El combate contra el cáncer
Por Yailin Orta Rivera, especial para la Mesa Redonda
Fotos de Roberto Garaicoa
El cáncer es un grupo de 203 padecimientos con patrones epidemiológicos disímiles; unos responden a causas probadas de enfermedades infecto-contagiosas –por ejemplo, el cáncer cérvico-uterino, directamente relacionado con el papiloma virus humano (enfermedad de transmisión sexual)–, y otros están ligados a la genética, la herencia, los factores medioambientales o de riesgo, como el hábito de fumar. Por tal motivo, los diversos profesionales que estudiamos el cáncer y nos ocupamos de él como un asunto de interés para la salud pública debemos tener un enfoque muy amplio, explicó la Doctora Teresa Romero.
“Dentro de este marco de más de 200 localizaciones, el real problema de salud pública se concentra en un pequeño grupo de mayor incidencia, que reúne el 85 % de la carga de mortalidad. Estos son el cáncer de pulmón, de la mama femenina (este se manifiesta también en el hombre, pero no constituye un problema para la salud pública al ser pocos los casos), de próstata, de colon y de cérvix”, precisó.
La tendencia del cáncer continúa siendo creciente en el tiempo, a lo que contribuye el proceso de envejecimiento al que se enfrenta hoy la nación. El grupo poblacional más afectado es el de mayores de 60 años, aunque sin ser aún representativo, hay tumores en los que la edad de aparición ha ido disminuyendo.
Cuba viene desde hace muchos años preparándose para este momento. Que el cáncer sea la primera causa de muerte es un problema para la salud y la felicidad públicas, porque salud es bienestar; pero ello no impide que tienda a ser controlado.
“La noticia de que esta pasara a ser la primera causa de muerte en Cuba no nos sorprendió. Sabíamos cuán probable era porque existía una tendencia sostenida y sistemática de disminución de la mortalidad por enfermedades cardiovasculares, siempre negativa y de mayor magnitud, en comparación con el cáncer”.
La Doctora Teresa Romero comentó que desde 2007 “habíamos hecho un pronóstico de que eso iba a suceder, y nos preparamos con programas y estructuras que recogen no solo la experiencia de Cuba, sino lo que ocurre en el mundo. El cáncer es un problema mundial, y requiere buscar las experiencias del mundo y del país, pero tiene que tener un enfoque local”.
En el caso de nuestro país, dijo, dentro de los factores de riesgo se encuentra el consumo nocivo del tabaco, las dietas que hacen daño a la salud y los alimentos que no son seguros, así como el consumo de bebidas alcohólicas. También la falta de ejercicios físicos influye.
Para el diagnóstico y seguimiento de estos “hemos integrado a todo el sistema de salud, y hay una localización básica desde los consultorios y los policlínicos, porque a través de la regionalización asistida organizamos el trabajo. Está también la atención hospitalaria por niveles, por ello en el Oriente del país, en Santiago de Cuba se regionalizan varios sistemas de especialización, en el Norte Oriental tenemos a Holguín también con un alto nivel de especialización, e igual ocurre en Camagüey, Matanzas, Villa Clara y La Habana. Y concluimos en la institución de mayor nivel que es el Instituto Nacional de Oncología y el Hermanos Ameijeiras”.
Dentro de este esquema estructural, se integran también acciones comunicativas. Hay una comunicación para el personal médico, a quienes orientamos y capacitamos para que las personas puedan sumar a los demás a asumir prácticas preventivas muy necesarias como las pruebas citológicas, y también comunicamos las políticas públicas para disminuir el consumo de tabaco, que es un gran factor de riesgo, así como promovemos que se hagan ejercicios físicos.
El Doctor Jorge Luis Soriano García compartió que no hay un aumento proporcional del número de pacientes con cáncer que se corresponda con el número de muertes. Al tiempo que refirió que esta enfermedad es un fenómeno que está ocurriendo a nivel mundial donde se han logrado avances en los tratamientos, y en los avances para su enfrentamiento. En nuestro país también genera esta enfermedad una sobrecarga asistencial que nos puede tensionar si no superamos la obsolescencia tecnológica, por ello se está trabajando en este sentido para aumentar la cobertura de tratamientos como las radioterapias.
