Dos historias de vida y una misma pasión: El periodismo (+ Video)
Por: Manuel Alejandro Hernández
Fotos: Roberto Garaicoa
Emisión: 18/08/2017
Las vidas ejemplares del periodista cubano Eduardo Blás Yasells Ferrer y de la doctora en ciencias de la comunicación Isabel Moya Richard, ambos Premio Nacional de Periodismo José Martí por la obra de la vida en 2017, fueron las Historias de Vida contadas en el espacio televisivo Mesa Redonda de este viernes 18 de agosto.
Un programa que estuvo dedicado al periodismo cubano y a alguien que se ha ido muy pronto de la vida, que se ha ido haciéndole mucha falta al periodismo cubano. El maestro de periodistas Antonio Moltó Martorell, quien llenó con la impronta de su apasionamiento santiaguero y de su matriz profundamente cubana, el trabajo de la Unión de Periodistas de Cuba.
Dos periodistas cubanos cuentan sus vivencias, dialogan sobre su trayectoria revolucionaria y opinan sobre el periodismo cubano actual, guiados en exclusiva por la periodista de la Mesa Redonda Arleen Rodríguez Derivet.
Hay que estar a la altura de las exigencias actuales
Eduardo Blás Yasells Ferrer (Santiago de Cuba, 1935). Periodista e investigador cubano. Durante su adolescencia dirigió la revista Taina del Instituto de Santiago de Cuba, donde fue compañero de lucha de los hermanos País. Sufrió prisión y torturas. Fundador de la Revista Verde Olivo, de la Unión de Periodistas de Cuba, del Instituto Internacional de Periodismo. Corresponsal de guerra en Girón, en la lucha contra bandidos y la Crisis de Octubre. Actualmente dirige el Círculo de periodistas jubilados y al frente de ellos administra el blog “La Esponja”. Ha ganado, entre otros, el Premio de la Dignidad y el Nacional de Periodismo José Martí por la obra de la vida en 2017.
– P: A usted se le conoce como Eduardo Yasells ¿Por qué Blás?
– Eduardo Yasells: Se tenía la creencia de que los nacidos con el ombligo al cuello nacían ahogados y por ello las familias le ponían el nombre de Blás porque San Blás era el santo de los ahogados.
– P: Nació ahogado y aquí está con 81 años de edad. Usted ha dicho que leía en voz alta los artículos de Bohemia ¿siempre quiso ser locutor de radio, periodista?
– Eduardo Yasells: Comencé el bachillerato junto con la escuela de periodismo Manuel Corona que en ese momento se inauguró en Santiago. Simultaneaba por el día el bachillerato y por la noche el periodismo. Fundé en el Instituto la revista Taina con 18 años.
– P: ¿En una de ellas publicaste una entrevista a Frank País?
– Eduardo Yasells: Frank es detenido y le hacemos una entrevista en la que se denuncia que es un paquete lo que sucedía con él. Un paquete era una leyenda que se encausaba, se agregaban cosas a los asuntos que no eran las que poseía el acusado. En ella se defiende y denuncia que las acusaciones contra él no son más que un paquete del Servicio de Inteligencia Militar (SIM).
La revista circulaba ampliamente en el sector estudiantil y circulaba también en la población. Era una revista de carácter informativo y de denuncia en medio de condiciones de relativa legalidad. Cuando se estaba en la componenda o en la realización de elecciones se dejaba que la gente se expresara un poco. Aunque Batista siempre estaba tratando de procurar farsas. Tenía carácter antimperialista. Coincidió su salida con la invasión mercenaria a Guatemala y con la maniobra de dividir a Cuba en dos mediante el canal Vía Cuba que atravesaba a la isla por Matanzas.
– P: En una de las páginas de Taina aparece el Juicio Estudiantil que le hicieron a usted en 1955, pero ¿usted no solo tuvo un juicio, estuvo preso también?
– Eduardo Yasells: Me detienen porque portaba en un maletín con una pistola y una caja de balas en un viaje de La Habana a Santiago. En el aeropuerto pesaron el maletín y después el SIM alegó que llevaba bombas, fragmentos de armamentos. El abogado en el juicio demostró que el peso de ese supuesto equipaje multiplicaba por 5 o 6 veces el peso permitido por la línea aérea.
– P: Usted fue defendido por José Antonio Grillo Longoria.
– Eduardo Yasells: José Antonio Grillo Longoria junto con Babilo Castellanos, eran los dos abogados que defendían a los estudiantes.
