ISDI: 30 años sembrando diseño
Por Yailin Orta Rivera, especial para la Mesa Redonda
Fotos de Roberto Garaicoa
El Instituto Superior de Diseño Industrial (ISDI) está de cumpleaños, y sus principales protagonistas han decidido presentar el aniversario con la frase 30 años sembrando diseño, porque según Sergio Luis Peña, rector de este centro de altos estudios, falta mucho camino por andar, “y tenemos mucho que hacer para fertilizar el escenario donde plantamos la semilla”.
La expresión tiene sus raíces en el hecho de que todavía en Cuba no se valora en toda su dimensión la necesidad del diseño, y hay quien sigue pensando que esto solo encarece un proyecto, mientras gastamos lo que tenemos haciendo un producto cargado de chapucerías, de mal gusto y al que dedicamos nuestros pocos recursos desdeñando el peso tremendo que tiene el diseño en la garantía de la calidad.
El experto defiende el criterio de que el diseño es una profesión que se anticipa a los procesos, en aras de generar mejor bienestar y calidad con la producción material que se despliegue, por ello es preciso ganar en una cultura material que redunde en fabricaciones más eficientes y funcionales, y en consumos más lógicos y coherentes.
Sergio Luis puntualizó que desde que el hombre sintió la necesidad de hacer algo comenzó el diseño, pero que es una profesión muy joven. Escasas notas hacen la historia del diseño en Cuba antes del triunfo revolucionario de 1959. Incluso, luego de que este acontecimiento trastocara el rumbo del país, el desarrollo de esta actividad avanzó con lentitud hasta llegada la década de los 80.
La institucionalización del diseño se concretó con la creación de la Oficina Nacional de Diseño Industrial (1980) y con la inauguración del Instituto Superior de Diseño Industrial en 1984, que abrió sus puertas con apenas 50 estudiantes.
Sin embargo, hoy tenemos 1 800 graduados de Diseño repartidos por todo el país. Por ello, dijo el Rector del ISDI, hay que aprovechar toda esa inteligencia en función de la solución de problemas, con propuestas más atractivas y funcionales.
Entre los desafíos que tiene esta institución, dijo su Director, está convertirse en un centro de excelencia de la Educación Superior cubana. “Para lograrlo, nuestros profesores tienen que seguirse superando y elevando sus categorías docentes, y tenemos que trabajar mucho más para que nuestros graduados se inserten en el contexto socioeconómico que debemos transformar con funcionalidad y belleza”.
Por eso enfatizó que quieren convertirse en una Escuela de Diseño, en la que sus egresados se parezcan a sus tiempos, con mente entrenada y manos habilidosas, listos para el escenario presente y para los retos futuros, conectados con el cambio, pero con responsabilidad.
El ISDI se dedica a la formación de universitarios en las carreras de Diseño Industrial y Diseño de Comunicación Visual. Milvia Pérez, la decana de la Facultad de Diseño Industrial, explicó que el perfil de esta carrera está enfocado en la formación integral de un joven con capacidad para diseñar productos que tengan una utilidad, como maquinarias, o espacios sociales y laborales…
Precisó que además de las asignaturas básicas, se dan otras disciplinas que reúnen otros importantes conocimientos, porque esta es una actividad esencialmente multidisciplinaria. “Aunque, señaló, la disciplina principal integradora es Diseño Industrial, que demanda la combinación de varios saberes. Esta formación cierra con trabajos de diploma que tienen una utilidad, porque las tesis están en función de una dinámica profesional y social”.
Una vez que egresa del centro, puntualizó, el estudiante puede darle continuidad a su trabajo de diploma con su aplicación práctica, o empeñarse en otros proyectos en función del desarrollo del país.
Sobre los profesores, alegó que hay un equilibrio entre juventud y experiencia. “Son diseñadores y profesores con mucho espíritu de superación, con mucho compromiso con lo que hacen y que generan un ambiente favorable de creación y formación”.
En su intervención insistió en que “nuestra razón de ser son los estudiantes, que constituyen nuestro orgullo y mayor tesoro. Ellos están altamente comprometidos y tienen un rigor en su autoformación”.
Sobre el Diseño Industrial destacó que, a pesar de los casi 900 graduados en estos años, aún es insuficiente su aprovechamiento en el país.
Ernesto Fernández, decano de la Facultad de Diseño de Comunicación Visual, se detuvo en que en este centro se forman creadores que proyectan su trabajo en las historietas, en las plataformas impresas, en la esfera digital y audiovisual. Para estos propósitos el plan de estudio tiene una coordinación vertical del contenido.
Precisó que a veces se piensa que el diseño es solo creatividad, mientras que el perfil de la carrera tiene como méritos importantes tener una teoría de diseño propia y una guía de conducción metodológica.
Entre los resultados del centro, ponderó la reciente elaboración de la identidad de la Fiscalía General de la República, así como otros proyectos que igualmente son ejercicios de clases que están en función de la solución de problemas de la vida cotidiana del país.
Añadió que no obstante deben fortalecer el plan de posgrado, porque “lo que usted aprende en la universidad en materia de Diseño se pone viejo muy rápido”.
En la Mesa Redonda, los panelistas además expresaron que la relación universidad-sociedad, que trasciende el sector productivo para vincularse estrechamente al sector de los servicios y a la política, anima de forma creciente toda la labor del ISDI.
Sobre el ingreso al plantel, único de su tipo en el país, Antonio Berazaín, vicerrector de esta institución, alegó que llevan par de cursos en los que no hacen pruebas de aptitud, lo que sí el estudiante debe decidirse por si desea la carrera de Diseño Industrial o la de Comunicación Visual.
Sobre la formación, compartió que solo no es suficiente la parte instructiva, “porque esta es una profesión esencialmente humanista, que tiene un vínculo muy grande con la realidad que nos circunda, de ahí la importancia que nuestra universidad tenga conexiones permanentes e interactúe con todos los sectores”.
En mi opinión para que todo proyecto tenga vida en una sociedad, se necesita de una economía eficiente! No necesariamente de gran nivel pero si eficiente!
En el caso del diseño urge que la economía sea eficiente para que los proyectos consigan levantarse desde las cartulinas y los dibujos…! Sin una economía eficiente resultara sumamente complejo que el diseño adquiera y responda a lo que la sociedad exige! Por lo tanto lo 1ro que debemos diseñar es el cómo nuestra economía será eficiente!
Luego del factor económico supongo, Creo, que será necesario promover el diseño la creación de un numero mayor de proyectos…!
En cuba no se escucha mucho o quizás no se divulga lo suficiente sobre diseño. De hecho no son pocos los cubanos que ignoran totalmente el tema así como su importancia e influencia en sus propias vidas etc.
En mi opinión deberíamos ser más creativos a la hora de promover… es común ver en un ómnibus -de trasporte urbano- en una pared etc una afiche una foto etc promoviendo a artistas o en ocasiones frases etc pero sin embargo resulta muy raro ver un afiche con un poema, la promoción de un diseño, una obra plástica o fotografía artística, incluso en medio de una supuesta actualización económica los datos números proyectos etc económicos son poco o insuficientemente divulgados… o sea el espacio existe, solo necesitamos usarlo también para otros intereses etc!
Si más personas se dedican al diseño o tienen acceso al diseño pudiese existir la posibilidad que el diseño adquiera mayor diversidad y responda a los intereses de la sociedad etc.
O sea creo que si bien necesitamos con urgencia mayor número de agricultores también necesitamos diseñadores…! diversificar atendiendo a lo que necesitamos o necesitaremos es vital… Una sociedad sin diseño -de calidad- es una sociedad condena a un futuro idéntico al presente!