El uso de tratamiento oncológico ha aumentado igualmente, “en 1999 teníamos 28 fármacos, y hoy tenemos 67 en la carpeta de productos oncológicos. En estos momentos la industria se incorpora a este plan. El costo de los tratamientos cada vez es más alto y a diferencia de otros países, el acceso a ellos es completamente gratuito para los cubanos”.
Reconoció que este año se ha trabajado intensamente para que “no nos falten fármacos, pero hemos atravesado circunstancias con algunos de ellos, pero queremos que la población se sienta segura, porque el sistema de control de materia prima logró que se conociera que había problemas, y en próximas semanas se recuperará su producción”.
Advirtió que se está pasando a una medicina más específica, menos convencional. Y en los próximos años tendremos un diagnóstico más preciso por parte de los departamentos de anatomía patológica. “Van a hacer el procesamiento con técnicas novedosas que determinarán sustancias que son generadas por el tumor, y se sabrá la efectividad de un tratamiento. Es una técnica que se hace en el país hace más de 30 años, pero se inserta una nueva tecnología, con lo que se lograrán mayores rendimientos. Esto ocurrirá en el Oncológico y en el Hermanos Ameijeiras”.
La Doctora Caridad Verdecia hizo énfasis a que el 60 por ciento de los enfermos en edades pediátricas son del sexo masculino. “Hoy la mortalidad por cáncer es el segundo lugar en las muertes pediátricas y unas 300 familias están afectadas por esta situación cada año en Cuba”. Precisó que tenemos 9 centros que nos permiten tener todo un control de esta realidad a nivel nacional. Y que se hace un levantamiento de sus condiciones en el lugar, porque la atención que se tiene con estos pequeños no es solo de tipo médica, sino también social. El trabajo sistemático ha permitido que más de 2 500 de ellos han sobrevivido.
El Doctor Agustín Lage dijo que cada día estamos en condiciones de diagnosticar más temprano para curar lo curable y lo que no, darle tratamiento de enfermedad crónica de larga supervivencia, igual que la diabetes, la hipertensión…Esto es a lo que el Doctor denomina como un cambio de paradigma en el control del cáncer en Cuba.
“No se trata solamente de que pongamos más medicamentos, sino que la investigación científica comienza a producir un nuevo tipo de medicamentos más específicos que son menos tóxicos y que se pueden utilizar más tiempo. Por ello queremos convertir al cáncer en una actividad crónica. En la medicina hay enfermedades que duran toda la vida, que son de larga duración y que generalmente no se pueden curar, pero eso no quiere decir que no se pueda controlar”.
“Estamos tratando de vivir una nueva situación para la que tiene que reaccionar la industria, el sistema de salud, y la percepción cultural de la sociedad. Porque para lograr el enfrentamiento del cáncer no basta con que tengamos una industria biotecnológica nacional que produzca un producto, o que logremos una investigación muy certera, también es necesario contar con un sistema eficiente de salud pública”.
La Organización Mundial de la Salud pronostica 20 millones de casos nuevos en 2030, por lo que la sociedad tiene que prepararse para esto, así como el dispositivo científico y el sistema de salud.
Vale felicitar a los cientos de pacientes curados con malignidades hematológicas, especialmente a los niños con leucemia linfoide aguda, padres de familia, allegados a los niños, y a los profesionales de la Hematología, enfermeros y técnicos, entre otros, que han contribuido a un resultado sin precedentes en Cuba. He sido testigo, desde mi etapa de formación como especialista, del esfuerzo y la consagración de muchos en función de la vida y la salud de los niños con diagnóstico de leucemia; de la asimilación de modernos protocolos terapéuticos y la integración seria a grupos cooperativos de trabajo en el mundo; del seguimiento esmerado y registro de los datos de cada paciente; del sorteo de dificultades para disponer de los recursos necesarios; de la voluntad de Cuba para lograr tan nobles propósitos. No es un secreto que no hay gozo mayor que hacer por la felicidad de los seres humanos. Aprovechemos la enorme experiencia atesorada hasta hoy, el alto nivel de quienes prestigian la lucha contra este tipo de cáncer, y la riqueza propia del debate científico cuando es franco, polémico, indagatorio y abierto. Asimilemos el espacio de la ciencia, que incluye la Biotecnología, en el control de la leucemia. Llegue la felicitación sincera, en nombre del Capítulo Villa Clara de la Sociedad Cubana de Hematología, a los protagonistas de este logro en todo el país.
