América Latina debe construir la nueva hegemonía anticapitalista
Por Yailin Orta Rivera, especial para la Mesa Redonda
Fotos de Roberto Garaicoa
Quienes han seguido la Revolución Bolivariana, no se sorprenden con las convulsiones que ciertos personajes, anclados en los estímulos de los poderes imperiales, han montado en los últimos 15 años de transformaciones sociales, económicas y políticas que se han desarrollado en esa nación bajo el ideal socialista.
El guión se ha repetido en varias ocasiones, como mismo ha ocurrido en los países que en este lado del continente han decidido cambiar sus destinos, porque el enemigo es el mismo y semejantes son sus estrategias de subversión.
Pero a raíz de la llegada de Nicolás Maduro a la presidencia —hace diez meses— han acentuado el plan de desestabilización. No ha habido un solo día, desde la asunción del actual mandatario, en el que esos grupos hayan abandonado sus propósitos de generar el caos, la guerra económica y cualquier otra vía inconstitucional.
En esta ocasión, como ya lo vimos en 2002 en Venezuela, el aparato de propaganda de los grandes medios de comunicación internacionales ha manejado constantemente la matriz de “crisis política” o “violencia generalizada”. Lo que el Doctor Raúl Garcés califica como una articulación, en la que estos emporios mediáticos se convierten en una especie de partidos políticos que sustituyen la ya desgastada retórica y formas de acción de los partidos tradicionales.
“Si alguien, dijo, quiere tener otro ejemplo de manipulación, es la forma en la que se está mostrando el altruismo, por su entrega a las autoridades, de uno de los tipos con historiales más fascistas en ese país: Leopoldo López, a quien han querido presentar como el líder de todo este montaje. Y debemos estar preparados para cuando empiecen a victimizar a este personaje, y para que las “fuerzas democráticas internacionales” monten todo su show en defensa del pobre Leopoldo López. Ellos conocen bien cómo manejar el nivel simbólico y reforzar las antípodas”.
Para el experto, López, quien representa a la derecha rancia, ha tratado de involucrar a los estudiantes, y centros como la Universidad Central de Venezuela vuelve a cerrar y sirve le bandeja la posibilidad de que los jóvenes vayan a las calles a generar actividades de desestabilización para el empeño mayor de poner al Gobierno de Maduro en jaque de cara a un escenario posible de revocatorio.
“Es, en esencia, una carta de las que juegan las fuerzas imperiales. O una de ellas. Porque Washington está apostando a mostrar un lado de civilidad, con su retórica de que apoyamos el movimiento democrático, respetamos las decisiones del pueblo de Venezuela… y por el otro mueve sus piezas para propiciar esta crisis, lo que quedó demostrado contundentemente con los funcionarios de la embajada norteamericana que fueron expulsados por justamente haber estado visitando universidades con intenciones conspirativas”.
La Doctora Ana Teresa Badía hizo notar que esta también es la estrategia del golpe rápido, porque ellos no han renunciado a Henrique Capriles, a quien en este momento le han pedido se desmarque de los sucesos violentos, cuando a nadie le resulta desconocido que él fue otra de las cartas que ya tuvo suficientes liderazgos de violencia.
La analista no pasó por alto que la oposición de este país es títere, ya que no tiene un plan concertado ni orgánico, sino que, como reciben órdenes desde otras regiones, solo hemos visto protagonismos individuales.
Ana Teresa Badía recordó que Leopoldo López era prácticamente un cadáver político, pasó primero por Primero Justicia, después por Un nuevo tiempo… su caudal está agotado desde el punto de vista político, solo lo utilizaron como una carta, que además ha estado muy vinculada a la CIA.
El Doctor Roberto Regalado, sobre estas maneras hostiles que han desplegado en Venezuela para dar la imagen de desgobierno, subrayó que desde la edad media se pensaba que la historia se repetía en círculos, y aunque esto no tiene bases científicas, sirve para ilustrar cómo se repite la película de las interferencias de Estados Unidos en América Latina. Así lo vimos cuando quisieron evitar la construcción del canal de Panamá, cuando se propusieron derrocar a Jacobo Arbenz y al presidente Salvador Allende… estamos viendo la repetición de lo mismo, es la promoción de la violencia para imponer a los gobernantes que les convienen, porque esa es su idea de la democracia.
“Son reproducciones de la estrategia imperial para la injerencia y la liquidación de gobiernos que no les agradan. Por ello asistimos a toda esta combinación de manifestaciones, mentiras mediáticas, la búsqueda de la condena internacional, los reclamos de una intervención militar…”.
Para Regalado, a las personas no se les puede olvidar que esto mismo se lo han hecho a Evo, a Correa, a Zelaya… y el logro de la Celac aviva el deseo de desintegrar más el área.
Raúl Garcés y Ana Teresa Badía coincidieron en que CNNe, NTN24 y otras televisoras al servicio de las causas peores han abierto flancos determinantes en este enfrentamiento, y no solo ellas, sino también toda la maquinaria que desde el exterior forma parte de la plataforma injerencista, al tiempo que puntualizaron que las redes sociales, como mismo vimos en países del Medio Oriente, también se han sumado a la articulación belicista.
Sobre los días que vendrán, Ana Teresa precisó que hay que estar alertas, que nadie se puede llamar a engaño con una posible paz, porque la oposición tiene 123 mil millones de dólares en sus manos, y los va a emplear en contra del Gobierno.
Raúl Garcés añadió que no puede haber Revolución sin respaldo popular y “creo que Maduro ha logrado movilizar, pero tiene que gobernar y crear el escenario para ello, y no ser rehén de todas estas tentaciones y deseos de generar una guerra civil. Se trata de seguir en la construcción permanente de la nueva hegemoinía anticapitalista”.
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