Guile en Persona (+ Video)
Por Giovany Peñate Cruz
Emisión de viernes 1ro de marzo de 2019
Un acercamiento a la vida de Guile, el General de División Ramón Pardo Guerra, Jefe del Estado Mayor Nacional de la Defensa Civil fue el objetivo de la entrevista en persona del espacio Mesa Redonda.
Arleen: Acerradero, El papayo, El peladero son nombres que aparecen a lo largo de estos libros de testimonios, como el lugar donde ustedes vivieron en la Sierra Maestra ¿existen esos lugares todavía, existen Pardo Guerra en esa zona de la Isla, General?
Ramón Pardo: Buenas tardes, bienvenida al Estado Mayor Nacional de la Defensa Civil. Como no, los lugares existen, yo nací en Acerradero en 31 de agosto de 1939, prácticamente en esa zona nacimos todos nosotros. Hoy esa localidad no tiene nada que ver nada con lo que era cuando yo era niño.
Ramón Pardo: Cuenta la vieja que enfermamos de paludismo, tal es así que yo no conocí a tres de mis hermanos porque murieron pequeños. Yo fui el número 12 de la familia.
Arleen: Ahí vemos a sus padres, él gallego, ella una cubana de origen indígena. Usted cuenta en sus testimonios que creía que su madre tenía ese origen…
Ramón Pardo: Yo cuento eso porque cuando el viejo mío llega ahí, ella nunca contó mucho de sus orígenes, pero por las características físicas y sus costumbres, tradiciones, siempre dije que era un poco indeada. Dicen que yo me parecía mucho a mi madre.
Ramón Pardo: La vieja era la partera muchas veces no estaba en casa porque estaba asistiendo un parto. Incluso llegó a hacerse sus propios partos.
Ramón Pardo: En el papayo estaba la casa de los viejos míos. En ese lugar en el año 1949 un pastor evangélico comienza a residir en esa casa para enseñar a leer y escribir a las personas de la zona y construyen una escuelita entre vecino.
Ramón Pardo: Yo era el más pequeño del grupo y él me dedicó mucho tiempo para que yo aprendiera. Cuando el pastor va de vacaciones a La Habana les plantea a los viejos la idea de llevarme a la capital y yo me fui con él. Su familia era jamaicana. Allí estudio piano y varios idiomas. Cuando tengo 15 años voy y me presento a las pruebas de oposición del Instituto de Holguín, pero la tercera prueba la ponché.
Ramón Pardo: Ya yo tenía 15 años así que me voy para Caimanera y comienzo a trabajar en una tienda llamada Sad, ahí comencé limpiando piso hasta un buen día que el me pagó 3 pesos luego 5 hasta que me dijo que m quedar a trabajar allí. Yo regreso con mis padres porque mi mamá me pedía que regresara con ellos. Recuerdo que un día los fui a visitar y les pude llevar alimentos que a ellos les encantaban.
Ramón Pardo: Estando en casa de mis padres viene el desembarco, después el ataque a La Plata y luego el combate del Uvero donde a los 6 días s busca contacto con Israel, pues a Fidel le explica que en la zona hay un hombre de confianza, y vamos para el bohío de Israel. Aquí conozco a Almeida que estaba herido, el Che estaba al frente de los lesionados. Yo comienzo a conversar con Almeida durante un buen tiempo y como vio que tenía habilidades sobre la zona él dice que yo era un despercudío.
Arleen: El muchacho que se incorpora a la columna del Che más o menos tiene la figura de la foto ¿no?
Ramón Pardo: En esos momentos yo tengo 17 años y luego de la recuperación de los heridos, el Che nos deja en una especie de base de abastecimiento. En ese tiempo hay una delación sobre la presencia de rebeldes en la zona y se ordena recoger a todos los campesinos. Casi nos llevan a todos los hermanos, pero un cabo que estaba allí dijo que no era necesario que el conocía a mi padre. No obstante, al viejo se lo llevaron y mi madre fue a pelear con Mero Sosa para que libere a mi padre. Cuando el sale el Movimiento en Santiago lo protege.
Arleen: Con 17 años se incorpora al Ejército Rebelde y ya entra en la tropa del Che ¿Cómo era el Che, se dice que a usted lo castigó alguna vez?
Ramón Pardo: Cuando me incorporo el 6 de agosto a su columna, pasé a ser su asistente, luego vino la ofensiva de verano y se crea la columna 8 Ciro Redondo y el pelotón 2 donde yo era segundo al mando como Teniente.