No es un secreto que no hay gozo mayor que hacer por la felicidad de los seres humanos. Es un desafío posible la reducción de la mortalidad por cáncer en el 2015 y en los próximos años. No puede intimidarnos el tiempo de generación más corto de las células malignas y no podemos estar quiescentes ante su rápida proliferación. Nuestro accionar tiene que ser tanto o más exponencial que el crecimiento que presentan los tumores a su inicio. Ha de ser nuestra cinética profesional, tanto la preventiva como la asistencial, mayor que la que distingue a los tumores. Asimilemos el espacio de la Biotecnología en el control del cáncer, el caudal de buena información que se publica y el espectro de los intercambios que se promueven. Crezcamos con el intercambio científico y la práctica médica responsable, para promover sanos estilos de vida, prevenir malignidades, ser sagaces en el diagnóstico y certeros en la conducta a seguir. Invitémonos a compartir el saber e ir de la mano del cariño y la esperanza de nuestros pacientes.
PODEMOS VENCER AL CÁNCER
Me permito hacer referencia a una temática relevante para la vida y la salud. La reflexión estará acompañada de la exhortación. La primera es sincera y en nombre de una comunidad universitaria que gana conciencia de la importancia de los factores de riesgo. La segunda es necesaria ante la dimensión del problema de salud que representa el cáncer. La epidemiología y las estadísticas de Cuba y el mundo, apuntan hacia la prioridad de la prevención, el diagnóstico temprano y el tratamiento correcto. Que sea el cáncer la primera causa de años de vida potencialmente perdidos y la segunda causa de muerte desde hace más de 40 años, justifican el análisis y la reflexión a fondo. Más de 14 000 cubanos fallecen anualmente por tumores malignos, e incrementan considerablemente su incidencia los de próstata, intestino, tráquea, bronquios, pulmón y mama. Desconcierta que no se comprenda aún que el tabaco, la dieta inadecuada y las infecciones son responsables de la mayoría de las neoplasias (≈ 80 %). De ahí la necesidad de fortalecer las acciones desde edades tempranas, tanto en el seno familiar como en las instituciones educativas y la sociedad en su conjunto.
Estimula saber que más del 40 % de las malignidades son prevenibles, que cada día crece la posibilidad de curación, y que la calidad de vida de las personas con cáncer se puede mejorar. Es un desafío posible la reducción de la mortalidad por cáncer en los próximos años, a expensas, fundamentalmente de las siguientes localizaciones: cuello del útero, mama, pulmón, colon y próstata.
Ante la proliferación celular desordenada del cáncer, debemos oponer un elevado nivel de organización del sistema sanitario cubano. Si él invade los tejidos, nosotros debemos «invadir» los medios de difusión y los más variados entornos para promover sanos estilos de vida. En sentido contrario al efecto negativo de las metástasis, nos corresponde llegar con el mensaje salubrista a todas las distancias posibles. Si el cáncer puede aparecer en cualquier tejido u órgano, a cualquier edad, ¿por qué no podemos intervenir en cualquier lugar, durante toda la vida, procurando más salud para todos? Si suele haber una respuesta inmunitaria frente a los tumores, también puede existir una «respuesta comunitaria» frente al desafío que representa la morbilidad y la mortalidad elevadas por cáncer.
Quiero agradecer como paciente del Instituto de Oncologia y Radiobiologia, a todos los trabajadres de ese centro, alli desde que usted llega el custodio lo atiende bien,los trabajadores de servicios, secretarias, médicos y residentes, son muy amables y profesionales, la atencion es muy adecuada y eficiente, las condiciones magnificas, los tecnicos de radioterapia, en fin MUCHAS GRACIAS A TODOS y a nuestra revolución que lo ha hecho posible y a ese Comandante invencible que fue el creador de todo lo que tenemos en la salud de forma gratuita, hay que padecer esta enfermedad para valorar lo que recibimos, muhas, muchas gracias a todos
Todos podemos de una forma u otra luchar contra el cáncer pienso que se puede desde todos los niveles de atención ya sea de la atención primaria como promoviendo hábitos saludables a la población haciendo un diagnostico oportuno pesquisando de forma permanente en la consulta o el terreno pienso que así todos aportamos nuestro granito de arena en esta lucha por la vida de aquellas personas que hoy pueden estar enfermas y por las que no lo están