Izquierda y neoliberalismo en Latinoamérica
Por Giovany Peñate Cruz
Fotos de Roberto Garaicoa
Emisión miércoles 17 de octubre 2018
Las señales de la prevalencia o no del modelo neoliberal en Latinoamérica y la situación de las fuerzas progresistas en el continente fue el tema a debate por periodistas y analistas en la emisión de este miércoles de la Mesa Redonda.
Durante el intercambio se enfatizó en las elecciones de Brasil de cara a la segunda vuelta electoral, la situación de Argentina y en Chile.
La ola neoliberal que atenta contra los seres humanos y daña a los pobres es una consecuencia de varios factores como: la falta de unidad de los pueblos, el desgaste de los gobiernos que michas veces han luchado por las posiciones electorales y no por hacer transformaciones superestructurales.
Bolsonaro es el resultado de una política que en Brasil tiene una expresión extremista pero que se manifiesta en varios países desde EEUU hasta la Unión Europea. Bolsonaro no ha tenido ningún problema de corrupción y eso lo beneficia para su campaña.
Según el periodista Lázaro Barredo en Brasil se han desarrollado ya algunos hechos de violencia. Para Brasil se espera más violencia fascista con tendencia al militarismo. Bolsonaro ha dicho que permitirá el uso de las armas.
Por su parte, la periodista Marina Menéndez Quintero señaló que las encuestas aseguraban que en una segunda ronda Haddad le ganaría a Bolsonaro. Sin embargo, hoy los sondeos, están arrojando la misma diferencia entre ambos, que hubo en la elección presidencial. Por lo tanto, ahora mismo existe una diferencia de entre el 15 y el 18%.
“Haddad ha ganado 12 puntos y Bolsonaro 13, en las últimas encuestas. Pero, si vamos a analizar el escenario mundial, las tendencias a la ultraderecha y el neofascismo llegan desde todas partes, y en Brasil Bolsonaro es un hombre que por su discurso está a favor de esas corrientes. Además, en América Latina hay también un interés para esa restauración, con la judicialización de la política que pasa por medidas que se quedaron cortas y errores de los obreros progresistas de la región” – apuntó Marina Menéndez.
Además, existe la operación Cóndor que como un símil para tapar todo lo que se hace tras bambalinas para satanizar y desacreditar a la izquierda y al progresismo en la región.
En Brasil Haddad mantiene el voto duro o ideológico fiel al Partido de los Trabajadores, pero no ha logrado capitalizar el voto de esa derecha que recibió en las urnas el castigo por la mala gestión de Temer. Sin embargo, también el Partido de los Trabajadores puede tener el voto de castigo por la satanización a la que ha sido sometido en toda esta arremetida. Haddad está haciendo su campaña con un llamado amplio contra el fascismo y se ha unido a varios partidos de izquierda porque por supuesto hay una reacción de las fuerzas progresistas, pero no es suficiente.
En otro momento la periodista Aixa Hevia presentó en su sección Desde Internet, lo más sobresaliente que en las redes sociales, los medios de comunicación y la web se mueve en torno a Bolsonaro.
Aixa se refirió a varios análisis de diferentes medios que hacen alusión a la personalidad y las posiciones manifestadas por Bolsonaro en la campaña electoral. Otros aspectos destacados resultan las noticias falsas contra Haddad y la violencia que han generado las palabras de Bolsonaro.
Por su parte, Lázaro Barredo explicó que EEUU está interesado en convertir a Brasil en un punto neoliberal dentro del continente, porque una de las metas de Trump es sacar a China y Rusia de Sudamérica, y se apoya en todo este escenario.
Más adelante el debate continuó con la situación actual de Argentina, un país donde el gobierno toma medidas que condenan al hambre y la miseria a miles de ciudadanos en esa nación.
Según Marina Menéndez en la elección de Macri la diferencia porcentual fue escasa, en ese momento influyó mucho la desunión del progresismo en Argentina y la confianza de que Macri y su frente iba a cambiar para mejor y la criminalización de la que era víctima la figura de Cristina Fernández y Néstor Kirchner. Además, hoy el país está entrampado con los 50 mil millones de dólares que Macri pidió al FMI.
