Sancti Spíritus: cinco siglos después
Por Yailin Orta Rivera, especial para la Mesa Redonda
Desde 2011 hemos comenzado a asistir a la fiesta del medio milenio de las villas fundadas por los españoles a su llegada a Cuba, fechas que no solo marcan el proceso de colonización, sino de transculturación, y en las cuales se sitúan muchas de las raíces de los rasgos que como nación hoy nos distinguen. Pero han sido estos aniversarios, además, pretextos para el impulso de nuevos empeños, como ese más visible de darle a las ciudades un encanto singular con la restauración de sus edificaciones patrimoniales o de aquellas en las cuales se expresa la vida socioeconómica con más fuerza.
Ha sido esta también una oportunidad para que los pobladores se detengan en las connotaciones de sus antecedentes, o un motivo más para arraigar al imaginario popular toda la simbología que sustenta su identidad.
En Sancti Spíritus no ha ocurrido de forma diferente a Baracoa, Trinidad o Camagüey, desde 2010 se lanzó la convocatoria por parte de las autoridades para desplegar un amplio programa que denominaron Visión 500 y bajo el cual se concretaron no pocos aciertos. Los presupuestos igualmente se enrumbaron de cara a la efeméride.
Yoel Felipe Gallardo, presidente de la Asamblea Municipal del Poder Popular, lo ha confirmado a la Mesa Redonda, espacio en el que reconoció la intensidad de las jornadas, en las que se recabó del esfuerzo y competencias de todas las instituciones. Así más de 5 millones de pesos se pusieron en función de la restauración de 2 hogares de ancianos, de dos hospitales, y de más de 110 obras.
En otras 200 del sector del comercio y la gastronomía se pusieron recursos, para dignificar los servicios y unos 2 millones de pesos se destinaron a la Cultura, a edificaciones emblemáticas que son parte del carácter de esta villa del Espíritu Santo.
LA MEMORIA
De los años que nos trajeron hasta aquí habló María Antonieta Jiménez, historiadora de la ciudad, quien mencionó entre los hitos fundamentales el momento mismo de la fundación, cuando llegaron los españoles, quienes venían del Puerto de Jagua. “El establecimiento de Sancti Spíritus lo celebramos el 4 de junio porque la fiesta del Santo Patrón cayó ese año en esa fecha, y por ello, haciendo las conversiones necesarias de un calendario hacia otro, advertimos que había sido en esa fecha. En aquella ocasión ofició el sermón el padre Bartolomé de las Casas, porque además de él no había otro clérigo que no fuera el de Baracoa en aquel momento”.
Se estableció así un punto importante en esta zona del país, y se reforzó el poder de la iglesia, al tiempo que comenzó a desaparecer la población nativa con los trabajos forzados.
La ganadería, el principal trabajo de esta zona, comenzó a incentivarse a partir de 1536, así Sancti Spíritus comenzó a convertirse en un emporio ganadero que duró más de cuatro siglos. La experta advirtió que siempre hemos conocido del contrabando de Bayamo, pero en este pueblo también se generó esa fuerte desviación. “Los ataques de corsarios y piratas se fueron llevando el patrimonio de esta villa, pero después los vecinos comenzaron a empoderarse en contra de esos saqueadores”.
Con el curso de los años se dieron sucesos importantes, dijo, de los cuales se derivó el establecimiento de la ciudad en este lugar, y comenzó a desarrollarse el patrimonio tangible de este pueblo que hoy estamos defendiendo.
Como un hecho relevante, que sintetiza el modo de ser del espirituano, mencionó que cuando La Habana cayó en manos de los ingleses, mandaron a los habitantes de esta región a rendirle pleitesía al rey inglés y ellos rechazaron ese pedido. En otra ocasión pretendieron vender la Isla, y ellos una vez más se opusieron a estos propósitos.
Entre estos notables antecedentes también se ubican las figuras que le aportó a nuestras guerras de independencia ese pueblo. Como hombre cumbre Serafín Sánchez Valdivia, quien estuvo en la Guerra de los Diez Años, en la Guerra Chiquita y en la del 95. “Tuvo condiciones especiales para ser un hombre de extrema confianza de Martí y de Máximo Gómez, y nos enorgullecemos de que sea uno de nuestros patriotas insignes”.
