Por Yailin Orta Rivera, especial para la Mesa Redonda

Fotos de Roberto Garaicoa

Esta es una apretada síntesis del caos: más de 2 000 mujeres y niños están secuestrados en Iraq por las fuerzas terroristas del Estado Islámico (EI) y otro periodista norteamericano fue decapitado por estos mismos extremistas; mientras, tras casi una semana de calma y de haber alcanzado un alto al fuego con Israel, Gaza volvió a ser escenario de agresión por parte del gobierno sionista, que ha dejado una estela de muertes en este país, en apenas 51 días, de más de 2 100 palestinos; y como si no fuera ya demasiado, muy cerca de estas fronteras  el Ejército sirio está realizando operaciones para recuperar la base aérea perdida en Los Altos del Golán, “gracias” al apoyo de Israel a los yihadistas, los mismos que difundieron imágenes de unos 130 soldados sirios secuestrados que aseguraron haber ejecutado.

Son cápsulas noticiosas tomadas al azar que retratan los dramáticos episodios vividos recientemente por los pobladores del Medio Oriente, signados por la maldita circunstancia de que sus tierras sean prodigiosas en hidrocarburos. Estos recursos, a la larga, son el telón de fondo de toda esta política de desestabilización y de recolonización por parte de las potencias occidentales.

El conflicto de Israel contra Gaza, en opinión de la Doctora María Elena Álvarez, tiene fuertes prolongaciones hacia Estados Unidos. “Cuando uno de los palestinos muere, los norteamericanos están involucrados, porque ellos fueron los que armaron al ejército sionista en esta región, no solo para asegurarse un aliado indispensable, sino para desplegar el diseño de su hegemonía en esta parte del mundo”.

Para el analista Leonel Nodal, es importante destacar la revalorización que han hecho de su resistencia los residentes en Gaza, lo que ha permitido no solo dejar muy mal parado a Israel en el contexto internacional, sino que ha demostrado que solo con esta postura se puede llevar a Israel a un espacio de negociación. “Lo que está ocurriendo en las últimas horas, dijo,  es una expresión de la necesidad que tiene el gobierno israelí de demostrar que no salieron derrotados, y aunque su superioridad militar es evidente, salieron desfavorecidos desde el punto de vista político en la arena internacional”.

Añadió que esta contundente respuesta del pueblo palestino, puso igualmente en evidencia el papel timorato de una serie de gobiernos que solo presta una ayuda verbal a la causa palestina, pero que no van más allá. “Le hicieron el juego a la agresión israelí”.

Explicó en la Mesa Redonda de este martes que acaban de publicarse unas declaraciones, “que no son públicas, sino referidas, que dicen que el presidente de la autoridad palestina quiere llevar la solución de este conflicto de una manera no ortodoxa, en la que plantearía la solución de la situación con la construcción de un estado palestino con o sin negociación, con la recuperación de las fronteras de antes de 1967. Lo que pasa es que Israel ha hecho caso omiso a esto, y ha ocupado cada vez más el territorio de los palestinos, en estos días, por ejemplo, acaban de confirmar la confiscación de 400 hectáreas de tierras que ahora pasan a ser de titularidad israelí. Solo van dejando bolsones de poblados en Cisjordania, de manera que va siendo un poco inviable la creación de un estado palestino. Ese es su objetivo, aunque esta guerra le haya costado millones de dólares, a contrapelo de sus presupuestos para fines sociales”.

Sin embargo, sostuvo el experto, por otra parte se está encauzando la construcción de la unidad palestina, y Hamas está favoreciendo una atmósfera positiva.

El analista Lázaro Barredo argumentó que Netanyabu está tratando de presentar las acciones como una gran victoria, sin embargo, Israel no destruyó a Hamas, y desde el punto de vista político, la desproporcionalidad de los ataques hizo que perdieran apoyo internacional. “Se les han creado problemas igualmente hacia lo interno, por el uso del presupuesto con fines bélicos. El propio Netanyabu, quien antes de comenzar esta guerra contaba con un 80 por ciento de aceptación, hoy tiene solo un respaldo popular de un 38 por ciento, según demuestran las encuestas”.

