La Doctora Zenaida Costales Pérez explicó que la declaración conjunta de ambos líderes religiosos es sumamente interesante, porque exaltan todo el tiempo la defensa de valores.

Fotos: Roberto Garaicoa

Por Yailin Orta Rivera, especial para la Mesa Redonda

Tristemente, casi todas las religiones han tenido que lamentar el hecho destructor de las guerras y sus terribles consecuencias. A esas tareas han tenido que dedicar las mayores energías. La singular importancia del encuentro entre el Papa Francisco y Su Santidad Kirill, en La Habana, es que ha suscitado la esperanza de los pueblos del mundo.

La paz ha sido el sueño dorado de la humanidad y anhelo de los pueblos en cada momento de la historia. Miles de armas nucleares penden sobre las cabezas de la humanidad. Impedir la más brutal de las guerras que puede desatarse, ha sido sin duda el objetivo fundamental del esfuerzo de los líderes religiosos de las iglesias dirigidas por hombres como el Papa Francisco, Sumo Pontífice de la Iglesia Católica y Su Santidad Kirill, Patriarca de Moscú y de Toda Rusia.

Luchar por la paz es el deber más sagrado de todos los seres humanos, cualesquiera que sean sus religiones o país de nacimiento, el color de su piel, su edad adulta o su juventud.

Esta palabras,  escritas de manera sabia y profunda, por el líder histórico Fidel Castro, son la mejor síntesis de lo vivido en La Habana el pasado 12 de febrero, cuando Cuba se convirtió nuevamente en un escenario de encuentro y en terreno fértil para cultivar y proyectar un sentimiento tan necesario como la paz.

Del relieve de un acontecimiento como este, la Doctora Zenaida Costales Pérez explicó que la declaración conjunta de ambos líderes religiosos es sumamente interesante, porque exaltan todo el tiempo la defensa de valores.

“Que los dos líderes hayan llegado a un consenso y que lo hayan firmado, aunque existan divergencias por otros motivos, te enseña que es posible dialogar y que es posible caminar por los caminos de la paz”, expresó la analista, para quien esto se desarrolló en un espacio en el que se respiró un sentimiento de responsabilidad. “Ambos dieron el ejemplo y demostraron su compromiso con emprender acciones, ante una situación compleja como la que vive el mundo de hoy”.

Significó el hecho de que estos líderes, con los seguidores que tienen, hayan asumido posturas decisorias que tienen un impacto de gran alcance. “Y esto lo hicieron bajo términos como mi hermano, y quien conoce bien la temática, sabe que eso no es fácil. Además, no olvidemos que la parte más conservadora de ambas iglesias no ve con buenos ojos el acercamiento que tuvieron”.

Zenaida Costales argumentó que siempre hace falta llegar a un punto, y los dos llegaron, tras casi mil años, lo que le da más valor a la actitud de Cuba de ser facilitadora y camino del encuentro.

Llamó la atención sobre el hecho de que la repercusión mediática fue algo muy espectacular. “Los fines de semana siempre hay noticias light, a no ser que acontezca algo relevante como esto. Nadie se perdió la noticia. Los principales análisis recaían en ese encuentro y automáticamente volvía Cuba a la palestra pública, como la protagonista”.

Destacó que hubo momentos especiales, y las televisoras del mundo transmitieron minuto a minuto todo, aún durante las dos horas y 45 minutos en que estuvieron a puertas cerradas.

Zenaida Costales precisó que en la propia declaración el primer punto habla de la unidad, y este es un asunto serio y complejo, lo mismo lograrla para un pueblo, que para una religión. “Para el Papa Francisco, uno de los objetivos de su prelado es lograr la unidad, lo que no es invisible a los ojos del Patriarca, pero para lograrla hay que caminar, y eso es lo que están haciendo”.

Sobre la connotación que tiene que Cuba haya sido el centro de ese camino, dijo que es importante para la historia cubana y se explica que haya sucedido acá porque ambos líderes habían visitado Cuba y conocían de la lealtad, de la justicia, de la sencillez y de la ética cubana.

“No se puede olvidar, entre los antecedentes más cercanos, que en Cuba se declara a los países que integran la Celac como Zona de paz, como también facilita los Diálogos de paz de Colombia. Hay cierta experiencia en estos menesteres y eso nos levanta el ego como nación, es una verdad irrefutable. Este es un país pequeño pero con política de gran nación. Cuando uno lee los cables hay un reconocimiento y un respeto por la política cubana. Cuba, a pesar de ser pequeña, se siente responsable ante los problemas globales y ha estado en los momentos cruciales de la humanidad.

