Por Yailin Orta Rivera, especial para la Mesa Redonda

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Santiago de Cuba tiene una magnífica belleza, sostenida por paisajes que asombran; un patrimonio cultural, material e intangible, excepcional; y una historia, tejida durante cinco siglos.

Santiago de Cuba tiene una magnífica belleza, sostenida por paisajes que asombran; un patrimonio cultural, material e intangible, excepcional; y una historia, tejida durante cinco siglos, que la convierten en referente inagotable de la riqueza de esta Isla.

Sin embargo, la grandeza de su gente tampoco queda a menos, lo cual se puso a prueba, en los últimos años, durante la recuperación de los estragos dolorosos y profundos que dejó el ciclón Sandy, tras su paso el 25 de octubre de 2012.

Sus autoridades, cuando la ciudad embellecida se dispone a celebrar su medio milenio, insisten en que lo que hoy puede pulsarse es el resultado de los cuadros, de los diferentes colectivos, y sin dudas, del empuje de Lázaro Expósito, quien con sus métodos de trabajo, su entrega y su capacidad de persuasión, y para indicar la tarea y controlar y ayudar en su cumplimiento, le ha dado un aliento superior a los propósitos.

Expósito se siente santiaguero por la historia de este pueblo, por la acogida que le han dado y porque vive cada uno de los momentos de esta ciudad. Emilia Neuris Acuña Lemes, miembro del Buró del Partido en la provincia, aseguró que la movilización para que la población participara de manera consciente en la recuperación después del Sandy la dirige el Primer Secretario. “Ahí estuvo la mano, el empuje, el trabajo de nuestro líder, que es un santiaguero, como lo manifiesta y como lo hemos acogido”.

Advirtió, además, la significación que ha tenido para todo el país la coincidencia de los 500 años de fundación de la villa y del aniversario 62 de los asaltos a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes. “Esto patentiza la confianza de la dirección del país en nuestro pueblo. Por ello lo hemos acogido con mucho entusiasmo, con mucha alegría, responsabilidad y compromiso. Eso nos ha permitido ir avanzando en la recuperación y en las demás tareas de la provincia”.

Precisó en la Mesa Redonda que la fuerza del cumplimiento de la labor, el nivel de organización que se ha logrado de manera ágil, es un ejemplo de cuánto se puede lograr, aunque haya que seguir haciendo.

Como resultado de este esfuerzo, comentó, la población ha adquirido una mayor educación en la recogida de desecho y en la disciplina para que ese trabajo perdure. “No obstante, tenemos que seguir pidiendo una mayor eficiencia de la población y de los cuadros relacionados con esa tarea de limpieza permanente, para que Santiago siempre esté linda y reluciente, y para que todo el que venga vea que es una vida diferente y que hay una expresión cultural diferente”.

Todo lo que hemos hecho, además, es una respuesta a lo que nos indicó el General de Ejército, quien nos dijo que teníamos que recuperar la ciudad.

Beatriz Jhonson, vicepresidenta primera del Poder Popular, explicó que hoy en la Alameda se están ejecutando dos acciones principales: el malecón y el tranvía. “Ya se probó el tren, anoche lo vimos funcionando. Los compañeros de ferrocarriles estuvieron acá. Va a transitar primero por 500 metros, y después de los carnavales vamos a desarrollar otro proceso constructivo para lograr 1,5 kilómetros de recorrido”.

La destacada combatiente Asela de los Santos comentó que mucho de lo que logró su generación en Santiago de Cuba estuvo motivado por la situación que existía en el país, y rápidamente fueron tomando conciencia de esto, gracias, también, a los profesores de la Universidad de Oriente.

“Eran tiempos en los que no había posibilidades de nada. Los hijos de profesionales que se graduaban en las universidades no tenían acceso al trabajo. Había hambre, insalubridad, y todo ello generaba descreimiento. Estábamos en la Universidad de Oriente, que fue parte del hecho cultural más importante que ocurrió en esa época, y contamos con profesores de un pensamiento muy progresista. Esta realidad influyó mucho en el alumnado. Yo era compañera de Vilma de la Universidad, pero yo estudiaba Pedagogía y ella Ingeniería Química”.

Opinó que Vilma fue una muchacha nacida en sábana de seda, pero que no tenía este prototipo, por las amistades que elegía y se relacionada con los amigos que pensaban como ella. Disfrutaba incluso cosas muy particulares. Era una joven muy integral. Participaba en el coro, en el deporte, era la jefa del grupo de voleibol, pero lo más importante era que tenía una conducta muy transparente y ética y eso le creaba un liderazgo. Todo ello confluyó para que se fraguara en ella ese sentimiento de rebeldía que tuvo acciones.

“La Universidad se convirtió en un centro de conspiración, y después del 10 de marzo no tuvimos una posición pasiva. Tratábamos de buscar formas no organizadas frente a lo que había ocurrido. Después llegó el 26 de Julio, con las cosas que sabemos por todo lo que Fidel ha explicado, que fue un hecho muy compartimentado… Se preparó en absoluto secreto. Muchos de los participantes no sabían si era una acción real. En un comunicado desde México él explica bien porqué tuvo que hacerlo de esa manera.

“Para los jóvenes fue un hecho realmente impactante. La presencia de dos mujeres –Melba y Haydée- tuvo mucha repercusión. Nosotros no sabíamos qué pasaba, solo supimos que se había producido un asalto por un grupo de revolucionarios. De Santiago, solo Renato Guitart estaba comprometido en todos estos hechos. Pero este asalto marcó para toda la vida a esta ciudad. Porque fue algo realmente extraordinario que supimos comprender con prontitud”.

Emilia Neuris Acuña Lemes, miembro del Buró del Partido en la provincia, advirtió la significación que ha tenido para todo el país la coincidencia de los 500 años de fundación de la villa y del aniversario 62 de los asaltos a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes.

La fuerza del cumplimiento de la labor, el nivel de organización que se ha logrado de manera ágil, es un ejemplo de cuánto se puede lograr, aunque haya que seguir haciendo.