“Honorato del Castillo es iniciador de la Guerra de los Diez Años, y fue un espirituano eminente, como lo fue José Miguel Gómez y Gómez. En la última etapa de lucha, Sancti Spíritus estuvo entre los pueblos liberados por el Ejército Rebelde, y sus hijos también se le unieron. Uno de los momentos más significativos fue la toma de Yaguajay, donde el Comandante Camilo Cienfuegos patentizó sus condiciones de líder guerrillero”.
El 6 de enero de 1959, en horas de la madrugada, llegó al Parque Serafín Sánchez, el Comandante en Jefe Fidel Castro encabezando la caravana que se dirigía a la capital del país. Miles de espirituanos vitorearon al jefe de la revolución triunfante quien les habló desde uno de los balcones de la sociedad El Progreso. En sus primeras palabras a los espirituanos dijo:
“Si las ciudades valen por lo que valen sus hijos, si las ciudades valen por lo que se han sacrificado en bien de la patria, si las ciudades valen por el espíritu y la moral de sus habitantes, por el fervor de sus hijos, por la fe y el entusiasmo con que defienden sus ideas, Sancti Spíritus no podía ser una ciudad más. Y si las ciudades se admiran y los pueblos se quieren por lo que han tenido de fe en las horas difíciles, es lógico que hacia esta ciudad como hacia otras especialmente en nuestra patria, sintamos nosotros especial cariño”.
SU CULTURA, SU GENTE
Roberto Raúl Vitlloch, director de Monumentos y sitios históricos, se detuvo en el patrimonio tangible de 80 hectarias, declaradas monumento nacional, y en las 27 de su periferia que tienen valor histórico cultural.
“Tiene una trama urbana como un plato roto en un terreno ondulado, donde se van diferenciando las diversas épocas de su historia con su arquitectura. La formación de las plaza tiene un orden, la Plaza Mayor data de 1522 y a partir de ahí surgen la Plaza de la Ermita de Jesús en 1689 y la Plaza de la Ermita de Veracruz en 1690. Por su parte, el parque Serafín Sánchez viene de 1914”.
Esa riqueza de estilos arquitectónicos ensancha las virtudes de esta ciudad, en la que también constituyen hitos de su arquitectura sus murales y sus monumentos.
En su opinión, la propia restauración de estos lugares de cara al 500 aniversario, favoreció que el espirituano comenzara a redescubrir su ciudad y a apuntalar su autoestima.
Juan Eduardo Bernal, presidente de la Sociedad Cultural José Martí, sostuvo que el imaginario es uno de los elementos fundamentales para darle trascendencia a la cosas. “Por ello insisto en el valor de las leyendas, de las tradiciones orales… que han llenado de contenido muchos de los objetos y los espacios de esta villa. Sancti Spíritus es de esas sociedades que tejen mitos, y la permanencia de ellos dice mucho de la conservación de un pensamiento”.
Es un sujeto popular que ha actuado en la formulación de una nueva forma de encontrar su música. La fiesta del Santiago, por ejemplo, es el resultado de un conjunto de prácticas y de reservas económicas, y el uso de la guayabera igualmente es un fenómeno muy importante. La prenda es un sentido de comunicación con el pasado, pero tiene una actualidad. La guayabera forma parte de la vida.
Carlos Eduardo Enríquez, director de Cultura, hizo énfasis en que se han abierto un grupo de espacios y de opciones. “Este es un programa que coincidió con la Semana de la cultura en la provincia. Ha habido conciertos, exposiciones… También las sedes de la Oficina del Conservador y el Centro de Interpretación, junto a su maqueta, fueron inauguradas como parte de las actividades por el 500 aniversario de la fundación de la villa. Asimismo el Museo Casa Natal Mayor General Serafín Sánchez abrió sus puertas después de una reparación integral.
Haga un comentario.