Ramón Pardo: Terminamos la campaña de la Sierra y se organiza la columna invasora, todos nos preparamos para salir en la inversión, el Che selecciona las tropas que iban a acompañarlo. El 31 de agosto de 1958, el día que yo cumplía 19 años, salimos hacia Occidente a pie. Coincide que entra un ciclón que nos coge en el llano del Cauto y tuvimos que abandonar los carros que cogíamos.
Ramón Pardo: La columna tenía 140 hombres, más el peso del armamento. Algunos de los que estábamos allí éramos los más experimentados de los combates en la Sierra. Poco a poco se iba venciendo cada paso de la invasión. Llegamos a la Federal donde turismo un combate, aunque nosotros no buscábamos combates, el objetivo era llegar al Escambray.
Ramón Pardo: Cuando llegamos al Escambray hicimos contacto con las tropas de esa región. Durante esos días muy pocas veces comimos alimentos calientes. La población nos ayudó mucho en todo el trayecto. En varias ocasiones sufrimos el asecho del ejército enemigo tanto terrestre como aéreo.
Ramón Pardo: La invasión fue muy compleja, la gente a veces me pregunta si en determinados momentos nos sentimos derrotados, pero en ese momento nosotros teníamos una misión que cumplir, el Che nos había planteado que al Escambray había que llegar, aunque sea a rastras con la bandera del 26 de julio.
Ramón Pardo: El Che era un hombre normal con las características de un argentino. La gente a veces intenta comparar a Camilo con el Che los dos tenían rasgos distintivos de sus personalidades. El Che fue muy exigente con nosotros y eso nos ayudó mucho. Un día salimos juntos, lloviendo y tenía un ataque de asma, al amanecer del día uno de nosotros dejó dormir un poco más al Che por su enfermedad y el cansancio y por eso recibimos un regaño del argentino porque él era el encargado de proteger nuestras vidas según nos dijo.
Arleen: Usted estuvo al frente del pelotón que descarriló el Tren Blindado y hay quien dice que esa fue la acción más importante de la Batalla de Santa Clara ¿qué importancia usted le concede a ese descarrilamiento?
Ramón Pardo: La Batalla de Santa Clara está enmarcada dentro de la estrategia del Comandante en Jefe y el Che. Después de librar los combates de Placetas, Caibarién y otros el Che nos convocó a avanzar hacia Santa Clara y a mí me dio la misión de llegar hasta la Universidad Central. Luego me plantea que debo seguir hacia la ciudad por toda la carretera de Camajuaní y tomar la línea del tren para causar el descarrilamiento. El 28 de diciembre de 1958 se produce un combate encuentro con una tanqueta enemiga, pero logramos llegar hasta el objetivo.
Ramón Pardo: Después de varias indicaciones del Che se logra obstaculizar la línea y imposibilitar el paso del tren. Tuvimos un intenso combate con los soldados del tren, hasta que se produce una tregua y sale una bandera blanca en señal de rendición de las tropas del tren. En ese momento se entabla una conversación mía con el jefe de los soldados del tren y cuando le explico que el jefe de la acción es el Che, tuvo un gesto como de sorpresa.
Ramón Pardo: Posteriormente llega el Che y conversa con el jefe de las tropas batistianas y le explica que no queda otra opción que la rendición, pero este le expresa que no pueden rendirse. Entonces el Che le informa que si no se rinde lo que suceda a partir de ese momento es su responsabilidad y finalmente se decide la rendición del tren.
Ramón Pardo: En Santa Clara tuvimos el respaldo de todo el pueblo que nos ayudó a cruzar calles a insertarnos en cada rincón de la ciudad y a tomar las principales fortalezas de la ciudad. La Batalla de Santa Clara fue un combate más.
Arleen: Siempre he oído hablar de la entrada de Fidel en La Habana el día 8 en la caravana de la Victoria, pero nunca he oído hablar de cómo fue la receptividad del pueblo, la llegada de ustedes a La Habana, es en silencio, en secreto, cuénteme…
Ramón Pardo: El día 31 luego de la rendición del cuartel el Che organiza toda la plaza. El día 2 salimos para La Habana y llegamos al polígono de la Cabaña en la madrugada y ya se sentía la alegría del pueblo.
Ramón Pardo: El Che le habla al regimiento y convoca a los rebeldes a tomar las instalaciones. Luego se sucede la entrada de Fidel y bueno el resto de la historia que todos conocemos.
Arleen: ¿En ese momento es que usted comienza como tanquista?
Ramón Pardo: Durante la entrada nuestra en el regimiento me incorporo en una tropa de tanques que había allí y luego continúo desempeñándome en esas funciones. Hacíamos maniobras, aprendíamos de los más viejos y después viene la operación en las montañas contra los bandidos y luego fuimos a Checoslovaquia a estudiar y al regreso me nombran jefe de una brigada de artillería en Managua.
