Del gigante Chávez cuentan dos amigos
Por Aniel Santiesteban García
Emisión: 05/03/2018
A cinco años de su paso a la inmortalidad, la Mesa Redonda recuerda a Hugo Chávez Frías, incansable luchador por la justicia y la paz, la unión de los pueblos de Latinoamérica, el caribe y el mundo. Amigo inseparable de Cuba.
Compartimos las experiencias de dos personas cercanas al Comandante Chávez: el Excmo. Sr. Alí Rodríguez Araque, actual Embajador de la República Bolivariana de Venezuela en Cuba, y la Dra. C. Rosa Miriam Elizalde Zorrilla, Vicepresidenta de la UPEC y la FELAP.
Alí Rodríguez Araque conoció a Hugo Chávez antes de que llegara a la presidencia de su país, fraternos compañeros.
Rosa Miriam Elizalde es autora de dos libros dedicados a la figura de Chávez: Chávez nuestro, acompañada por el periodista Luis Báez y El encuentro, donde se cuenta la historia de la fragua de aquel primer encuentro entre Fidel y Chávez; además, seguidora de su trayectoria durante los años de presidencia venezolana.
Los amigos del amigo
Afirma Alí Rodríguez, Embajador de Venezuela en Cuba que a cinco años de su partida física, Chávez sigue ahí.
“Fue una síntesis de su país. Su cercanía lo identificó mucho con la realidad venezolana, con la cultura del pueblo venezolano”, agrega.
“Chávez fue multifacético”.
“En sus conversaciones abarcaba muchos temas económicos, sociales, políticos, era un apasionaba a la lectura”, recuerda Alí Rodriguez.
“Chávez, sencillamente, fue un ser impresionante”
Resalta el Embajador venezolano que la sencillez del discurso chavista caló en el lenguaje de la gente, sabía llegar al pueblo, fue una de las potencialidades de Chávez. En un militar no era común llegar a la presidencia por la vía democrática.
“Chávez cambió la visión del pueblo hacia la fuerza armada venezolana, desde entonces estuvieron más cerca. La alianza cívico-militar, idea del Comandante Chávez, fue una trinchera ante intentos repetidos de derrocar la democracia venezolana, eso lo debemos a él”.
Chávez, indiscutiblemente, rompió esa suerte de prisión en la que estaba el propio ejército venezolano, destaca Rodríguez Araque, separado del pueblo; surgió, entonces, el aprecio por el pueblo.
“Su visión ha resultado el apoyo y la garantía a batallas vividas por el pueblo venezolano”.
Chávez cercano, el comunicador
La batalla que Chávez llevó en la vida política tuvo que ver con su capacidad de gran comunicador.
Rosa Miriam Elizalde, quien siguió la carrera política de Chávez desde el periodismo, lo recuerda.
“Fascinante, absolutamente fascinante”, así describe Rosa Miriam la capacidad de comunicación del Comandante Chávez.
Recuerda que en el año 2004, para poyar a Chávez en el referendo revocatorio, después de vivir muchos años con la genial pedagogía de Fidel, descubrió aquel hombre que no era común en los políticos contemporáneos.
“Solo queríamos responder una pregunta”, dice Rosa Miriam.
“¿De dónde había salido este hombre? Se comportaba como su gente”, agrega.
El origen popular tiene mucho que ver, el entorno de donde él viene; esas características las reflejaba en la manera de relacionarse con la gente, hasta en su propio rostro, afirma Elizalde Zorrilla.
Lo describe un poco como el compendio de Venezuela.
“Tenía de indio, de negro, de blanco; había surgido y crecido en un entorno de pobreza”, destaca quien ha resultado una historiadora de la vida Chávez.
“Cuando preparaba el libro, acompañada por Luis Báez, entrevistamos a sus amigos, familia, a su compañeros de la academia, y cerramos con una entrevista a él. Antes fuimos a Barinas, su pueblo natal, y conversamos con las ancianas que eran amigas de su abuela Rosinés”, cuenta Elizalde.
Añade: “Allí descubrimos un dato que ya él no recordaba, que se había perdido en su memoria: el primer día que fue a la escuela no lo dejaron entrar porque no tenía zapatos. No tenía, al menos, los reglamentarios, había asistido con unos guaraches que le había armado su propia abuela. Ella, consternada, llorando, sin saber qué hacer, recibió la ayuda de las vecinas. Recaudaron dinero para que el niño pudiera ir a la escuela”.
“Esa historia le conmovió profundamente, a partir de ahí se demuestra quién es verdaderamente Chávez, quién fue ese niño, qué infancia tuvo, cuáles eran sus pretensiones al llegar a la presidencia”.
Una casa minúscula era aquella, describe Rosa Miriam; de piso de tierra. Vendía junto a su hermano Adán las populares arañas, para ayudar a la economía familiar.
“Es un hombre de sencillez toda”, dice.
La academia militar era la única salida que tenían los pobres a llegar a la universidad salir de la pobreza. Su capacidad de comunicación influyó en eso.
“Cuando uno hablaba con Chávez parecía estar conversar con un hombre común, y tal como se comportaba en la intimidad, así lo hacía frente a su pueblo”, afirma Rosa Miriam Elizalde.
