La Mesa Redonda dedicó su emisión a la distinción de la puesta en marcha del Foro bilateral entre China y América Latina y el Caribe, donde han acordado un proyecto de inversión de 250 millones de dólares del gigante asiático en esta región y duplicar su comercio con los países miembros de esta comunidad en los próximos diez años.

Por Yailin Orta Rivera, especial para la Mesa Redonda

Fotos de Roberto Garaicoa

Construido sobre la base del respeto entre los países, la pluralidad, el beneficio mutuo y la ganancia compartida, China y América Latina y el Caribe acaban de distinguirse con la puesta en marcha de su Foro bilateral, con el que han acordado un proyecto de inversión de 250 millones de dólares del gigante asiático en esta región y duplicar su comercio con los países miembros de esta comunidad en los próximos diez años.

El comercio bilateral entre China y la Celac pasó de 10 000 millones de dólares en 2000 a 257 000 millones de dólares en 2013, convirtiéndose el país asiático en la principal fuente de crédito para la región.

Ha sido un acuerdo entre partes en las que existe una complementariedad, mientras que América Latina y el Caribe tienen muchos recursos naturales, China cuenta con un importante mercado receptor,  con tecnología y capital.

Para la experta Gladys Hernández, esta aproximación tiene como objetivo conseguir mayores niveles de inversión extranjera directa china, especialmente dirigida a mejorar la infraestructura, promover la diversificación productiva y exportadora y estimular alianzas empresariales.

La analista comentó en la Mesa Redonda que La declaración de Beijing sienta las bases de dirección de intercambio entre China y la región, en materia de política, comercio y cultura.

El debate, dijo, fue interesante, porque América Latina logró una tasa de crecimiento de un 5 por ciento, pero ha experimentado una desaceleración, por los precios del petróleo, y China ha sustentado ese crecimiento, y muchos de los pronunciamientos giraban en torno a si se podía consolidar ese intercambio.

Sin embargo, estos países, tanto los miembros de la Celac, como China, tienen economías subdesarrolladas. “China ha tenido importantes resultados, pero no deja de ser un país subdesarrollado y es muy dependiente de los recursos naturales. Ellos pretenden entonces consolidar una comunidad de destino compartido”.

Advirtió que estamos en presencia de un proceso interesante. “Para América Latina el principal desafío es impulsar su desarrollo en cadenas de valor, porque debe agregarle valor a sus producciones. China debe importar no solo alimentos, sino alimentos procesados, que le permita a América Latina garantizar su proceso de industrialización y aumentar sus ingresos por concepto de exportación. No se puede obviar que China necesita garantizar los suministros de materia prima que les permitan mantener el crecimiento de un diez por ciento. Ellos tienen al 20 por ciento de la humanidad, esa es su población, a la cual deben favorecerle un incremento de su nivel de vida, aunque en un contexto de desarrollo menor.

“Mientras que América Latina puede estar interesada en importaciones de tecnología, porque los mercados tradicionales para el comercio están cerrados. Este Foro establece una posibilidad alternativa para este fenómeno”.

Este esfuerzo, recordó, se inscribe dentro del contexto de la cooperación Sur-Sur. “Podemos hablar también en este ámbito del comercio con Brasil, con la India, con Rusia, con Sudáfrica… se han ido ampliando los vínculos de relación regional y se impone profundizarlas. Es muy importante que se haya establecido este nivel de intercambio internacional, lo cual es el resultado de uno de los acuerdos de la II Cumbre de la Celac en La Habana”.

En su opinión, si este tipo de intercambio no fue mayor antes, se debió al desconocimiento mutuo que existía acerca de las oportunidades reales que puede generar esta relación.

El viceministro de Relaciones Internacionales, Abelardo Moreno, quien asistió como miembro de la delegación cubana a la cita, explicó vía telefónica que esta reunión fue un éxito. “La creación del Foro Celac-China fue un acuerdo de La Habana, y las negociaciones continuaron durante todo el año pasado, incluida una reunión en Brasilia de los países de América Latina y el Caribe, en la que se debatió las potencialidades de una relación como esta”.

Argumentó que China demostró un alto nivel de convocatoria: estuvieron 29 de los 33 países de América Latina y el Caribe que integran la Celac, y 23 de ellos a nivel de ministros. Se aprobaron tres documentos, uno primero que es una declaración política, otro que son los Lineamientos que guiarán la presentación de proyectos, y un tercero que es un proyecto de colaboración de 2015 al 2019, que es un texto sumamente completo, donde se recogen todos los sectores de interés para ambas partes. Prácticamente todos los aspectos que pueden ser de importancia en un vínculo de este tipo están incluidos en este texto.

Manifestó que este nuevo tipo de relación entre China y la América Latina y el Caribe es sumamente importante, porque no se puede olvidar que este es un continente con casi 500 millones de habitantes, con las mayores reservas de minerales del mundo y donde se concentra la tercera parte de las  reserva de agua del planeta, además, existen nuevos gobiernos que han mantenido posiciones de lucha contra la pobreza, el hambre y la desigualdad, y China, gran potencia económica, tiene una enorme posibilidad de inversión y de trabajar en el desarrollo de manufactura y en transferencia de tecnología, por lo que veremos resultados muy favorables en ambas direcciones.

La estudiosa Gladys Hernández sumó que hay una serie de datos que son realmente contundentes. “A partir de 2006 hasta 2013 se observa un boom trascendental en las relaciones entre ambas partes. Y hoy día, la relación tiene un volumen de 260 mil millones de dólares. Lo que no ha ocurrido así con la inversión extranjera, que no sobrepasa los 9 mil millones de dólares, pero ahora se habló de 250 mil millones de dólares, lo que constituye un salto significativo”.

Destacó que China se plantea una serie de metas internacionales importantes: ellos piensan importar 10 mil millones de dólares, y “si esto pasa, las regiones subdesarrolladas van a estar entre las candidatas a exportar. El otro elemento interesante es que el turismo chino comienza a adquirir magnitudes significativas. Estamos hablando, en fin, de una expansión de los intercambios con China, y en la misma medida en que nos conozcamos mejor, van a ser mayores las posibilidades de buscar soluciones conjuntas”.

Para la experta Gladys Hernández, esta aproximación tiene como objetivo conseguir mayores niveles de inversión extranjera directa china, especialmente dirigida a mejorar la infraestructura, promover la diversificación productiva y exportadora y estimular alianzas empresariales.

“China ha tenido importantes resultados, pero no deja de ser un país subdesarrollado y es muy dependiente de los recursos naturales. Ellos pretenden entonces consolidar una comunidad de destino compartido”.

Para América Latina el principal desafío es impulsar su desarrollo en cadenas de valor, porque debe agregarle valor a sus producciones.

“Mientras que América Latina puede estar interesada en importaciones de tecnología, porque los mercados tradicionales para el comercio están cerrados. Este Foro establece una posibilidad alternativa para este fenómeno”.