– P: De la revista se dice que tenía una onda bastante ligera porque también daba chismes locales para llamar la atención de la gente.
– Eduardo Yasells: Tenía un poco de todo lo que se hablaba en la calle. La crónica social, el chisme, lo que dijo fulanito…
– P: ¿Dónde estaba que no pudo participar en el entierro de su hermano de lucha Frank País?
– Eduardo Yasells: Estaba preso en la cárcel de boniato junto a unos 30 compañeros que habían sido detenidos por el intento de apertura del II Frente Oriental que era una idea de Frank para ampliar la lucha armada y permitir que en la Sierra hubiera menos presión.
A las 4 y 20 de la tarde estábamos en la galera y por la radio CMKC se dio la información: “en este momento ha sido muerto Frank País García”. Del sepelio supimos después que fue una gran manifestación de pueblo. En ese momento escribí en la crónica de que era tal la manifestación de duelo que rompió las rejas y los presos que estábamos en boniato sentimos junto a nosotros a la misma.
– P: En la foto donde usted aparece junto a Wilmer Fernández ¿es la cárcel dónde estuvo preso?
– Eduardo Yasells: Coincidió que durante la visita que realizó el grupo que fue al Moncada el Día de la Prensa Cubana, comenté en voz baja que yo había estado allí detenido. Moltó aprovecho e hizo alusión a las torturas que yo recibí. Wilmer ese mismo día consiguió una cámara e hicimos un reportaje bastante impactante.
En aquella celda había un solo banco y el piso era corriente de cemento. Ahí llegamos a estar hacinados unas 20 personas. Había que tocar fuerte aquellos barrotes para que nos trajeran agua.
– P: ¿De qué grado eran las torturas que usted recibió?
– Eduardo Yasells: Yo no sufrí las más graves que eran las del fósforo entre los dedos de los pies, o aquella en que daban golpes continuos a la planta de los pies con una chancleta mojada. Si me cubrieron con una sábana y me amenazaron de que aquel era mi último momento. Se dio la posibilidad a que los abogados presentaran habeas corpus.
– P: Usted fue fundador de la revista Verde Olivo del Ministerio de las Fuerzas Armadas en la que publicaban con mucha frecuencia el Che y casi todos los dirigentes de primera línea de la Revolución.
– Eduardo Yasells: La idea de organizar un periódico como órgano del Ejército Rebelde en medio de aquella lucha de los primeros meses de la Revolución fue de Fidel, Raúl, Camilo y el Che quien fue jefe de la sección de Cultura. Allí comenzó a publicar Pasajes de la Guerra Revolucionaria y Consejos al combatiente. Publicó las crónicas de su primera visita a los países del sur de Asia. En la revista no solo era director, sino que era un asiduo colaborador, por ello es un reflejo de la obra del Che.
– P: ¿Cómo era el Che con sus trabajos? ¿Obsesivo? ¿Seguidor hasta el final?
– Eduardo Yasells: Salí varias ocasiones con él a hacer reportajes porque estaba la lucha de que faltaban piezas de repuesto. Él orientaba y siempre decía “digan la verdad”, “cuando vayan a los lugares no se dejen llevar por aspavientos”, “comprueben y verifiquen todo lo que hacen”.
– P: Usted fue corresponsal de guerra en Girón, en la Crisis de Octubre y en la lucha contra bandidos. ¿Cómo fue la cobertura de esos largos años?
– Eduardo Yasells: Fueron muchos años de bandidaje en Cuba. Llegó un momento en que en todo el país había bandas de alzados. Cubrí la zona del Escambray y del norte de Ciego de Ávila donde había un bandido célebre que mataba con frecuencia. Estuve en uno de los cercos con el “Caballo de Mayaguara”. Como corresponsal tenía que estar también en el frente y eso es un riesgo.
– P: Sencillamente anónimos, es su libro sobre los oficiales del Ejército Republicano Español que vinieron a formar a las Fuerzas Armadas Revolucionarias.
– Eduardo Yasells: Eran 11 oficiales, algunos de ellos del antiguo Ejército Español que se habían incorporado a la Guerra Civil, que pudieron salir de España a la Unión Soviética donde estudiaron y fueron jefes y participantes en la Segunda Guerra Mundial. Al inicio de la Revolución el Partido Comunista Español le ofrece la ayuda de esos oficiales que fueron los primeros porque después vienen los soviéticos directamente. Pero ellos fueron los primeros y el libro es un homenaje a ellos.
– P: ¿Todos eran anónimos?
– Eduardo Yasells: Menos el más joven de todos, un catalán, todos usaban seudónimos.