Arleen: ¿Siendo un muchacho cómo fue para usted todas esas experiencias?
Ramón Pardo: Imagínate era un muchacho, para nosotros ir a estudiar allá fue tremendo. Yo fui en la especialidad de tanquista porque cuando llegué acá me gusto el tanque. Luego estuve en Angola donde era el jefe de la división de tanques. Más adelante regreso a estudiar y vuelvo al sur de Angola.
Arleen: ¿Lo siete hermanos pasaron por Angola?
Ramón Pardo: Sí, los siete hermanos pasamos por Angola, en diferentes épocas, pero incluso a veces coincidimos. Entre hijos y nietos la vieja siempre tenía alguien allá.
Arleen: Hablando de hijos y nietos ¿cuántos son?
Ramón Pardo: Nosotros somos 18 hijos y quedamos vivos 15. En esa familia hay 78 nietos, 124 bisnietos, tataranietos 135, chornos 18. Además, han nacido otros que no están aún en este registro.
Arleen. ¿Cómo es la vida personal de una persona que ha tenido tantas tareas?
Ramón Pardo: La vida personal es dedicada a las tareas que me encomiendan, en este momento es la Defensa Civil. Hace 17 años Raúl me nombró bajo esta responsabilidad de la Defensa Civil. Este lugar me gusta mucho porque aquí se aprende y hay que estudiar todos los días. Hay que estar preparados para cualquier tipo de eventos y situaciones de desastres.
Arleen: En los años en que la Defensa Civil alcanzó sus niveles más altos Fidel estaba muy activo y venía mucho aquí …
Ramón Pardo: El que creo la Defensa Civil fue el Comandante y siempre estuvo en todo como el primero y luego legó a Raúl todo ese ímpetu de trabajo. Recuerdo que Raúl se mantuvo desde el primer minuto al tanto sobre el tornado, por ejemplo.
Ramón Pardo: La Defensa Civil es muy importante porque se encarga de la protección de las vidas humanas y todos los recursos del país ante situaciones de desastre.
Arleen: Por ahí hay una foto que están toda la familia o una parte importante de la familia. Ustedes llegaron a ser una familia que recuerda a los Maceo, en el sentido de que su madre había empujado a su hijo más pequeño a que fuese a la guerra ¿qué siente usted cuando piensa que es parte de esa familia?
Ramón Pardo: Hay que partir de la educación que nos dieron los viejos que siempre lucharon por lo mejor para nosotros sí por lograr esa integración familiar. Nos respetamos mucho entre los hermanos, los sobrinos. Siempre nos reuníamos cuando los cumpleaños de los viejos con toda la familia y a él le gustaba mucho.
Ramón Pardo: No creo que sea una familia excepcional, sí numerosa pero no excepcional.
Arleen: Y por fin Guile ¿por qué?
Ramón Pardo: Desde que tuve uso de razón me apodaron Guile, en la Sierra también me llamaron así y cuando Fidel fue a nombrar el primer Comité Central me tenía apuntado como Guile. Muchos me conocen por ese sobrenombre. Hoy en día la mayoría me conoce por Pardo o por Pardito.
Arleen: El 31 de agosto usted cumple 80 años ¿Cómo se siente?
Ramón Pardo: Entero …. Para seguir luchando.
Arleen: ¿Qué quisiera dejar como herencia a las nuevas generaciones?
Ramón Pardo: Deseo tener salud para seguir cumpliendo la misión que tengo, que todo lo que hemos vivido sirve de experiencia para las nuevas generaciones, como yo lo recibí del Comandante. Deseo que los jóvenes sean buenos y revolucionarios.
gracias por esta entrevista no sabia algunos detalles de la historia de la revolucion y quienes fueron iniciadores yo escuchaba la batalla de santa clara pero en esta ocacion vi los detalles y cosas que no sabia, muy bueno saber la trayectoria de estas personas.
Siempre he estado al tanto de su vida desde que lo conocí en febrero de 1981 en el Regimiento Sur de Lubango, RPA, yo pertenecía al 2do Batallón de Infantería de Palanca que era dirigido por el Tte Coronel Ilidio Mendieta López. del cual fuí su ayudante así como los demás Jefes de Batallón que lo precedieron hasta mi regreso a Cuba. En ese batallón estuve hasta marzo de 1983. Todo mi respeto, admiración y cariño para él, así como para todos aquellos oficiales de diferentes rangos que conocí en ese país. Tenía 19 años cuando fuí para Angola.