Con una participación del 80,89 por ciento del electorado, el candidato de la alianza de centro derecha se impuso por un estrecho margen de 2,8 puntos con el 51,4 por ciento de los votos a su favor.

Fotos: Roberto Garaicoa

Por Yailin Orta Rivera, especial para la Mesa Redonda

El triunfo de la mercadotecnia, así calificó el jefe de la página de Internacionales del diario Granma, Sergio Alejandro Gómez, la elección del derechista Mauricio Macri, del Partido Cambiemos, como nuevo presidente de Argentina, luego de vencer por estrecho margen al candidato del oficialista Frente para la Victoria (FpV), Daniel Scioli, en un resultado que debe preocupar a las fuerzas progresistas latinoamericanas.

Con una participación del 80,89 por ciento del electorado, el candidato de la alianza de centro derecha se impuso por un estrecho margen de 2,8 puntos con el 51,4 por ciento de los votos a su favor.

“Por un lado Macri fue muy efectivo al mostrarse como el cambio, como la alternativa. Pero este no es más que el triunfo de los globos y las serpentinas. Se vende en un discurso como la revolución de la alegría, pero sigue envuelto en una retórica con la que no dilucida su proyecto”, sostuvo.

En su criterio, las encuestas tuvieron rumbos torcidos, porque respondieron a una respuesta bien articulada de los medios que, controlados casi en su totalidad por la derecha, habían vaticinado un margen muy amplio para su candidato, reducido al final del conteo adverso para Scioli a un 4%.

El analista alegó que empezó muy tarde la confrontación de Scioli. En cambio, Macri salió a ser el vencedor del debate y el representante del Frente para la Victoria estuvo a la defensiva. “Entonces los medios convencieron tanto de que Scioli iba a perder, que el FpV se replegó”.

Sergio Alejandro Gómez mencionó que hubo muchas cosas que se pudieron haber hecho de manera distinta. “Hay que recordar lo que han sido los últimos años con los fondos buitres, la propia presidenta fue difamada por la muerte de un fiscal… todo respondía a la orquesta de una campaña, sin embargo, Cristina ganó en primera vuelta con el 54 por ciento de los votos, y ahí estaba el carisma de su persona. Pero en el caso de Scioli no fue igual, y la maquinaria bien estructurada, vacía y hueca ganó”.

Por provincia, el FpV ganó en 15 de las 24, por nueve Cambiemos, pero entre estas están las de mayor peso demográfico y, por ende, electoral y de influencia política, como Córdoba, donde el candidato derechista se impuso 71,51 por 28,49 el postulado del oficialismo. A Scioli, dijo Sergio Alejandro Gómez, le faltó captar al resto del electorado, en tanto Macri le debe las elecciones a Sergio Massa, porque las elecciones se definen en Córdoba y en el gran Buenos Aires.

Pero el representante de Cambiemos no tendrá el camino fácil a sus pretensiones neoliberales, debido a que tendrá enfrente a un Congreso adverso y una nutrida oposición que tratará de impedir políticas que destruyan los avances sociales del kirchnerismo.

Tampoco lo acompañan su discurso indefinido. “Veremos qué pasa a partir del 11 de diciembre, porque no nos ha dicho qué va a hacer. El Frente para la Victoria, en tanto, debe luchar por las conquistas y hacer fuerza para que el cambio de gobierno no impacte a los trabajadores. Tiene que proponerse aglutinar las fuerzas desperdigadas y aunar a esa juventud que en estos 12 años se formó. Deben recuperar lo que se ha perdido, por lo que no descartamos, cuando empiecen las medidas, las tensiones sociales que se van a generar”.

El Jefe de la página de Internacionales de Granma sostuvo en la Mesa Redonda que si Argentina no es la misma, tampoco lo es América Latina, por lo que Macri debe aspirar a tener buenas relaciones con sus vecinos. “Aunque ya amenaza con presentar una primera cláusula democrática en el seno de Unasur contra Venezuela, y no quisiéramos que Argentina se convierta en la punta de lanza de la derecha en América Latina”.

No obstante, puntualizó, un proyecto de integración no creo que cambie de la noche a la mañana, pero es una alerta a la región.

El analista reflexionó que no se debe responder a una deuda social con el consumo, llevando a las personas a la clase media, sin un proceso de ideología, de conciencia, porque esto se puede convertir en el propio enterrador de los procesos sociales.

LAS CIENCIAS POLÍTICAS EN CUBA

En los minutos finales de este espacio, la Doctora Thalía Fung se detuvo en el redimensionamiento que implicó para Cuba pensar las Ciencias Políticas a partir de las coyunturas que le planteaba el socialismo cubano. “A fines de los 80, Fidel nos dijo que si la Unión Soviética desaparecía, Cuba debía seguir el camino del socialismo. Y para enriquecer su propia base teórica, fuimos al pensamiento de Marx, a las esencias”.

Entendimos, dijo, que hay un elemento fundamental: que los líderes buscaban quiénes eran los sujetos, no bastaban las teorías. “Los proletarios no eran los únicos agentes históricos, porque también estaban la burguesía y los pequeños terratenientes. Todos eran sujetos plurales y había que unirlos. Pasamos a ver lo que pasaba en América, donde  tuvimos a un Martí que analizó toda esa realidad desde un punto de vista más contemporáneo. El Apóstol se refería no solo a pensar, sino al hacer. Entonces advertimos que hay que buscar soluciones prácticas y medios para conducir un proceso.  Hay que buscar que lo que aportemos pueda transformarlo”.

Precisó que si volvemos a la Ciencia Política occidental, que es un punto de partida, notamos que esta ayudó a la organización política del capitalismo, así que hay que lograr que una Ciencia Política ayude a solucionar a su contrario, al socialismo.

En nuestra Ciencia Política estudiamos qué sujetos tendríamos y lo que es común para el latinoamericano, que no son solo nuestras similitudes. También concebimos una ciencia inclusiva, no hemos rechazado ni la ética ni la historia.

Para la Doctora Magda Bauta, a pesar de que la convocatoria al 18 taller sobre Ciencia Política no estuvo dirigida a ninguna corriente, trascendió una óptica compartida: “El comportamiento político a partir de una ética. Y el tratamiento a los temas internacionales fue abarcador, pero con una conciencia sobre la transformación del status quo, con la óptica de los de abajo, con el enfoque del sur”.

Compartió que en el taller de Relaciones Internacionales se abordaron problemáticas que tienen vínculos con las dinámicas del mundo, para lo cual se contó con la intervención de académicos de universidades de Nueva York, de Texas y de la Universidad de Australia, entre otros importantes conferencistas.

Sergio Alejandro Gómez mencionó que hubo muchas cosas que se pudieron haber hecho de manera distinta.

En los minutos finales de este espacio, la Doctora Thalía Fung se detuvo en el redimensionamiento que implicó para Cuba pensar las Ciencias Políticas a partir de las coyunturas que le planteaba el socialismo cubano.

Para la Doctora Magda Bauta, a pesar de que la convocatoria al 18 taller sobre Ciencia Política no estuvo dirigida a ninguna corriente, trascendió una óptica compartida: “El comportamiento político a partir de una ética."