¿Somos o no sexistas con el lenguaje? (+ Video)
Por Yailin Orta Rivera, especial para la Mesa Redonda
Fotos Roberto Garaicoa
Sobre el sexismo en el lenguaje, una práctica por donde se filtra la discriminación hacia la mujer, estuvieron dialogando diversas expertas en el tema, quienes coincidieron en que se trata de la expresión de una construcción histórica y cultural heredada que debemos transformar en consonancia con la evolución social de las féminas.
Para Zaida Capote, investigadora literaria del Instituto de Literatura y Lingüística, el sexismo es la discriminación llevada al acto del habla, un gesto que demuestra la discriminación existente. “Pero cuando hablamos de lenguaje no nos referimos solo al idioma, porque el lenguaje está en el arte, en la gestualidad… y todas son formas de comunicación en las que se evidencia el sexismo”.
El lenguaje, dijo, es patrimonio y testimonio, porque lleva consigo una carga histórica de prácticas que se han heredado.
La periodista Dixie Edith Trinquete, del Centro de Estudios Demográficos, argumentó que se repite mucho que el lenguaje es la expresión del pensamiento, por ello debemos cuidarlo, porque en no pocas ocasiones visibiliza la discriminación de una sociedad machista. “Las definiciones de hombre y mujer en el diccionario, por ejemplo, son muy sexistas, porque hacen referencia a conceptos estereotipados. Al hombre lo definen como un ser racional, en tanto a la mujer por su delicadeza, suavidad… Sin embargo, está muy actualizado en términos que tienen que ver con las tecnologías, los cuales han incorporado con mucha facilidad”.
La periodista Helen Hernández coincidió con que ese patrimonio heredado que es la lengua trae un grupo de elementos estereotipados, que establecen que la mujer tiene una posición de subordinación. “Se debe a un proceso histórico, y aún cuando la mujer ha luchado por su emancipación, existen muchos sesgos que han marcado esa subordinación, como los es el lenguaje”.
Refirió que cuando decimos hombres, lo hacemos aludiendo a la humanidad, y ello obedece a que en un tiempo fue así, porque la mujer no tenía participación social, pero esa realidad cambió. “Sin embargo, destacamos a una mujer tradicional con mecanismos mentales que tienen expresión en el uso de la lengua. Y no se trata de un debate que busque duplicar el uso de mujer y hombre, o de las y los, sino de ir a la raíz del asunto que ha sido o silenciar a la mujer o tratarla con desprecio, fijémonos en los términos de zorro y zorra, con el primero hacemos referencia a un hombre sagaz y con el segundo a una mujer prostituta”.
Dixie Edith puntualizó que lo mismo ocurre con hombre público y mujer pública, el adjetivo lo empleamos para hablar de un hombre dirigente y en el caso de la mujer para decir que es prostituta. Al tiempo que insistió en que el asunto de los y las puede banalizar un debate y conducir el tema a la ligereza.
Zaida Capote mencionó que el idioma se construye. “La Academia recientemente lo ha actualizado, por ello los hablantes tienen que cuestionarse la herencia lingüística sexista. Por ejemplo, hay acepciones discriminatorias para gobernante y gobernanta, la primera habla del hombre que gobierna un país, y la segunda hace referencia a la mujer que gobierna su casa. Como también una investigación demostró que en los diccionarios las ejemplificaciones despectivas se ponen en femenino, porque la práctica social es discriminatoria con las mujeres”.
Sobre las diversas opiniones que se recogieron en las calles cubanas, Helen Hernández comentó que se muestra un paso de avance, “lo que evidencia que algo se debe estar moviendo, con reclamos que quizá vengan de la academia… Y este es un debate que tiene una esencia política. En algún momento de la humanidad nadie se lo cuestionó, pero hay quien lo está poniendo sobre la mesa, porque hay que visibilizar el activismo de las mujeres.
“La discriminación también está en la lengua, en el idioma… pero no se trata solo de desterrar el lenguaje sexista, esto tiene que tener un trasfondo ético, sino se convierten en palabras vanas”.
Dixie Edith sumó que no se trata de usar un arroba para ser inclusivos, o de términos que reiteren, o de poner corchetes para visibilizar a la mujer…, se trata de que detrás de lo que estamos contando tiene que haber un reconocimiento a lo que la mujer se ha ganado. “Esto va mucho más allá de los chistes vulgares de si ponemos las o los, o los hombres y las mujeres, hay que ir a las raíces”.
Aludió a que no hay una manifestación más sexista que lo que se transmite en los videos clips. “Están naturalizando inequidades muy dolorosas en esas imágenes visuales”.
Hizo énfasis en la idea de que hay que tener bien prendidos los bombillos del género, porque ante cada cosa que hagamos hay que preguntarse si estamos siendo justos.
Por su parte, Zaida Capote insistió en que el país necesita una política clara al respecto, para los medios de comunicación, el lenguaje político… “se trata de que promovamos la equidad desde todos los espacios”.
Helen Hernández sostuvo que este abordaje tiene que ser con un enfoque político, ético e ideológico. Los medios de comunicación, lo legal y lo político son un campo de batalla contra la discriminación a la mujer, de lo contrario seguiremos estigmatizándola.
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