Más de 4 500 estudiantes egresarán de las escuelas formadoras de maestros
Por Yailin Orta Rivera, especial para la Mesa Redonda
Fotos de Roberto Garaicoa
En este curso escolar, en Cuba se desarrollará la primera graduación de más de 4 500 estudiantes formados en las escuelas pedagógicas, una modalidad de estudio que se retomó hace unos 4 años, en la que ya hay una matrícula superior a los 20 mil alumnos. Esta nueva concepción no solo permitirá cubrir el déficit de maestros en las enseñanzas Preescolar, Primaria y Especial, sino que favorecerá un grupo de transformaciones que se pretenden desplegar en estos niveles de cara al fortalecimiento del proceso docente educativo.
De la experiencia en estas escuelas formadoras de maestros, que no renuncian a lo mejor de las tradiciones del magisterio cubano, dialogaron en la Mesa Redonda de este martes, varios egresados que están a punto de titularse.
Entre las ventajas, según Dariatna Beatriz Acuña, están la preparación que han recibido que a la vez exige una autopreparación. “Desde el primer año hasta el cuarto hay que afianzarse para salir preparados y poder transmitirlos en la actividad docente”.
Viviana Sierra refirió que en 9no grado se requiere de 80 puntos como mínimo para entrar a estas escuelas. “También tenemos posibilidades de cursar estudios superiores al concluir el cuarto año. Y permite la formación en cuatro especialidades: Maestro primario, Educación Preescolar, Enseñanza especial y en este último año se introdujo el maestro de Inglés”.
Dariatna sumó que estas escuelas permiten la formación de maestros con responsabilidad y les abre las puertas para hacerse licenciados. “Los planes de estudio posibilitan la preparación para exámenes de ingreso y su aprobación exitosa para lograr un maestro a la altura de lo que requiere el país”.
Liván Alonso Rodríguez aportó que la incorporación de los varones al servicio militar cuando se gradúan permite la formación de los jóvenes para la defensa de la Patria, y para la vida, por un período de 14 meses. “En este tiempo se mantienen las visitas a los centros educacionales, y existe seguridad en las plazas, pues tienes una ubicación previa”.
En el ejercicio de culminación de estudios, explicó Liván, se opta por dos modalidades: la clase práctica o el tribunal especializado.
Los jóvenes coincidieron en que estas escuelas pedagógicas cuentan con un buen claustro, con buenos tutores y se asegura una educación gratuita y universal. También se detuvieron en la importancia del maestro y a su papel protagónico en la sociedad.
Viviana Sierra se remontó a su infancia, cuando el juego a la escuelita era el de su predilección. Sobre ello influyó la familia y los maestros con su ejemplo. También refirió su participación en círculos de interés, en eventos de monitores…, todo lo cual fue sedimentando su vocación por el magisterio.
Luego, dijeron, la escuela pedagógica dota de herramientas para una proyección educativa y pedagógica. La Psicología les aporta comprensión de los procesos y una mayor cercanía a las peculiaridades de los estudiantes.
También resaltaron el valor de asignaturas para la formación general que los dotan de elementos sobre las artes, el medio ambiente, el comportamiento cívico, etc…
Claudia Barbosa Elisarde precisó que su cercanía ala educación especial viene de su madre maestra, de sus buenos profesores a lo largo de la vida, de la importancia de la lectura sobre pedagogos cubanos, la visita a escuelas con niños con necesidades educativas especiales y de ver de cerca los avances y expectativas de estos seres humanos. “Se trata de una carrera de infinito amor, compresión y calidad humana.
La moderadora de este espacio, Cristina Escobar, provocó a los panelistas para que se refirieran al problema del fraude. Liván consideró a partir de lo acontecido recientemente, hay que sacar lecciones. “Hay que refrendar la educación desde la seguridad, los conocimientos y la formación correcta del individuo sobre bases como la honestidad y la sinceridad. El maestro debe ser ejemplo. El fraude es un problema de valores que compete a padres, estudiantes, maestros y a la sociedad. El maestro tiene el compromiso de cumplir con la misión formativa del estudiante”.