“Creo, además, que la visita del Patriarca Kirill fue muy decorosa, en un ambiente sencillo que ponderó las relaciones amistosas, que van a la historia, a la esencia. El líder religioso también ponderó los caminos de la solidaridad y la generosidad de los cubanos”.

SIRIA, DESPUÉS DE MÚNICH

Este fin de semana, mientras los ministros de Relaciones Exteriores de Estados Unidos, Rusia y otra decena de naciones reunidos en Múnich declararon un cese de hostilidades en territorio sirio, el Departamento de Estado de Estados Unidos llamaba a Turquía a parar los ataques contra de objetivos en Siria y Damasco reclamaba a Naciones Unidas una respuesta por lo que consideraba una violación a su soberanía.

Para Diana Valido Cernuda, esta reunión fue necesaria por el fracaso de las reuniones en Ginebra, y llamó la atención sobre la importancia de que se logre un cese al fuego –aunque este no incluya las acciones contra las fuerzas terroristas del Estado Islámico- cuando el conflicto entre fuerzas locales, regionales e internacionales ha alcanzado un gran nivel de complejidad en Siria, sin paralelismos históricos para describirlo.

“Varios expertos dicen que esto ha quedado en papeles, y se mantienen expectantes para ver si de verdad se logra entre las partes en conflicto”, sostuvo, al tiempo que destacó que en estos momentos el campo de batalla está a favor de las fuerzas del gobierno, de hecho, Aleppo, que es una de las ciudades más importantes, es parte del escenario reconquistado.

Según el acuerdo de Múnich, advirtió, cuando se logre el cese al fuego tiene que ser por las dos partes, de lo contrario se avivaría una escalada, de lo que están conscientes los actores internacionales, los cuales han manifestado una voluntad seria con que evolucione la solución del conflicto.

El analista Leonel Nodal abordó la postura de Turquía, que se manifiesta comprometida con los sectores radicales de estos grupos armados. “Estuvieron apoyándolos a través de un corredor, identificado por todos los corresponsales, y la emprenden contra grupos kurdos radicados en Siria. Turquía los considera enemigos, porque los kurdos perdieron su constitución como nación y se dispersaron, y están en contra de cualquier empoderamiento de ese grupo humano”.

Los kurdos en Siria, en cambio, decidieron defender sus territorios, y Turquía no está colaborando en ningún tipo de cese al fuego, bombardeó poblados y dijo que no iba a permitir que se hicieran fuertes los kurdos en esta región.

Destacó que mientras EE.UU. y los elementos terroristas fueron amainando, no había interés por Ginebra I o II, sino por arrebatarle el control del país a Bashar Al-assad para obligarlo a negociar. “Pero cuando entra en acción la fuerza rusa, y EE.UU. y los miembros de la OTAN admiten que es momento de negociar un cese al fuego, cuál es la nueva presión para que el acuerdo sea ya, que si esto no se arregla rápido, Arabia Saudita y Emiratos Árabes enviarán tropas para combatir al EI, porque este es el pretexto y el enemigo conveniente.

“Ese es un peligro y en la conferencia de Múnich el Primer Ministro ruso alertó de ello cuando dijo que si se produce una entrada de tropas habrá guerra para rato. Kerry ripostó con que tenían que apoyar, y lograr que el gobierno deje de bombardear unos elementos armados de otros, y es ahí lo que puede producir el impasse. En el plano internacional esto juega con la política de cerco de Rusia”, aseguró.

Impedir la más brutal de las guerras que puede desatarse, ha sido sin duda el objetivo fundamental del esfuerzo de los líderes religiosos de las iglesias dirigidas por hombres como el Papa Francisco, Sumo Pontífice de la Iglesia Católica y Su Santidad Kirill, Patriarca de Moscú y de Toda Rusia.

Este fin de semana, mientras los ministros de Relaciones Exteriores de Estados Unidos, Rusia y otra decena de naciones reunidos en Múnich declararon un cese de hostilidades en territorio sirio, el Departamento de Estado de Estados Unidos llamaba a Turquía a parar los ataques contra de objetivos en Siria.

Según el acuerdo de Múnich, advirtió, cuando se logre el cese al fuego tiene que ser por las dos partes.

El analista Leonel Nodal abordó la postura de Turquía, que se manifiesta comprometida con los sectores radicales de estos grupos armados.