La política de Estados Unidos hacia Cuba
Emisión: 19/03/20
Fotos: Roberto Garaicoa
La política de Estados Unidos contra Cuba no ha cambiado en estos más de 60 de Revolución, afirmaron ayer los panelistas que participaron en la emisión quincenal de Cubadebate en la Mesa Redonda de la televisión cubana.
Desde antes del triunfo de la Revolución del primero de enero de 1959, se expresó en el espacio televisivo, en las instancias de toma de decisión estadounidenses se movían soluciones para que el gobierno de la mayor de Las Antillas respondiera a los intereses del vecino del norte.
Pero fue el 17 de marzo de 1960 cuando el Dwight D. Eisenhower, presidente de Estados Unidos, aprobó un documento titulado “Un programa de acción encubierta contra el régimen de Castro”.
El periodista Lázaro Barrero, de la revista Bohemia, reseñó que ese plan tenía entre sus objetivos la formación de una organización cubana en el exilio para proporcionar cobertura a las operaciones que llevara a cabo la Agencia Central de Inteligencia (CIA).
También se pretendía iniciar la ofensiva propagandística internacional en nombre de la oposición y crear, dentro de Cuba, un aparato clandestino de recopilación de datos de inteligencia, además de desarrollar fuera del archipiélago una fuerza paramilitar para introducirla luego con el fin de organizar, entrenar y dirigir a los grupos de la resistencia.
Eisenhower contó en sus memorias: “El 17 de marzo de 1960 yo le ordené a la Agencia Central de Inteligencia que comenzara a organizar el entrenamiento de los exiliados cubanos, principalmente en Guatemala, para un posible día futuro en que ellos pudieran regresar a su país”.
El doctor en Ciencias Históricas Jesús Arboleya Cervera, especialista en las relaciones Cuba-Estados Unidos, aseveró que los grupos de poder norteamericanos no podían entender el proceso de la Revolución Cubana, porque era nuevo.
Antes –dijo Arboleya Cervera, las revoluciones eran anticoloniales, pero la cubana fue antineocolonial, y en 1902, recalcó, se inventó el neocolonialismo, y Cuba fue, entonces, primera neocolonia del mundo.
El periodista Reinaldo Taladrid repasó la política hostil de Estados Unidos contra Cuba, la que ha pasado, expresó, por la confrontación militar, planes de atentado contra los principales dirigentes de la Revolución, sabotajes y el bloqueo como denominador común en todos los mandatos norteamericanos después de 1959.
Los participantes en la Mesa Redonda coincidieron en afirmar que la estrategia de Estados Unidos ha sido la misma: rendir al pueblo cubano y destruir a la Revolución, con diferentes matices de acuerdo con el presidente de turno.
Todos concordaron en que ha sido Donald Trump el presidente más grotesco y burdo en las relaciones con Cuba porque ha llevado a la máxima expresión de hostilidad la política de su país para con la nación caribeña.
Dalia González Delgado, analista del Centro de Estudios Hemisféricos y sobre Estados Unidos, en la Universidad de la Habana, al referirse al proceso de votaciones que ya está en marcha en Estados Unidos recordó que allá los Estados más poblados tienen mayor peso en las elecciones puesto que tienen más votos electorales.
A veces se dice que los cubano-americanos de La Florida deciden las elecciones, pero eso no es cierto, lo que sucede es que allí históricamente se ha votado en bloque por el representante del Partido Republicano y a Trump le conviene ese voto, aseguró.
Hubo consenso en que la mayoría de los emigrados cubanos en esa nación están a favor de la mejoría en las relaciones entre los dos países, pero la mafia de Miami aprovecha esa coyuntura en busca de obtener más dinero.
Finalmente se concluyó que a pesar de los intentos norteamericanos por rendir a los cubanos por hambre, la Revolución sigue en pie y el pueblo resiste ante cualquier contingencia, y está dispuesto a continuar luchando por el proyecto que libre y soberanamente ha elegido.
(Con información de la ACN)
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