Por Yailin Orta Rivera, especial para la Mesa Redonda

Fotos de Roberto Garaicoa

Este viernes de diciembre amaneció triste. La noticia de la muerte de Mandela, este jueves, puso un velo gris sobre el mundo. Y no exagero cuando describo las proporciones de ese sentimiento íntimo que cada uno de los que pueblan este universo ha sentido, porque se fue físicamente un hombre bueno, íntegro. Nos dejó el símbolo de la resistencia, de la capacidad del perdón, y también ese ícono de la libertad y de los sueños.

La Mesa Redonda de la jornada fue también un espacio más de los que dedicó Cuba a honrarlo, a evocarlo, porque sus principios nos siguen haciendo falta, y porque pensar y reflexionar sobre su vida y obra solo puede dejarnos entrañables motivaciones para crecernos y mejorarnos.

Ángel Dalmau, ex embajador de Cuba en Sudáfrica y el primer diplomático que llegó a Pretoria después de la lucha contra el apartheid, comentó que tuvo el privilegio de vivir años de intensa emoción, ya que la creación de la embajada tuvo como antecedentes las páginas de epopeya que escribió nuestro pueblo en África. “Mis primeros contactos con la organización política de Mandela fue tan temprana como el año 1967, de manera que llegar a Sudáfrica y verlo de nuevo, porque lo conocí antes, en el año 1990, en Namibia, fue un momento muy especial”.

Sobre aquel encuentro recordó que al frente de la delegación cubana a Namibia fue el Comandante Almeida, y fue muy simpático porque Mandela decía que él era un simple ciudadano sudafricano y que era a él a quien le correspondía ir a ver al Comandante Almeida, y Almeida decía que le correspondía a él ir a ver a un hombre de su talla.

Cuando se abrió nuestra embajada, dijo, Mandela recibió ese día a otros diplomáticos de otros países, y yo fui él último a quien saludó, y fue muy estremecedor que nada más que me vio me preguntó por su hermano Fidel, y así en lo sucesivo siempre me preguntaba por Fidel, por el pueblo cubano y por Stevenson, y llegó a decirme en no pocas ocasiones que estaba haciendo mal mi trabajo, porque hasta que no lograra que Fidel fuera a Sudáfrica no estaba bien lo que hacía, y por suerte pude terminar mi misión diplomática con ese deber cumplido.

Ángel Dalmau comentó que fue un niño que nació en una pequeña aldea, y que desde que tuvo cinco años le dieron la tarea de pastorear el ganado, y así con muchas dificultades fue a la escuela. “Estamos hablando de un hombre que se convirtió en un ícono y que provenía de unas circunstancias sociales inimaginables que nos permiten ver la magnitud de un hombre como este, que tenía que caminar seis millas de su barrio hasta su trabajo. Mandela cuando comenzó la lucha de liberación leyó las experiencias del Che, de Fidel Castro, porque para él la Revolución Cubana fue muy importante”.

El Ex embajador mencionó que cuando lo condenaron en 1964, ya Madiba llevaba 2 años en prisión. Y 27 años después tuvo la capacidad de perdonar y decir que no aspiraba a una sociedad multirracial, sino una sociedad no racial en Sudáfrica.

La periodista Bárbara Betancourt, jefa de Información del Sistema Informativo de la Televisión Cubana, y quien tuvo la oportunidad de compartir en varias circunstancias con Mandela y Fidel, añadió siempre hubo entre ambos líderes un diálogo político de mucha altura.

En su opinión, Mandela era una persona extremadamente buena, y destacó el hecho de que haya podido unir una Sudáfrica surcada por el odio, el miedo y el racismo. “Creo que lo admira todo el mundo sin distinción de credos o ideologías, porque era muy bueno, y llevaba una sabiduría que cultivaba con humildad”.

Sobre su viaje a Cuba en 1991, precisó que fue un privilegio inmenso tenerlo en nuestro país, donde pronunció un discurso cargado de cariño. Bárbara Betancourt también hizo énfasis en el desafío inmenso que tuvo Mandela al unir a su pueblo, algo que logró a golpe de amor y con su fe en el género humano.

En este espacio igualmente se dieron a conocer los mensajes de diversos mandatarios del mundo como homenaje sentido a Mandela, y se dio lectura a dos textos especialísimos que escribieron Gerardo Hernández y Ramón Labañino, dos de los Cinco Héroes cubanos que injustamente han cumplido 15 años presos en cárceles norteamericanas.

El joven periodista Oliver Zamora Oria, analista de temas internacionales, expresó de Mandela que fue un hombre necesario que logró estar a la altura de su época. En su criterio, supo con mucha habilidad y sabiduría lograr la victoria. “Con un capital político tan grande, no era fácil después de tanto odio, después de tanto horror, logró perdonar y unir a su pueblo, y sin embargo supo sanar las heridas, que de alguna manera aún siguen sangrando, porque son cambios culturales que aún en Sudáfrica no han concluido”.

Nuestra nación ha perdido a su mejor hijo, nuestro pueblo ha perdido a su mejor padre, dijo Jacob Zuma, el presidente de Sudáfrica.

Cuba nació con duelo oficial y nacional,

No por esperada ha dejado de ser un golpe duro. Estoy triste, pero al mismo tiempo creo que ha hecho un gran papel en la historia.

Este viernes de diciembre amaneció triste. La noticia de la muerte de Mandela, este jueves, puso un velo gris sobre el mundo

Ángel Dalmau, ex embajador de Cuba en Sudáfrica y el primer diplomático que llegó a Pretoria después de la lucha contra el apartheid, comentó que tuvo el privilegio de vivir años de intensa emoción, ya que la creación de la embajada tuvo como antecedentes las páginas de epopeya que escribió nuestro pueblo en África

La periodista Bárbara Betancourt, jefa de Información del Sistema Informativo de la Televisión Cubana, y quien tuvo la oportunidad de compartir en varias circunstancias con Mandela y Fidel, añadió siempre hubo entre ambos líderes un diálogo político de mucha altura

En este espacio igualmente se dieron a conocer los mensajes de diversos mandatarios del mundo como homenaje sentido a Mandela, y se dio lectura a dos textos especialísimos que escribieron Gerardo Hernández y Ramón Labañino, dos de los Cinco Héroes cubanos

El joven periodista Oliver Zamora Oria, analista de temas internacionales, expresó de Mandela que fue un hombre necesario que logró estar a la altura de su época