Para Dariatna, las vías para solucionar estas manifestaciones son encaminar a los alumnos hacia el estudio. “El maestro tiene el reto de aportar cualidades, principios, habilidades, conocimientos, para que el estudiante se enfrente con solidez y asuma el estudio con sistematicidad. El éxito tiene que lograrse con el sacrificio y no en lo ilegítimo, lo fácil”.
Liván, quien es creador de un círculo de interés en Mayabeque, comentó sus experiencias en la captación y selección de los alumnos, en la atención en la enseñanza primaria, en la manera de mostrar las aristas de la profesión, los valores del maestro e inculcar el amor por el magisterio, la escuela.
Liván expuso muchas de las motivaciones que vienen de la primaria, que se forman en el círculo de interés y que por eso le surgió el deseo de hacerse maestro y de transmitir el amor por la docencia.
Claudia refrendó su satisfacción por la preparación para trabajar con la enseñanza especial. Así como Dariatna aludió a los sentimientos enriquecedores que tiene cuando se enfrenta a un aula y luego ve los resultados.
Estos estudiantes que se gradúan de las escuelas formadoras de maestros son una nueva generación que debe revolucionar la escuela y constituyen un refuerzo para quienes están hoy al frente de las aulas.
El sistema nacional de enseñanza está hoy en un proceso de perfeccionamiento que abarca todos los niveles. Hace 26 años que no se realiza un cambio de currículo, y desde el curso pasado se comenzó este estudio.
Estas escuelas formadoras de maestros tienen sus antecedentes en las que se fundaron en los años 70 y tuvieron gran tradición, hoy el país tiene 22 de esos centros, con una matrícula de aproximadamente 20 000 estudiantes, que se preparan para ser maestros de Primaria y Educación Especial, así como educadoras de círculos infantiles. También se preparan maestros especialistas en idioma Inglés para la enseñanza Primaria, aunque la matrícula es inferior pues la experiencia en este sentido comenzó el pasado curso escolar.
Su diploma de graduados avala que han alcanzado el nivel medio superior, o sea, equivalente al bachillerato. Sin embargo, para ingresar a la Universidad solo podrán hacerlo en carreras de su propio perfil pedagógico y luego de realizar un año de habilitación, que cuenta como el primero de la licenciatura, y en el cual también recibirán la preparación necesaria para las pruebas de ingreso.
No considero justo que con la realidad del país con esta especialidad , tengan que enfrentar las pruebas de ingreso , la universidad pedagógica debe buscar la manera de motivar con esta ventaja , y asumir la responsabildad de prepararlos bien para enfrentar la universidad sin que ello constituya una condición, pues hoy ni los alumnos ni las familias desean esta carrera ¿ cuál puede ser el gancho sino éste?
Considero muy acertado colocar en los temas de la mesa redonda la formación de los profesionales de la educación, pues necesitamos que toda la sociedad coopere para que se in crementen las matrículas en nuestros centros formadores, pues sin mestros, sin educadores y sin profesores es muy difícil construir la sociedad que queremos. Sin ellos no habría ingenieros, médicos, arquitectos, técnicos medios, obreros calificados ni personas de otras miles de profesiones. Sin embargo, quisiera expresar mi opinión en relación con la necesidad que tienen los reporteros de conocer exactamente cómo se denominan los centros formadores. Las escuelas pedagógicas no son escuelas de formación de maestros ni formadoras de maestros. Se les denomina escuelas pèdagógicas y en ellas, además de maestros de primarios , se forman educadores para los círculos infantiles, maestros para la Educación Especial y maestros de Inglés para la Educación Primaria. La tendencia a decirlo de la otra manera viene de antes, de cuando había escuelas formadoras de maestros, pero además existinan las escuelas de formación de educadoras para círculos infantiles (EFECI). Es preciso diferenciar los términos, porque la educación de los niños de edad preescolar no se limita al grado preescolar sino que es muy sensible y requiere que los estudiantes sepan que se llamarán educadores que es como se les califica en la Educación Preescolar y que su labor la desarrollarán con niños de la primera infancia (de 0 a seis años) Disculpen mis precisiones, pero como verán, hasta el título de este trabajo tiene ese error: “Más de 4 500 estudiantes egresarán de las escuelas formadoras de maestros” Muchas gracias