¿Son compatibles los términos cultura y mercado?
Por Yailin Orta Rivera, especial para la Mesa Redonda
Fotos de Roberto Garaicoa
La política cultural, la creación artística, la economía de la cultura, la defensa del patrimonio y otros temas de interés sobre la cultura cubana actual fueron expuestos por creadores, investigadores y directivos de la Cultura en la Mesa Redonda, que abrió el debate con la siguiente interrogante: ¿son compatibles los términos cultura y mercado?
Tania García Lorenzo, del Centro de Investigaciones Culturales Juan Marinello, explicó que el abordaje de la cultura como conocimiento y como valores no puede vincularse con el eje económico, porque la cultura es sentimiento y se expresa en la vida cotidiana en todos nuestros actos, como también se expresa en el arte, y ese arte traslada imaginación y sensibilidad al cine, a la plástica, a la literatura.
Añadió que el mercado no es una persona ni un enemigo, sino una relación que se establece entre quien vende y compra. “Por lo tanto una mirada a la economía de la cultura empieza desde la producción artística, donde el mercado es un ente más del proceso y no puede descnocerse”.
En su intervención, hizo énfasis en que el acto creativo llega al consumo cultural cuando pasó por todo un proceso. “Pero no podemos confundir mercado con capital. Si en esa relación entre el que compra y el que vende, el capital se apropia de esos espacios, entonces sí hay distorciones, por ello la política cultural es un factor determinante para evitarlas”.
Refirió que la ONEI precisa que como promedio el 4 por ciento del PIB se genera desde la cultura y el deporte, pero esto no quiere decir que sean sectores económicos. Al tiempo que significó que hay quien dice que la cultura es el sector más dinámico de la economía.
Se detuvo en que en el proceso de producción de los bienes culturales participan muchas personas, y nuestros creadores aportan al presupuesto nacional por la vía de los tributos por los ingresos personales. “Así como un factor fundamental es que nuestro sector de producción de bienes y servicios genera exportaciones con esas creaciones que expresan lo mejor de la cultura nacional. Creo que en ello se está trabajando desde todo el sistema institucional de la cultura”.
Para Tania García Lorenzo, es importante que junto con la política cultural, se conozca la política económica de la cultura, que no se administra, sino se promueve.
Nuestra oferta cultural se distingue, dijo, por ser de rigor y esencialmente humanista, porque además entendemos que cuando estamos desarrollando esta producción de bienes y servicios culturales estamos protegiendo el patrimonio cultural, el vivo y el que tenemos atesorado.
“Otro elemento importante es que todo lo que se ingresa en este sector es reinvertido en la cultura. Y ello es así por responde a la conciencia imprescindible de que todo lo que se reinvierta en la cultura no es un gasto, sino una inversión”.
También destacó que respaldar un pueblo culto y movido hacia la creación, es generar una prosperidad social. “Tiene que haber una concepción cultural del desarrollo, pero no espuria, sino colaborativa. Creo que hay que mantener el fortalecimiento del sistema institucional de la cultura para que emerja de una tremenda introspección, que le de respaldo a todo ese proceso”.
La experta alegó que hay nuevas formas de gestión cultural, que hoy se expresan con proyectos liderados por artistas, a lo cual Cuba no podía quedar ajena. “Se trata de promover el movimiento creativo de forma amplia y extendida, que desate esas fuerzas productivas, al amparo de la política cultural. Es válido y necesario hablar de esto, porque estamos viendo una noción de la economía que respalde la promoción de todos los valores humanos. Una política cultural que esté acompañada por una política económica que la respalde. Y no podemos perder el rumbo en eso”.
Subrayó que el Estado tiene una responsabilidad indelegable: “proteger la enseñanza artística que es la que nos permite emerger y ofrecer la oportunidad a todos los rincones, y la otra es preservar el patrimonio, porque es la memoria histórica de la nación”.
Jesús David Curbelo, del Centro Dulce María Loynaz, comentó que la cadena de producción entre autor y lector es una de las más largas, y esto hace que sean productos muy caros. “Un autor escribe el manuscrito y necesita del editor, el impresor, el distribuidor, hasta que el libro llega al receptor. Si a esto le sumas que todo lo que se precisa para ello en Cuba es importado, eso hace que el gasto crezca y eso es sumamente complejo. Por ello en nuestro país los libros son subvencionados”.
No obstante, reconoció que se hace una producción más acorde con las posibilidades reales de poder vender el libro. Al tiempo que precisó que el asunto del mercado en el mundo de la literatura es algo muy complejo, porque hay miradas encontradas: hay quien piensa que una mirada mercantil resolvería el proceso de deficiencias que tenemos y yo no satanizo el mercado, pero tampoco creo que la solución esté en ello.
“Hay varios factores complejos, y uno de ellos es el asunto político-ideológico, porque muchas veces el capital que se mueve en ese mercado no está interesado en promover ese producto cultural nuestro”.
Argumentó que el asunto del respeto a la calidad es uno de los asuntos que nos tomamos con mucho rigor y la necesidad de vender no pesa tanto sobre un autor, lo que te permite la posibilidad de ser mucho más experimental y estar a contrapelo de eso que propone el mercado. “Hoy mismo se entregó el premio de la Crítica literaria, que se busca que sea otorgado a obras de alto valor estético, y casi todos están circunscritos a las grandes casas editoriales”.
Sobre la estructura productiva, alegó que a partir de los 90 se crearon los Centros de la Literatura y la Lectura, y en el 2000 se crearon las Casas Provinciales Editoriales, que ha ido saneando las necesidades. También los escritores hacen labor de promoción.