“Yo creo que ahí radica la clave, la autenticidad, en la capacidad de relacionarse con la gente, siempre desenfadado, cariñoso”, añade.
Chávez vive en el pueblo
Alí Rodríguez Araque recuerda al Chávez ser humano.
“En lo privado, así como en lo público, se notaba mucho la sencillez, era muy cariñoso, amoroso”, dice.
“Era como compartir con un grupo de amigos: Chávez y el pueblo”.
Resalta Rodríguez Araque que Chávez siempre estableció siempre una suerte de diálogo, era una característica peculiar de su discurso. Siempre fue oportuno en su respuesta, creaba una empatía muy grande.
Recuerda una ocasión en la ONU: “Muchas personas quedaron estupefactas, no podía ser posible, Chávez, sin temor alguno, declaró que allí, en el corazón del imperio había estado el diablo, dijo que olía a azufre”.
“Chávez fue un eterno bromista”.
De su carrera política, la Dra. C. Rosa Miriam Elizalde destaca que Chávez eliminó intermediarios a través de las redes sociales, fue líder también en esto, vio en ellas una cercanía directa al pueblo.
“Millones de personas comunicaban, hablaban de sus problemas. Este constituyó un espacio directo de la interconexión con su pueblo. Aún enfermo, desde Cuba, a través de su cuenta en twitter @chavezcandanga, estuvo cerca de su pueblo”, añade Elizalde.
Ese espacio, donde estaba la gente, había que “colonizarlo”, así lo entendió Chávez.
De entonces resultan espacios de interlocución directa con la ciudadanía que hoy se mantienen. No podríamos olvidar su Aló Presidente, desde el primer año de la presidencia.
“Chávez fue un hombre que vino del desconocimiento, a partir de ahí, Latinoamérica hizo realmente política”, afirma Rosa Miriam.
Dos hombres que fueron uno
De la relación con Fidel, también surgió Tele Sur, que hoy sigue siendo voz de los pueblos, voz de la democracia en el mundo.
“La relación entre Fidel y Chávez, además de ser una relación de tanta trascendencia política, y de dos líderes que se reconocían como padre e hijo, eran dos amigos que se encontraron como cualquier otros dos; bromeaban, se querían, eso era lo fascinante de su relación”, dice Elizalde.
Para Alí Rodríguez, la relación entre Fidel y Chávez significó mucho.
“No solamente hubo grandeza en la amistad, sino unidad y gran identificación entre los pueblos”, destaca.
Más allá de lo personal, está la conducta revolucionaria de ambos, la integración de América Latina y el Caribe. Hoy seguimos precisando de su impronta; Chávez se multiplica en la gente humilde. El amigo no se fue, nunca se irá, sigue ahí, en cada hombre o mujer humilde, entregada a una causa noble.
Tuve la opotunidad sagrada que me dio la vida de estar a su lado y uno se sentía iluminado por su presencia por su espíritu por su bondad, Chávez fue más que un ser humano Chávez es un sentimiento de amor que siempre perdurará.
La vida me otorgó el privilegio y el altísimo honor de acompañar parte de la carrera revolucionaria de ese hombre tal sencillo, amoroso y ferviente revolucionario que fue Chávez. Siendo parte de uno de los Programas de la Revolución que sacudieron a Cuba y hasta otros países del mundo, hablo del Programa de Trabajadores Sociales, estaba en la Habana, recuerdo que estábamos albergados en la escuela Vocacional Lennin, cuando fuimos convocados a participar en la condecoración con el título honorífico José Martí a Chávez y desde muy lejos que fue el lugar que me tocó porque delante estaban todos los latinoamericanos de diferentes programas en Cuba, pude distinguir aquel uniforme verde, alto, gallardo hasta en la distancia, era mi COMANDANTE, nunca pude estrechar su mano pero siempre sentí su amor y compañía en todos mis pasos y a su lado aquella camisa roja, quien para mí fue el más digno “hijo de mi COMANDANTE”, ambos pusieron sus vidas al servicio de sus pueblos, ambos hicieron de los sueños de miles la realidad para el disfrute de millones, ambos para mí, dignos hijos de Martí y Bolívar. Son pocos los hombres en la historia que solo se necesitan una palabra, una bandera o un símbolo para evocarlos. a ellos nuestra eterna fidelidad. #Somos Cuba. #Somos continuidad. #Vamos por más.
Más orgullosa me sentí cuando mi hija mayor Keila Nadieska Herrera Haití fue seleccionada para participar en la peregrinación que acompañó las cenizas de nuestro Fidel a su descanso eterno en Santa Hifigenia en Santiago de Cuba, fueron 3 Camilitos de Holguín y mi hija fue una de ellas. Yo no pude estar ahí pero mi hija sí.
Cuanto dolor sentí por no estar allí para Chávez, pero estuve aquí siguiendo paso a paso su condición critica de salud y lloramos tanto o más que su pueblo y aún recordamos a ese hombre, que como nuestro Comandante, pasó a la inmortalidad, donde los agradecidos los acompañamos.
A ellos EPD y nuestro amor eterno.