La lengua: más que el vestuario de nuestras ideas
Por Yailin Orta Rivera, especial para la Mesa Redonda
Fotos de Roberto Garaicoa
El uso de nuestra lengua no es solo el vestuario de nuestras ideas, o nuestra carta de presentación, sino que es parte de esa herencia cultural con la cual se nutren los rasgos principales de nuestra nacionalidad. Ese concepto coronó las diversas reflexiones que hizo el panel de la última edición de Temas sobre la mesa, sobre asunto tan tangencial.
La Doctora Nuria Gregori Torada, directora del Instituto de Literatura y Lingüística, y miembro de la Academia Cubana de la Lengua; la Doctora Marlén Domínguez Hernández, profesora de la Facultad de Artes y Letras de la Universidad de La Habana y miembro de la Academia Cubana de la Lengua y el periodista Ciro Bianchi Ross, premio latinoamericano de Periodismo José Martí, fueron los expertos que abordaron las diversas aristas del buen o mal uso de nuestro idioma, las cuales ponemos a su consideración.
PALABRAS VULGARES O POPULARES Y OTROS PROBLEMAS
Nuria Gregori: Lo que está ocurriendo en esta época con el uso de la lengua no es exclusivo de nuestra sociedad, y hay que distinguir más que entre palabras buenas o malas, entre las vulgares o populares. Y una persona que domina su idioma conoce las populares y las vulgares, porque forma parte de la cultura conocer la lengua.
Marlén Domínguez: A mi no me gusta la manera en la que se enfoca el fenómeno desde el empobrecimiento, la chabacanería, las malas palabras… y todo viene como en un paquete. Yo prefiero concentrarme en la importancia del desarrollo del pensamiento, de los horizontes de las personas, y de su mayor o menor disponibilidad de la lengua. Sin olvidar que existen también estereotipos en función de las lenguas: se dice que el inglés es más sintético, que el francés es la lengua del amor, y que el español es una lengua de segunda clase, y una de las cosas interesantes que debemos hacer es plantearnos la importancia que tiene el español por sus valores.
En el uso de la lengua son muy necesarias también las habilidades para articular un discurso coherentemente y se observa con no poca frecuencia que hay personas a quienes les faltan piezas para armar el rompecabezas y hay quien tiene las piezas pero no sabe dónde van. Por eso también es valioso insistir en la necesidad de la coherencia de los textos, de las ideas que se expresan.
Hay una frase que dice que los jóvenes hacen más lo que ven que lo que saben, por ello tenemos que darle modelos de lengua, que sean elegantes, flexibles, simpáticos, criollos. Todos los actores sociales tenemos que participar en este proceso: la familia, la escuela, la comunidad, los medios, todos en una misma dirección. Palabras como gracias y permiso, las personas conocen cómo se escriben, pero no las usan porque no sienten necesidad de ellas. Y hay que trabajar fuertemente para que esta necesidad brote más de ellos, y para esto deben leer autores de todo tipo de texto, apropiarse más de situaciones diversas.
LENGUA VIVA
Nuria Gregori: El idioma se enriquece cotidianamente, del propio contacto entre las culturas, que antes se daba a través de los barcos, y hoy demora segundos a través de las nuevas tecnologías de la comunicación y la información.
Son los millones de hablantes del español los que hacen la lengua, no lo hace la academia.
Tenemos que trabajar, pero no en la concepción de la lengua, sino en su enseñanza, que sea cada vez más atractiva, y en ese propósito se deben sumar todos los hispanohablantes. Pero no se pueden ver riesgos en el envío de mensajes por celulares con alteraciones en la sintaxis, ese es un fenómeno que se daba anteriormente con los telegramas, porque cada palabra implicaba dinero.
Marlén Domínguez: Los riesgos se dan en la medida en que las personas no logren expresar adecuadamente sus ideas, si no tienen conocimiento de la lengua, si no poseen una base cultural para establecer diversos tipos de relaciones, si no aprovechan la rica capacidad de matices que tiene el español nuestro…
EN QUÉ PROVINCIA CUBANA SE HABLA MEJOR
Ciro Bianchi: Siempre se ha dicho que hay regiones en el país donde mejor se habla el español. Hay quien dice que son los camagüeyanos, pero eso no es cierto.
Nuria Gregori: Un estudio que hicimos arrojó que los habaneros consideraban que eran los que mejor hablaban y los orientales los que peor lo hacían, entre ellos los santiagueros y los guantanameros. Pero esto no es cierto, son estereotipos. El santiaguero tiene una melodía diferente, como todo el mundo. Y cada vez que se aprende otra lengua se debe aprender la entonación que tienen las mismas.
¿JINETES DEL PENSAMIENTO?
Israel Rojas: Las palabras han dejado de ser jinetes del pensamiento. Yo no creo en las malas palabras, las digo cuando enfatizan, puntualizan, pero hacer un abuso de ellas es una verdadera aberración a la belleza. Todo esto está determinado por el nivel de cultura de las personas, más que con el de instrucción. Creo que la acumulación de problemas materiales ha generado también el surgimiento de otras concepciones de moralidad que a la larga terminan reflejándose en el lenguaje. Hay quien piensa que ser chabacán te hace más popular, jacarandoso, pero es una vulgaridad. No hay que acudir a la mala palabra porque sí. Cuando se tienen cosas que decir la gente encuentra el lenguaje apropiado.
Ciro Bianchi: En Cuba tenemos ejemplos suficientes de excelentes cultivadores de nuestra lengua: Carpentier, Cintio Vitier, Fina García, Lezama. Hay que ir a sus escritos. Tenemos también modelos en Eusebio Leal, en Silvio Rodríguez. En estos referentes hay suficientes reservas para que no se entronice la chabacanería a través del lenguaje en los escenarios cotidianos.
Marlén Domínguez: A veces lo que no están son las ideas, más allá de las palabras, por ello debemos preocuparnos porque se cultive la lengua, porque ese será uno de los legados que le dejaremos a las próximas generaciones.
Nuria Gregori: Tenemos el don de transmitir nuestros pensamientos como especie y a través de nuestra rica lengua milenaria, la cual debemos cuidar para que siga perviviendo.
Haga un comentario.