– P: ¿Se puede esperar otra edición?
– Eduardo Yasells: Interesa preparar otra edición de Sencillamente anónimos, y saldrá otro sobre la Crisis de octubre Armas del combate.
– P: Era joven usted igual que todos aquellos que en algún momento sintieron que Cuba estaba al borde de una guerra nuclear. ¿Cómo se sentía como corresponsal de guerra en ese momento?
– Eduardo Yasells: El peligro era inminente, pero el estado de efervescencia era tanto que no se percibía el peligro de la situación. Asistí al derribo del U2 en Banes.
– P: En los últimos años ha estado al frente de los periodistas jubilados que actualmente son los asesores de nuestra prensa y en ello hay parte del mérito de Moltó que siempre dio mucha tarea al equipo de jubilados, pero nunca retirados del Periodismo.
– Eduardo Yasells: Somos cerca de cien.
– P: Al frente del grupo de jubilados, usted administra el blog del círculo de jubilados La Esponja. ¿Cómo se relaciona con la tecnología e internet?
– Eduardo Yasells: Había un boletín también. Es difícil para nosotros, pero en el blog reflejamos la vida de los jubilados, lo que hacemos.
– P: Ustedes son jubilados, pero a veces prefieren que los llamen el Círculo de Asesores.
– Eduardo Yasells: Originalmente se llamó Grupo de Asesores. Se llama entonces Círculo de Jubilados porque abarca un equipo más amplio que no todos son asesores.
– P: Mi última pregunta es al asesor de la Unión de Periodistas de Cuba, ¿qué opinión tiene del periodismo que hacemos?
– Eduardo Yasells: Moltó precisamente fue un alto exponente y trazó pautas de lo que debe ser el periodismo. Es un periodismo de hondura, de polémica, con apego a la verdad y que esté a la altura de las exigencias actuales. Antes de morir Moltó esbozó algunas cuestiones que prácticamente constituyen un programa, algo que debe considerarse con vistas al venidero Congreso de la UPEC.
– P: Leyendo Taina conocí el modo en que ustedes llevaban la crónica social, la vida en el Instituto, las entrevistas a Melba, a Haydée, a Frank País, da envidia. Debemos acercarnos un poco más al valiente antecedente que hay en hombres como Eduardo Blás Yasells Ferrer. Y claro que estamos insatisfechos siempre con lo que hacemos porque la Revolución no tiene todavía quien la cuente como se debe.
Mientras que haya vida hay lucha
Doctora Isabel Catalina Moya Richard (La Habana, 1961). Doctora en Ciencias de la Comunicación. Licenciada en Periodismo. Profesora Titular de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana. Directora de la Editorial de la Mujer y de la Revista Mujeres de la Federación de Mujeres Cubanas. Presidenta de la Cátedra de Género y Comunicación del Instituto Internacional de Periodismo José Martí. Miembro del Comité Académico de la Maestría en Género de la Cátedra de la Mujer de la Universidad de La Habana. Premio a la Dignidad otorgado por la Unión de Periodista de Cuba en 2016. Premio Nacional de Periodismo José Martí por la obra de la vida en 2017.
Con un currículum inmenso entre publicaciones, libros y títulos, de Isabel Moya se ha dicho que se llevó todos los premios de la popularidad en el sector femenino por su defensa de la cuestión de género.
– P: Empecemos con Isabelita antes de ser la doctora Isabel Moya. Cuéntanos un poco…
– Isabel Moya: Mi madre tenía solo 18 años cuando nací en medio de una familia maravillosa. Una niña con problemas físicos, pero no me educaron con lástima. Todo lo contrario. Use aparatos de hierro para caminar y para dormir. Nací con una enfermedad muy rara. Mi organismo no asume el calcio.
Me criaron con mucho amor y sin saber nada de inclusión, ni de nada de lo que hablamos hoy. Participé en todo. Cuando la guerra de Vietnam, me ponían aquel sombrero vietnamita, me llenaban el uniforme de hojitas de árboles y allá yo iba con mis aparatos. Nunca falté a nada, ni hubo justificación. Ese amor fue muy importante. La autoestima es vital para todo. Hay gente que tiene mucha fuerza y sin embargo no se quiere.
– P: ¿Nunca buscaste Certificado Médico?
– Isabel Moya: Nunca busqué Certificado Médico y además no me gustaba quedarme limpiando en el albergue. Iba al campo. No era buena cociendo hojas de tabaco. ¡Qué va! No tuve esa habilidad.
