400 fuentes contaminantes, de las 2000 que existen. Esto requerirá de una inversión de 300 millones de pesos y tendrá un plazo hasta el 2020”, destacó.
Entre las nuevas acciones que se deben emprender se encuentra que, el que vaya a entrar a trabajar por cuenta propia, tenga una licencia ambiental.
Abel Salas, vicepresidente del INRH, subrayó que se trabajará igualmente en función de reducir las pérdidas, que hoy ascienden a un 58 por ciento (de cada 10 litros que se bombean, se aprovechan solo 4). También hay que arreglar redes y conductoras, porque el 16 por ciento se pierde en las conductoras y el 20 por ciento en las redes, y un 22 por ciento en las redes interiores de las casas. “El metraje además es un problema, nos cuesta trabajo saber qué agua se consume. Solo el 57 por ciento de los centros estatales se metra, y en el sector residencial hemos llegado a un 4 por ciento, queremos llegar a un 7 por ciento y en la zona estatal al ciento por ciento este año.
“Paralelamente se está trabajando en el herraje hidrosanitario, haciendo énfasis en su cantidad y calidad. El otro tema que deberemos tratar es lograr que estos tengan un precio coherente con el nivel adquisitivo que tiene hoy la población cubana”.
Pretendemos alcanzar, dijo, una eficiencia en el aprovechamiento del agua de un 72 por ciento, que es un rango más decoroso. Otro de los programas que desplegaremos tiene que ver con los equipos de tratamiento y bombeo, tenemos entre 120 y 130 lugares en los que los equipos de bombeo están rotos y hay que abastecer de agua con carros cisternas y pipas. Al mismo tiempo se está comprando un nivel de piezas de repuesto, de manera tal que cuando llegue el mantenimiento se disponga de la infraestructura para alargar la vida útil del equipo. Con los equipos de tratamiento del agua, el INRH aplicará la misma dinámica.
Entre los programas que prioriza el INRH, se encuentra el de saneamiento. “Hoy 4 millones de personas emplean el sistema de alcantarillado, lo cual ha hecho colapsar esta infraestructura. Mientras hay en el país unas 850 000 fosas, de las cuales muchas tienen muchos años de explotación y en otras no se siguieron las normas técnicas en su construcción”, explicó el vicepresidente del INRH.
Sobre estos cuatro programas, el directivo expresó que se está previendo que sean sostenibles en el tiempo, y que para lograr su exitosa concreción se depende, fundamentalmente, del hombre, para lo cual se ha previsto un proceso de capacitación.
Donde puedo encontrar la Politica Nacional del Agua en Cuba, es una resolución o directiva.