Juan Formell es Cuba
Por Yailin Orta Rivera, especial para la Mesa Redonda
Fotos de Roberto Garaicoa
La cultura cubana lleva el corazón a media asta. Murió Formell, o Juanito, o el Vanvanero mayor, o el maquinista del Tren de la música cubana. En fin… un hombre inmenso que supo convertir en poesía, ritmo y sabrosura nuestra cotidianidad con sus raudales. Por ello la Mesa Redonda de este viernes cambió su programación —no podía ser de otra manera— para sumarse al homenaje a quien nos vuelve a “dar con el corazón”.
El aluvión de expresiones llegó en las imágenes sentidas de su pueblo, sus amigos, de quienes siempre lo admiraron porque nos dejó lo eterno: su obra, sin dudas, esencia de la espiritualidad de esta nación.
Como expresara en este espacio Orlando Vistel, presidente del Instituto Cubano de la Música, Van Van, la orquesta fundada por Juan Formell en 1969, nunca se detuvo en el tiempo. Y 45 años después, sigue gustando a todo el mundo, lo mismo al joven que al adulto. Porque Formell se propuso crear una nueva música bailable cubana, independientemente de que el son es el son y es el común denominador (como diría él), pero en sí es una nueva música bailable, no es la misma.
Y Van Van suena diferente porque es la combinación del bajo, la paila, la tumba… que enardece al bailador. Juanito le puso a la orquesta su pasión por los Beatles, Elvis Presley, Little Richard, Fast Domino, los Beverly Brother… Y empezó a mezclar eso con el son cubano. Pero lo más importante, en criterio del propio Formell, fue no descuidar la composición.
Este hombre que rompió con los esquemas de la música que dominaba hasta el momento, había nacido en La Habana el dos de agosto de 1942. Realizó sus primeros estudios musicales con su padre Francisco Formell, y los continuó después de manera autodidacta. En su formación como compositor e instrumentista de guitarra bajo pudo contar con la orientación de prestigiosos músicos cubanos como Félix Guerrero, Rafael Somavilla, Armando Romeu, Antonio Taño y Orestes Urfé.
El ambiente musical que lo rodeaba en el afamado Callejón de Hamel, donde dio sus primeros pasos, también resultó esencial para él: “Siempre lo digo: fue una dicha desandar esas calles alrededor del callejón de Hamel y del callejón de Espada. Ahí se reunían Ángel Díaz, César Portillo… Verdad que en ese entonces era muy niño —tendría unos diez años—, y todavía no participaba, pero no permanecía indiferente”, expresó en entrevista con Amaury Pérez.
Bebiendo de esas fuentes inició su camino exitoso una agrupación que también ha sido escuela, y que tiene a su haber cinco discos de Platino (dos por el álbum Ay, Dios, ampárame, y tres por Lo último en vivo), y uno de Oro por la contundencia de 25 años de Juan Formell y los Van Van.
Como un cronista social ha sido calificado asimismo Juan Formell, autor de hits que aún motivan a los más exigentes bailadores del planeta, al estilo de El buey cansao, Anda, ven y muévete (versionado por Rubén Blades), La foto en la prensa, La titimanía, El negro está cocinando, La Habana no aguanta más… Pero a este hombre le interesaba igualmente deslizar la crítica social, sin abandonar el fino humor criollo, el doble sentido que le dejaron como legado maestros como Matamoros, Piñeiro, Ñico Saquito y El Guayabero.
Conjuntamente con su trabajo creativo dentro de la música bailable, Formell mantuvo su labor creativa dentro de la línea de la canción y musicalizó poemas de Nicolás Guillén como “Cuando yo vine a este mundo”, pertenecientes a la serie Mi son entero; escribió música para el teatro (La barbacoa, dirigida por Abraham Rodríguez, 1984 y Vivir en Santa Fe, del dramaturgo Nicolás Dorr, 1986); para el cine compuso la banda sonora de Los pájaros tirándole a la escopeta, del realizador Rolando Díaz, 1984; y para la televisión La rueda de casino, de José Milián, 1992.
Además, realizó innumerables presentaciones como autor e intérprete en eventos nacionales promovidos por instituciones culturales y giras internacionales por todo el mundo. Sus creaciones y resultados artísticos con su orquesta devinieron modelos para otras agrupaciones musicales en Cuba y el extranjero.
Su entrega, su virtuosismo, le granjearon no pocos reconocimientos: en 2003 el Premio Nacional de Música, en 2008 uno de los tres Premios Mundiales Especiales que entregó el jurado de la World Entertaiment Organization (WEO), y el reconocimiento especial de los Grammy Latino (2013) por la Excelencia Musical y el Womex al Artista 2013. En marzo de 2010 recibió el Doctorado Honoris Causa del Instituto Superior de Arte, en reconocimiento a sus contribuciones a la cultura cubana y en particular por su la labor desplegada al frente de la orquesta líder de la música popular bailable de la Isla. Pero su más alta cumbre es que Van Van es Cuba.
El tren que no termina y la maquinaria que no se apaga.
La triste noticia corre de boca en boca, el hombre de la Maquinaria Juan Fomell a muerto, en su historia un legado que jamas olvidaremos, la orquesta más popular de cuba Los Van Van, si me preguntara por que se llama los van van no encontraria respuestas, ahora las tengo, de que Van Van y de eso no hay duda, la maquinaria perdio uno de los hombres más grandes de su tripulación, al que el pueblo disfruto en cada una de sus presentaciones, un repertorio musical que ha hecho bailar al mundo entero, la cultura cubana no podra olvidar los ritmos que han hecho mover varias generaciones desde los mas mayores hasta los mas nuevos. Hoy compartimos junto a su familia el dolor y trasmitiremos a las futuras generacione. Quien no bailo un songo, un chaguito, la maquinaria y para completar Que cosa la costurera, son canciones y ritmos que dejo el tren de cuba en cada parada musical. El Baile del Buey Cansado. El ganador de varios premios oscar y el mayor premio el aplauso del publico nos dijo su último adios. El tren que no termina seguira andando por toda cuba y junto a el Juan Formell, por que formell y los van van estan en cada cubano que ame su patria, su cultura y su identidad, en el amigo, en el hermano de otras tierras y más que todo la maquinaria no se apaga, ahora necesita más de sus talentos, hemos perdido un hombre, no una batalla y ante el dolor y la tristeza seguir dando alegria y sabor caribeño a los cubanos es la formula secreta de los Van Van. Por que la Maquinaria no se apaga.
Baysel Acosta Moreno
P del Rio