– P: Dime el secreto de esa foto en que estás en una silla en escenario de un teatro.
– Isabel Moya: Esa foto me la hizo Mercedes Ramírez en el teatro Sauto de Matanzas. Ya yo era periodista. Fuimos a hacer un fotoreportaje allí. Me senté en aquel escenario y viví todas las vidas que habían pasado por allí. Después hice un artículo que fue premiado y por eso siempre pongo a esa foto como uno de mis grandes recuerdos.
– P: A José Luis Estrada Betancourt le decías en Juventud Rebelde que te gustaba mucho el periodismo de investigación a lo Bogart en El halcón maltés. Recién graduada soñando con ser la Bogart femenina, investigadora de crímenes y de repente la ubican en la Federación de Mujeres Cubanas (FMC).
– Isabel Moya: Eso para mí fue un jarro de agua fría. Yo veía mi ubicación en una revista de mujeres como algo tan inferior. Pensaba cumplir mi servicio social e irme. Y mira, 30 años después sigo ahí.
La revista me permitió conocer a mi país, a mi pueblo y a las mujeres de mi pueblo que son las grandes heroínas de la nación, desde antes de las guerras de independencia. Ellas han ido aportando no solo saber, valentía y fuerza, sino algo que es muy importante, la identidad. Han ido siendo indispensable en la identidad de la nación. Aunque a veces, todavía esas historias no están recogidas. Muchas veces son historias anónimas.
Durante el periodo especial hubo mujeres que cocían las libretas viejas. ¿Cómo sobrevivimos aquel momento duro si no fuera por las mujeres y ese deseo de defender la Revolución?
– P: ¿Cómo llegó Isabelita al Pico Turquino que siempre tuvo dificultades para caminar?
– Isabel Moya: Subí por Bayamo, que es más difícil, gracias a un grupo de compañeros y compañeras periodistas de Juventud Rebelde. Subí porque se iba a dar la orden No. 1 del Movimiento de Pioneros Exploradores.
– P: En ese periodo conociste a Juan Carlos que era el diseñador de la revista. Llegas en 1984 a la revista. Dicen que el primer encuentro entre ustedes no fue precisamente bueno, ¿qué pasó?
– Isabel Moya: Llegué y le dije que yo venía de militante y él con arrogancia me dijo que no quería insertados en el núcleo. Pensé que era un pesado. Sin embargo, al mes presenté mi primer trabajo y él vino y me entró por el ego. Me dijo que era un bello trabajo, y así empezó todo. Aquel primer trabajo se llamaba Pequeños palacios verdes sobre las campiñas pioneriles.
– P: De ahí pasaron rápidamente al amor y te embarazaste que era algo que no tenías posibilidades de hacer por la enfermedad y te arriesgaste. ¿Qué pasó contigo después? ¿Qué pasó con Vilma Espín?
– Isabel Moya: El embarazo fue una osadía. Gracias a la medicina cubana que me ayudó y al grupo de médicos que me acompañaron. Tuve la niña y ya entonces caminaba con dificultad. Pensé quedarme en la casa, escribir por correo. Pero Vilma vino a la casa. Me hace poner la niña en el piso para verla gatear. Le comentó que yo creía que no iba a poder volver a trabajar como reportera. Ella me dijo: “chica tú no has visto que en las oficinas hay rueditas en las sillas, ¿por qué no puedes trabajar en una silla de ruedas?”
No solo empecé en la revista nuevamente, me mandó a un evento en México con otra compañera, pero yo estaba en el hotel sola para que ganara confianza en mí. Vilma era una persona fuera de serie, llena de humanismo y sensibilidad.
– P: Isabel siempre dice que lo que ella se vista y se maquilla es producto de Gabriela, su hija que ahora tiene 20 años, ¿qué estudia Gabriela?
– Isabel Moya: Le encanta la química y estudia farmacia. Estábamos asustados porque no la podíamos ayudar en nada, pero estamos en la generación del Siglo XXI.
– P: La doctora Miriam Rodríguez ha escrito: “Tiene Isabelita una vocación muy grande por enfrentar retos. Y cuando nadie se lo exigía, ni nadie creía realmente que lo necesitaba, pues su nombre era ya muy conocido y sus obras objeto de estudio en muchos lugares, ella se propuso obtener el doctorado en Ciencias de la Comunicación. Y lo obtuvo, por supuesto con la máxima calificación.
