Noticias desde América a inicios de semana (+ Video)
Por: Leticia Martínez
Fotos: Roberto Garaicoa
Emisión: 10/06/2019
A la fuerte guerra económica desatada en los últimos tiempos entre los Estados Unidos y China — que ha ocupado titulares y espacios en agendas de decenas de reuniones bilaterales — dedicó buena parte de su tiempo en pantalla el programa televisivo de la Mesa Redonda, que además trajo a debate el aún fallido acuerdo entre las Ligas Mayores de Beisbol en Estados Unidos y la Federación Cubana de Beisbol, así como la situación política que atraviesa Argentina.
Para explicar con lujo de detalles la contienda entre aquellas dos naciones, la investigadora del Centro de Estudios de la Economía Mundial, Gladys Hernández Peraza, consideró que la situación va mucho más allá del comercio. Es apenas la punta del iceberg, dijo.
“Las contradicciones que se han ido acumulando a lo largo del tiempo entre China y Estados Unidos han estado en diferentes momentos con tensiones, pero nunca se había llegado al punto de que hubiese una presidencia norteamericana que declara abiertamente a China como un país mentiroso. Lo acusan, incluso, de robarse la propiedad intelectual de las transnacionales norteamericanas, de que ha estado utilizando determinadas políticas que son violatorias de la ley estadounidense y de que ha violado pactos financieros que manipulan su moneda”.
El principal problema — aclaró la máster en Ciencias — es que China no es la misma que en los años 70. Es un país que emerge con una capacidad económica importante, una presencia soberana e independiente en las relaciones internacionales y, en la misma medida que apuntala su desarrollo socio-económico, redistribuye las riquezas al interior del país, aunque todavía existan múltiples problemas en China.
“Las reformas han garantizado el sustento socioeconómico que hoy la coloca entre los países de más desarrollo dentro del mundo subdesarrollado. China aún no es un país desarrollado, porque tendría que tener todos sus problemas resueltos y no es así”.
Aunque no estemos viendo las tasas de crecimiento del 10% promedio anual que solíamos ver — comentó la analista — estamos en presencia de la segunda economía desde el punto de vista de la generación del producto interno bruto global, después de Estados Unidos.
Es una economía que crece con una población considerable, mucho mayor que la de Estados Unidos y la de otros países en el mundo, con casi mil 400 millones de personas. “Solo en ese entendido estaríamos en presencia de un temor potencial por parte de Estados Unidos, que históricamente ha tratado de contener el avance de China”.
Detalló la investigadora que la tasa de crecimiento de la nación norteamericana ha estado alrededor del 2% anual, inferior a la de China que fue de 6,6% para el año que terminó. “Esta situación es preocupante para Estados Unidos en la medida que China se sigue desarrollando”.
Adicionalmente, acotó Hernández Peraza, estamos enfrentado el fenómeno de la hegemonía discutida en diferentes esferas, no solo en la política, sino en otra guerra más profunda que es la tecnológica.
Cuando se hace un análisis de la inversión real dedicada a la ciencia y el desarrollo en estos dos países, reseñó, tenemos que decir que China desde el 2008 hasta el 2017 ha estado incrementando las patentes tecnológicas presentadas a reconocimiento internacional.
En el 2017 China presentó un millón de patentes — aproximadamente el 2,3% de su PIB está destinado a la investigación y desarrollo —, de las cuales fueron aprobadas unas 326 mil. Las que le aprueban a Estados Unidos están sobre las 150 mil. “Esto es lo que lleva a Huawei, como empresa internacional de última generación, a colocarse en la mirilla de los Estados Unidos”, puntualizó la panelista.
Consideró además que es muy diferente el enfoque de cada uno de estos países para abordar problemas globales como el cambio climático. “Estados Unidos abandonó el Protocolo de Kioto, en tanto China hoy es su defensora y está contribuyendo, a partir de su inversión en energía renovable, a tratar de impulsar la sostenibilidad”.
Al referirse a la intervinculación de las dos economías en el periodo que antecede a la presidencia de Trump, la calificó como profunda. Los aranceles que han sido aprobados por Estados Unidos para los productos chinos están en el orden de 250 mil millones de dólares. Pese a ello, apuntó, en el año 2018 importó 539 mil millones de dólares, a pesar de los impuestos a las importaciones desde la nación asiática.