En ese contexto existen noticias de que la economía argentina va a decrecer un 2,1% este año y un poco más el año que viene. En el medio de esta situación las personas han salido a las calles a protestar, pero aún la clase media no ha sido tocada y por tanto no han protestado.
El quehacer de los gobiernos progresistas ha sido seguido por esta banalidad que se ceba en sus supuestos errores cortedades, pero también esos gobiernos progresistas llegaron al poder por el cansancio de las fuerzas neoliberales.
“Hoy se plantea que en un hipotético balotaje entre Macri y Cristina ganaría Fernández, pero su respaldo también está fracturado. Por lo tanto, hoy en Argentina lo que se intenta hacer es un recambio dentro del poder conquistado por la derecha” – sostuvo Menéndez Quintero.
En tanto Lázaro Barredo, subrayó que lo que pasa en Argentina hoy es parte del contexto continental y de todas las maniobras por el restablecimiento del neoliberalismo. Macri es el único presidente que ha asumido con procesos penales abiertos que han sido concluidos, sin embargo, Cristina han tenido 7 procesos y todos han sido condenados de inmediato.
En la parte final de la Mesa se analizaron las tensiones en Chile. Para introducir el tema se presentó un trabajo periodístico sobre este tópico.
Al respecto Lázaro Barredo expuso que Piñeira es un hombre de la ultraderecha latinoamericana, cuando el asume como presidente declara que es el presidente de la clase media, para él los pobres de Chile son ciudadanos de cuarta, quinta, sexta.
“Piñeira va a recrudecer una política neoliberal en Chile, pero detrás de esa ola de derecha, la gente se dará cuenta de lo que tuvo, lo que perdió y luchará por recuperarlo” – acotó Barredo.
La derecha y el neoliberalismo cobra fuerza en América Latina y el poder progresista se repliega en busca de una salida viable a la situación de crisis que viven las naciones del continente.
Es muy triste y a muchos cubanos y latinoamericanos de bien nos duele lo que está pasando eslabonadamente en nuestros pueblos de la región, movimientos de izquierda no bien fuertes ni organizados y con falta de unidad y representantes de estos dando pie a que los incorporen dentro de los corruptos, pueblos que pierden la confianza, con falta de información y cultura política, además siguiendo la ruta del monooilio y desinformación de los grandes medios y ahora las nuevas redes sociales de la comunicación para difamar, mentir y desinformar a las mayorías de un lado y de otro, culpando al PT de todas las desgracias y corrupción en que está sumido por ejemplo Brasil y encima de ello creyendo que el cambio, mejoras y bienestar, así como limpiar de corrupción al país depende por ejemplo de Jair Bolsonaro, un fascista, quien adora las dictaduras y sus prácticas, rechaza el salario igual para mujeres y hombres por igual trabajo, violento, homofóbico, quien se proyecta por la privatización y alineación al imperio, reducir la edad para las penas carcelarias, perseguir, encarcelar y destruir a todo lo que huela a PT y comunismo. Y encima de todo más de 57 millones de brasileños votaron por su elección como presidente, y tienen esperanza de que sea quien limpiará de corrupción al pais, lo hará grande y fuerte económicamente y traerá toda la bonanza al país y los brasileños. Pero nada, no se aprende con lo ocurrido en Argentina, Honduras, el propio Brasil con el golpe de Temer, etc. se quiere el cambio a costa de lo peor. Tengo una conocida brasileña que me comentó que no votó por ninguno de los dos aspirantes a la presidencia porque cree no van a resolver los problemas de su país, pero tiene esperanzas dice que con este loco tengan lo melhor. También lei el artículo de Atilio Borón hoy sobre su conversación con trabajadores de un aeropuerto de Brasil que decían Bolsonaro era el grande, el mesias que iba a resolver todo y llevar a Brasil adelante, acabaría con la corrupción del PT, que Lula era el mayor culpable etc, etcQué locura.