Nadie sabe a ciencia cierta de dónde saca el tiempo, la voluntad y la paciencia para dirigir una revista y una editorial, escribir artículos y libros, atender diplomantes, proyectar eventos, dar conferencias, y rara vez decir que no a muy diversas peticiones, y nunca si se trata de una solicitud de ayuda, porque nuestra experta en género lo es también en solidaridad humana.
– Isabel Moya: Así es la doctora Miriam Rodríguez que fue mi profesora desde el pregrado y fue junto a la doctora Norma Vasallo las tutoras de mi tesis de doctorado.
– P: Isabelita es autora de Letra con género, Reinventar el periodismo hacia una contracultura feminista en los medios, Sin contraseñas Género y Transgresión mediática, El sexo de los ángeles, Una mirada de género a los medios de comunicación, De la soga a los espejos Ensayos de Comunicación y género… una lista muy larga de documentos que tienen que ver con el feminismo. ¿Lograste algo, lograron algo las que han defendido el feminismo?
– Isabel Moya: Tenemos que seguir luchando por el sexismo en el lenguaje. La lengua invisibiliza y discrimina en el lenguaje. Para nosotros hay una diferencia cuando se dice bloqueo o embargo, porque es que la lengua tiene ideología. Hemos avanzado mucho por el pensamiento de Fidel, la creatividad de Vilma y por la organización de las mujeres cubanas.
La Federación de Mujeres Cubanas tiene ya más de 4 millones de mujeres. Tenemos que seguir trabajando, perfeccionándonos, porque esa organización es, sin dudas, más necesaria que nunca.
Hay paladares en las que solo hay muchachitas de 20 años, delgadas y con determinado color de la piel. Ahí tenemos que estar también nosotras. Tenemos que estar para que no hayan, ni aparezcan más brechas de desigualdad y para que las que existen sean eliminadas.
– P: Discapacitados, mujeres, y determinado color de la piel suele ser un problema que hasta que uno no lo sufre no lo defiende. ¿Sientes que tu vida cambió a partir de ser también una discapacitada?
– Isabel Moya: No he sido una mujer que me haya sentido discriminada, pero en determinados momentos me ha sucedido que la gente piensa que te va a proteger. Piensan no decirme algo porque no voy a poder ir. Nadie debe tomar decisiones por nadie. Me gusta mucho lo que dice la Convención de la ONU sobre las personas con discapacidad: “sobre nosotros, sin nosotros”. Eso se aplica a todas las personas y edades porque a veces a niñas y niños les escondemos cosas, eso también es discriminatorio.
– P: De los problemas de ustedes, hablan ustedes. Como mujer no solo has enfrentado una enfermedad degenerativa que ya sería motivo para retraerse, para arrinconarse, sino que siempre está riendo, incluso cuando al obtener el Premio Nacional José Martí estabas saliendo de una quimioterapia porque además tuviste cáncer de mamas, me dijiste: “tengo que contar que hubo un error en el tratamiento de la quimio para que otras mujeres no lo tengan”.
– Isabel Moya: Quisiera agradecerle a la doctora Marlén Villanueva, María Caridad Rubio y al doctor Braulio Fernández porque tengo un tipo de cáncer muy raro y en vez que tener que usar los medicamentos que normalmente se utilizan para ello, lo que se utiliza es un medicamento para cáncer de próstata.
– P: ¿Cómo se descubrió eso?
– Isabel Moya: Con el análisis molecular y esos médicos fabulosos que mencioné, el doctor suizo de la Cooperación Medicoba Suiza. Ellos han hecho posible que esté aquí hoy con muchos deseos de vivir.
Lo más importante siempre es que mientras que haya vida hay lucha. Cuando me dieron la noticia me quedé sin aire, pero todas las guerreras en mi interior dijeron ¡A luchar!
– P: Mensaje de Arelis Santana, segunda Secretaria de la FMC: “Queremos decirte que admiramos en ti tu sensibilidad humana, tu sentido de la amistad, tu capacidad cuasi insólita de sintetizar hasta los más complicados conceptos y hacerlos entendibles a todas y todos, desde los más ilustrados intelectuales hasta las más sencillas personas de Cuba y en especial de tu Cayo Hueso.
“Admiramos en ti tu versatilidad, tu siempre sed de conocimientos, tu espíritu de lucha ante las adversidades, que afrontas con valentía y optimismo. Tu siempre dar. Isa, eres una mujer de los medios y a la vez en ti misma eres un fenómeno de popularidad”.
– Isabel Moya: Tú decías que de dónde saco fuerzas. De todas mis amigas y amigos de la FMC, de mis estudiantes, e mi familia, porque no hay nada más importante que los afectos.
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