Destacó las magnitudes singulares de la Feria Internacional del Libro y la Literatura. “En otros países, por lo general son ferias de intercambio de influencias, de derecho de autor, y esta es una Feria de abosulto carácter popular, aunque tiene sesiones académicas y de intercambio. Este también es el resultado de tantos años de educación y de habituar al pueblo a la lectura”.
Marta Bonet de la Cruz, del Instituto Cubano de la Música, manifestó cuánto se ha avanzado en las creaciones artísticas con respecto al primer medio siglo de la nación. “Actualmente hay un grupo de instituciones que cumplieron 50 años de fundadas, porque hubo una voluntad política del Estado cubano en función de potenciar la creación artística en todas sus facetas. Y teniendo en cuenta que el creador es la base de todos los procesos, una de las grandes conquistas de la Revolución fue crear la base de la enseñanza”.
Compartió que el sistema de la música está en todas las provincias del país, y esto ha dado como resultado que haya un movimiento musical joven y consolidado, que se ha convertido en referente. “Entre las expresiones de la cultura comunitaria se está rescatando hoy una vieja tradición del siglo XIX, cuando nuestros antecesores disfrutaban de las retretas. Hay un movimiento juvenil en la música muy importante que está integrando todas estas bandas de conciertos”.
Explicó en la Mesa Redonda que cuando hablamos de mercado, de economía, también es importante tener en cuenta que en este proceso de creación cubana se insertan las casas discográficas, como la Egrem -que heredó todo el patrimonio de lo que se hacía antes del 59-, después vino Bis Music, Abdala, Colibrí. Estos fueron esfuerzos industriales que trataron de abrir al mundo a nuestros creadores, que durante mucho tiempo se les tuvo vedado en varios circuitos de creación.
“No creemos que cultura y mercado son conceptos contradictorios. Las calidades con las que se muestra la discografía cubana, como parte del legado que se deja para las generaciones futuras, no tiene nada que ver con lo que dicta el mercado mundial”.
También manifestó que la globalización sí llega a la industria de la música en Cuba, aún cuando se hacen ingentes esfuerzos para evitar nocivas contaminaciones.
Precisó que la nuestra es un industria subvencionada, y todo lo que se genera se reinvierte. “La discografía cuando se pone en moneda nacional es un acto de política cultural. Porque por la propia obsolescencia se nos hace muy difícil acceder a la promoción digital. Aunque ahora hay un gran esfuerzo para poner a disposición del público las propuestas musicales de forma digital en memorias, y esos son esfuerzos que responden a un empeño de la política cultural”.
No pueden ser compatibles, cuando el mercado interviene prima lo banal.
Tania García Lorenzo, expreso que esta es una inversión, y considero que está en lo cierto.
Magnifica la mesa sobre la Cultura, estelar la intervención de Abel Acosta.
para construir o elevar el nivel cultural! 1ro debemos ser capaces, no podemos o no debemos seguir pensando, seguir creando proyectos no sostenibles económicamente! la creación de proyectos, por más genuinos, gentiles y humanos que sean deben contar con un sistema que les permita vivir, crear, producir, andar por sus propios medios…! de lo contrario esos proyectos incapaces de sobrevivir por si mismos estarán eternamente sujetos o a expensas de un subsidio que de acuerdo con la realidad económica puede o no responder…
o sea para que todo proyecto pueda sobrevivir necesita de un mercado! ello es vital! ! y para ello
1ro la sociedad debe tener acceso a todas las manifestaciones artísticas etc pero tener acceso no significa solamente bajos precios o gratuidad sino la equilibrada difusión, acceso o espacio en los soporte de exposición etc! y es eso con eso con lo que no se cuenta! pues los medios de comunicación responden solo o mayoritariamente al mercado… basta ver cuantos programas en nuestra TV dedican espacios y guiones al teatro, la poesía, la música nacional no comercial( no me refiero únicamente a la llamada clásica), cuanto espacio dedican a la crítica de arte etc! bastaría ver cuánto espacio dedica la prensa en general a los temas culturales menos comerciables y con cuanta difusión cuenta los espacios o medios que a estos temas dedican su espacios! cuantos centros recreativos abren sus puertas a esas otras manifestaciones artísticas no comerciales etc
2do la sociedad debe contar con los medios, las posibilidades, el número de opciones la diversidad etc de lo contrario aun conociendo de otras tendencias deberá consumir lo más comercial ya que posiblemente sea su única posibilidad… no es suficiente con hablar sobre esas otras tendencias o de los artistas de alto nivel, si luego esas sectores demoraran años en acceder a esos gentiles artistas…
3ro para que mayor parte de la sociedad pueda realmente acceder al arte o a ese otro arte menos favorecido por ejemplo ir a un teatro, -aun este sea gratuito- ese teatro debe existir! este sector debe contar con cierta paz económica, debe tener cierto equilibrio económico… no basta con subsidiar sino se le ofrecen a las mayorías la real posibilidad de dedicar tiempo, espacio y condiciones para vestir, alimentarse etc pensar que con subsidios es suficiente se puede pecar de simplismo…
quizás sea necesario entender que no todo puede percibir iguales % de utilidades -un artistas comercial no puede obtener las mismas beneficios que un artistas no comercial o bis- pero para ser reales se necesita de la capacidad, la genialidad de generar utilidades…
teniendo en cuenta las herramientas para sobrevivir, el desequilibrio en cuanto a espacios etc que se le han dado a esos otros artistas en mi opinión el estado a dedicado por conveniencia mas espacio al consumo cerveza, le ha abierto las puertas a la mediocridad etc para diluir el debate social sobre los temas medulares que propiciarían que la sociedad tenga mayor acceso a ese otro arte menos comercial lajugada.cubava.cu