“China también colocó aranceles a los productos norteamericanos con un monto de 110 mil millones de dólares. Sin embargo, apenas importó 120 mil millones de dólares desde Estados Unidos. “Aquí es donde radica el famoso déficit comercial que Trump decía que iba a eliminar y no lo ha hecho, lo que ha conseguido es duplicarlo”.
¿Quiénes son los ganadores?, se preguntó la investigadora: “los dos pierden en la misma medida que esta guerra y contradicciones afectan el desarrollo consensuado y bilateral que tenían en las últimas décadas”.
China en estos momentos, conjuntamente con Japón, es el tenedor del 25% de los bonos del tesoro norteamericano. Prácticamente ha estado financiando el déficit económico de Estados Unidos durante años.
La panelista señaló entre los perdedores de esta guerra económica a los agricultores, las empresas y los consumidores norteamericanos, porque son los que están pagando el incremento de los precios a partir del aumento de los aranceles.
Otro elemento importante, acotó, es que si esto continúa la primera pregunta es si está dispuesta China a continuar pagando por esos aranceles. “En los primeros tres meses de este año se ha producido un descenso en las exportaciones chinas a ese mercado, que estaba muy vinculado a las importaciones que venían de China. Por tanto hay empresas norteamericanas afectadas”.
En tal contexto, supuestamente las empresas estadounidenses regresarían a su país, pero no lo están haciendo, por el contrario se están relocalizando. En esa situación han salido favorecidas naciones como México, India y Vietnam, donde el costo de la mano de obra es mucho más barato que en tierra norteamericana.
Acerca de los recientes acercamientos entre Rusia y China, comentó Hernández Peraza que se trata de una estrategia de sobrevivencia, porque en el contexto actual se está en presencia de un retorno al proteccionismo, al unilateralismo y a un ataque de las autoridades norteamericanas a todos, incluso a sus propios aliados, como lo son Canadá, la Unión Europea y México.
Es una situación, subrayó, en la que el proteccionismo parece erigirse como la política central norteamericana y sus consignas resultan denigrantes. Lo que importa es “América Primero” y el resto del mundo no interesa. Ello va contra los postulados de las Naciones Unidas y del consenso construido después de la Segunda Guerra Mundial.
De la reciente reunión entre Putin y Xi Jinping realizada en la ciudad de San Petersburgo han salido acuerdos importantísimos que incrementan el volumen de comercio entre ambos países y, por ejemplo. existe una propuesta de China para llevar la plataforma 5G y el desarrollo digital a Rusia. Todo apunta, dijo la panelista, a una unión mayor, a una búsqueda de soluciones comunes.
“China habla de comunidad mundial compartida, de intereses globales donde todos los países tienen que ser responsables… en el caso de Estados Unidos, estamos en presencia de otro tipo de política”.
TRAS BAMBALINAS DE UN ACUERDO
El tema del fallido acuerdo entre la MLB de Estados Unidos y la FCB regresó a la sección de La Esquina que conduce el periodista Reinaldo Taladrid, tras darse a conocer la realización de una reunión en el despacho del presidente Trump con representantes de las Grandes Ligas, la cual tenía por asunto central precisamente el tráfico humano.
Si el mandatario iba a hablar de beisbol y contrabando humano, consideró Taladrid, es igual a decir vamos a hablar sobre Cuba, porque solamente hay contrabando humano con el beisbol en la Isla. “En ningún otro país del mundo se tiene que contrabandear a un pelotero”, afirmó.
Cuestionó el periodista qué podría decir Trump, quien está en una batalla campal por hacer un muro en la frontera con México, lo ha amenazando con tarifas de represalias si no frena la emigración ilegal y prácticamente todos los días habla de su lucha contra el contrabando y los contrabandistas. “Entonces, ¿va a permitir el contrabando humano de peloteros cubanos? Si lo hace, sería muy interesante leer la fundamentación que esto tendría”.
