Otro capítulo más de la guerra contra Cuba
Por Yailin Orta Rivera, especial para la Mesa Redonda
Fotos de Roberto Garaicoa
Otra prueba más de la guerra “no declarada” de Estados Unidos contra Cuba: cuatro ciudadanos de origen cubano, y residentes en ese país, entraron a la Isla con el propósito de «atacar instalaciones militares», y según confesaron, ya desde mediados de 2013 tres de ellos habían viajado en reiteradas ocasiones a Cuba para «estudiar y modelar» sus acciones, las cuales se organizaron bajo la tutela de otros terroristas disfrazados de supuestos «luchadores por la libertad», como Santiago Álvarez Fernández Magriñá, Osvaldo Mitat y Manuel Alzugaray.
El pasado 26 de abril de 2014 las fuerzas del Ministerio del Interior de Cuba detuvieron a estos ciudadanos: José Ortega Amador, Obdulio Rodríguez González, Raibel Pacheco Santos y Félix Monzón Álvarez, y así se desactivó un peligroso plan terrorista que venía fraguándose por más de un año.
Los padrinos de estos mercenarios están unidos fuertemente además al connotado asesino Luis Posada Carriles, autor confeso de varios atentados terroristas internacionales, entre ellos la voladura en pleno vuelo de un avión de Cubana de Aviación en 1976, frente a las costas de la caribeña isla de Barbados, lo cual le costó la vida a 73 personas.
En la biografía de este terrorista, al que da abrigo Estados Unidos, también alcanza relieve el hecho de que entrenó y pagó a otros terroristas de origen centroamericano para «dinamitar» instalaciones turísticas cubanas, acciones que ocasionaron en 1997 la muerte en La Habana del joven italiano Fabio Di Celmo, y heridas a otras personas, así como incontables daños materiales.
Posada estuvo además involucrado en el intento de atentado contra el líder histórico de la Revolución Cubana, Comandante en Jefe Fidel Castro, cuando en el año 2000 pretendió nada menos que volar el Paraninfo de la Universidad de Panamá, que estaría en ese momento repleto de estudiantes.
Ahora, quién lo pone en duda, debe estar detrás de estos personeros su mano peluda. Al experto Iroel Sánchez igualmente le llama la atención que uno de los detenidos fundó en el año 2009 una organización paramilitar que se llama Fuerza Cubana de Liberación y que cuenta hasta con un sitio en Internet. Sin embargo, las autoridades norteamericanas dijeron no estar al corriente de nada de esto, cuando ellos no solo vigilan Internet, sino que registran cualquiera de las organizaciones de esta naturaleza.
Resulta curioso además que estos planes terroristas se hayan organizado e intentado ejecutar precisamente cuando paralelamente existían otros programas secretos ya denunciados, como los de la Usaid y diferentes agencias de Estados Unidos, para usar modernas tecnologías como Internet, correo electrónico y mensajes de texto entre celulares, con las cuales organizar supuestas redes de apoyo a las que movilizar en caso de una «conmoción social».
Es muy evidente que estas acciones violentas de ataques a instalaciones militares cubanas, con la intención de crear pánico y confusión, se parecen mucho al supuesto «estallido social» que esperaban los creadores de ZunZuneo o de Piramideo.
Como diría Iroel Sánchez, hay una sinergia entre los programas de cambio de regímenes que ellos han aplicado y este tipo de acciones terroristas. Demasiada coincidencia que la idea de efectuar estos atentados, que desemboquen en acciones violentas, sean precisamente los planes que se han orquestado en otras regiones del mundo como Siria, Ucrania y especialmente Venezuela.
Paralelamente, se monta otro absurdo, dijo el experto: “Hace pocos días fuimos testigos de cómo EE.UU. incluyó a Cuba en la lista de países terroristas, mientras el escenario de operaciones de sus terroristas es Cuba”.
El experto Lázaro Barredo alegó que este es el papel carbón de otras historias. “Para nadie es un secreto que en el sur de la Florida hay muchas fuerzas que persiguen el derrocamiento del Gobierno cubano. Y hay que escuchar cosas semejantes como las declaraciones del Santiago Álvarez, quien dice que sospecha que se trata de personas pacíficas que buscan el cambio”.
Si alguien duda de quién es Magriñá, basta saber que cuando fue detenido por el FBI tenía en su casa un «pequeño arsenal» compuesto por una ametralladora M11, dos fusiles de asalto Colt AR15 y hasta un lanzagranadas.
Y es él, y otros de su calaña, quienes alentaron y financiaron ahora la fallida «operación» de Ortega Amador, Rodríguez González, Pacheco Santos y Monzón Álvarez, los cuales pretendían irrumpir en una unidad militar, asesinar a soldados y oficiales, y luego promover diferentes acciones violentas. “Solo que tratan ahora de evadir responsabilidades. Van creando todo este ambiente para justificar determinadas acciones. Estos son instrumentos de una política y una estrategia bien orquestada contra Cuba”, precisó.
Reinaldo Taladrid advirtió que las autoridades norteamericanas han dicho que no saben nada. “Pero la historia te enseña que los EE.UU. desde los 60 ha tenido penetración de inteligencia humana y técnica en cuanto grupo existe en la ciudad de Miami. Cuando lees documentos desclasificados de la CIA te das cuenta de que tienen conocimiento de lo que pasa en esos grupos y que eran de conocimiento del FBI. Por razones distintas ellos tienen control múltiple de todas las agencias norteamericanas. Para no hablar de la policía local, que en numerosas ocasiones informa sobre cosas que suceden allí. Por lo tanto, es inadmisible que no estén al corriente de lo que acontece”.
Hizo notar que además, quienes generalmente vienen a Cuba lo hacen por problemas económicos, y por eso se dejan reclutar. “Y puede que haya algún incauto que no vincule esto a Posada, pero en mi opinión, puede estar convaleciente este hombre y desde la cama él participaría en la fase de ideación de cualquier delito de este tipo. Además, cuenta con varios lugartenientes que pueden ejecutar sus proyectos”.
“Hay una especie de pecado original con Cuba. Estados Unidos no hace concesiones con nosotros. Por eso siguen dejando hacer contra este país”. A lo que se suma que el Congreso de los EE.UU. no dedica menos de 20 millones de sus fondos públicos para programas que pretendan derrocar a este Gobierno.
Lázaro Barredo comentó que la Usaid es la punta de lanza de los programas subversivos. A lo que Taladrid añadió que la CIA siempre ha pagado a periodistas locales para erosionar la credibilidad de los medios. “Esta es la preparación artillera. Es parte de esa estrategia. Pero que nadie piense que la parte dura, el garrote, ha cambiado. En el caso de los viajes a Cuba el propio Obama, en la FNCA, dijo que va a autorizarlos para los cubanoamericanos, pero dice que no por una razón humanitaria, sino porque es nuestra principal estrategia para la política. Pero entonces no libera el turismo de los norteamericanos a Cuba. Los norteamericanos tienen que tener un permiso para poder viajar a nuestro país”. Y mientras se hacen los que ablandan por un lado, arrecian el bloqueo y permiten e incentivan la subversión y los hechos terroristas.
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