Por su parte, la Doctora María Elena Álvarez insistió en que “cuando Israel perpetra uno de estos actos genocidas contra Gaza, me parece estar viendo a Estados Unidos disparándole a Gaza. Porque le da dinero hasta para el entrenamiento de sus tropas a Israel, y esto no ocurre porque tengan un sentimiento en particular contra los palestinos, sino contra todo el mundo árabe.  Lo que está pasando en Gaza no está desvinculado de lo que ocurre hoy en el Medio Oriente”.

El propio Iraq, destacó Lázaro Barredo, está a punto de desaparecer. “El país está totalmente desmembrado: por un lado más de un tercio del territorio está en manos del Estado Islámico, y por el otro se están saqueando los recursos que están en el kurdistán. Los desplazados de esta población son más de 600 mil, y las reacciones de los organismos internacionales son muy tímidas, muy pálidas. Ahora es que la ONU está hablando de enviar a Iraq una comisión”.

En este territorio, comentó, Estados Unidos ratifica su presencia intervencionista, primero con la guerra y ahora con el despliegue de sus fuerzas aéreas. Mientras casi todos los países de la Unión Europea lo que han hecho es fortalecer el gobierno Kurdo que se ha instalado, algo que va a crear problemas más serios.

No pocos analistas siguen responsabilizando a EE.UU. con este conflicto. Todo esto ha demostrado además que el egendro se volvió en contra de los propios estadounidenses, quienes armaron a los yihadistas, que hoy conforman el Estado Islámico, por su conveniencia en el enfrentamiento a Bashar al-Assad.

María Elena Álvarez argumentó que EE.UU. comenzó a bombardear en Iraq cuando vio que el petróleo corría peligro, antes no le importó la postura extremista que asumían en Siria las fuerzas que hoy componen el Estado Islámico. “La guerra en Siria tiene tres años, y como lo que les interesaba era el derrocamiento de Bashar al-Assad, nunca vieron a los yihadistas como un problema,  que además, hay que aclarar que no creo que todos sean sunitas, ahí debe haber mucho mercenario también. De hecho, en Siria la situación es más compleja que en Iraq. Y es cierto que en el Medio Oriente hay problemas étnicos, confesionales, pero también los han exacerbado para generar esta desestabilización”.  A lo que Lázaro Barredo sumó que a río revuelto ganancia de pescadores.

En Libia, donde Estados Unidos igualmente extendió sus tentáculos, la realidad tiene tintes semejantes. Leonel Nodal precisó que ese país está totalmente dinamitado, con múltiples grupos armados. “Tiene la novena reserva de petróleo, y hoy estas son fuentes para el contrabando. Igualmente reina el desgobierno: hay dos parlamentos, ha habido cinco presidentes… y de todo esto se han aprovechado los ladrones internacionales de las financias. De hecho, hay un millón de millones de dólares que estaban en bancos y que les han sido expropiados, por lo que difícilmente regresen al poder. Es un atraco a mano armada. Destruyeron un país influyente en África y luego las potencias occidentales se desentendieron. Hoy la guerra civil que se ha planteado allí se va complicando y nadie sabe cómo va a terminar esa situación”.

En la Mesa Redonda se respondieron las siguientes preguntas sobre la situación actual en el Oriente Medio: ¿Hacia dónde se dirige el conflicto palestino-israelí tras el genocidio de Gaza? ¿Cómo siguen actuando las fuerzas extremistas en Irak y Siria? ¿Por qué el caos actual en Libia?

El conflicto de Israel contra Gaza, en opinión de la Doctora María Elena Álvarez, tiene fuertes prolongaciones hacia Estados Unidos.

Para el analista Leonel Nodal, es importante destacar la revalorización que han hecho de su resistencia los residentes en Gaza, lo que ha permitido no solo dejar muy mal parado a Israel en el contexto internacional.

El analista Lázaro Barredo argumentó que Netanyabu está tratando de presentar las acciones como una gran victoria, sin embargo, Israel no destruyó a Hamas, y desde el punto de vista político, la desproporcionalidad de los ataques hizo que perdieran apoyo internacional.

Estados Unidos ratifica su presencia intervencionista, primero con la guerra y ahora con el despliegue de sus fuerzas aéreas.