Reflexionó Taladrid sobre el hecho de que unos días atrás el sitio US Cubatrade and Economic Council INC dio a conocer que la MLB está razonando tres opciones para lograr que se apruebe su acuerdo con la FCB. Lo publicado — que no ha sido desmentido — plantea que la MLB sigue considerando al acuerdo como legal y ajustado a las leyes y políticas vigentes en los Estados Unidos con relación a Cuba. Pero insistiría en que este sea solo por dos años y renovable.
Con relación a los pagos que se deben hacer a la FCB, se supo que oscilarían entre 2,5 millones de dólares hasta 25 millones anuales. “Aunque la mayoría de los expertos considera que la cifra real estaría alrededor de los 2 millones y medio de dólares al año”.
La nueva idea, apuntó Taladrid, es hacer los pagos con equipos deportivos y no en efectivo, así evitarían que Marcos Rubio y John Bolton puedan seguir afirmando que “el dinero lo va a usar el régimen cubano en la represión y en sostener al gobierno de Venezuela”.
Plantean además que todas las transacciones de equipos deportivos hacia la Isla se publiquen y se hagan transparentes.
Habrá que esperar a ver qué se dijo en la reunión de la Casa Blanca sobre el contrabando y el beisbol en Cuba, así como las opiniones de las dos partes involucradas acerca de las nuevas propuestas. “Ojalá de todo esto gane la lucha contra el contrabando humano y en segundo lugar el beisbol en Cuba, en las Grandes Ligas y en el mundo”.
ARGENTINA CAMINO A ELECCIONES
Todavía retumba la sorpresa ante el anuncio hecho hace ya casi un mes por la expresidenta argentina Cristina Fernández de que acompañaría como vicepresidenta a su exjefe de gabinete, Alberto Fernández, en la carrera por llegar a la Casa Rosada este año.
Para Marina Menéndez, periodista del periódico Juventud Rebelde, esa fue una decisión inteligente, que reveló la buena voluntad de la exmandataria y la necesidad de la unión. “Ella está buscando un frente amplio para oponerse al macrismo en los comicios de octubre y ya se sabe que Mauricio Macri tiene la idea de intentar la reelección”.
Explicó la analista que Alberto Fernández es un hombre que, siendo del peronismo, no ha estado de acuerdo en todo momento con Cristina e incluso se ha hablado de que estuvieron años distanciados, aunque él era amigo personal de Néstor Kirchner.
“Puede ser un hombre potable para sectores dentro del peronismo, que no estuviesen respaldando a Cristina”, consideró Menéndez.
Hoy además aparecen como posibles aspirantes a la presidencia Sergio Massa, también peronista; y Aníbal Fernández, que igualmente ha estado ligado a los gobiernos de Néstor y Cristina.
“El último sondeo está mostrando un voto polarizado, con partidos desconocidos que sumarían unos siete u ocho y estarían acaparando apenas un 12% de votos, que puede ser definitorio en algún momento”.
Recordó la panelista que ya Cristina Fernández hizo un intento de frente amplio con la agrupación Unión Ciudadana, que avanzó pero no logró frenar los triunfos macristas. Además no podemos olvidar, subrayó, que está siendo encausada por la justicia, como parte de la judialización de la política, asunto que mantiene preso al expresidente Lula da Silva.
“No dudo que en cualquier momento pudieran tratar de interferir la carrera ascendente de Cristina, porque ella está acudiendo a las primeras vistas orales del primer juicio que se abre en su contra por falsas acusaciones de corrupción”.
Consideró Menéndez que la derecha también se alía, generalmente con más eficacia que los movimientos y partidos progresistas. “Argentina es un país con tanta beligerancia social y conciencia política, sin embargo no han florecido esfuerzos unitarios”.
Según su opinión, la campaña para satanizar a Cristina ha trascendido para desacreditar también a un modo de gobernar, a un modelo y echar por tierra así al kirchnerismo.
En medio de todo eso y también de las visitas realizadas por Bolsonaro e Iván Duque a Argentina para socorrer al desacreditado Mauricio Macri, ha sido apabullante el respaldo popular mostrado a Cristina, que empezó temprano la campaña; dio primero y más fuerte.
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