Con casi 505 años, a celebrarse este 25 de julio, la ciudad de Santiago de Cuba confirma su condición de tradicional y moderna, y asombra ante los ojos del mundo por la capacidad de sus pobladores de resistir y sobreponerse a las dificultades.

En comparecencia en el espacio Mesa Redonda, Olga Portuondo Zúñiga, su historiadora, explicó que la resistencia de los santiagueros proviene de la posición asumida por los aborígenes y africanos, explotados en las minas de oro, contra los colonizadores españoles, y la remarcó como una de las principales características de sus habitantes hasta la actualidad.

Santiago de Cuba desempeñó un papel importante en la dominación española del continente, desde su puerto zarpó Hernán Cortés hacia la conquista y colonización de México, pero también se introdujeron los primeros bozales (africanos) a la Isla, apuntó la doctora en ciencias.

Portuondo Zúñiga enfatizó la valía de esta urbe para la gesta de liberación nacional, escenario de acciones determinantes: el asalto al Cuartel Moncada y la proclamación del triunfo de la Revolución cubana, y destacó la figura de Antonio Maceo Grajales como el principal representante de los santiagueros en la lucha popular.

A pesar del embate de sismos y huracanes, en la ciudad se trabaja de manera constante en la conservación y restauración del patrimonio, y para este aniversario se exhiben otros ámbitos recuperados entre los que resaltan los museos de la Lucha Clandestina, ubicado en la barriada El Tivolí, de Ambiente Histórico, en las inmediaciones del Parque de Céspedes, y el de la Granjita Siboney.

Según el director de la Oficina del Conservador de la Ciudad, arquitecto Omar López Rodríguez, a Santiago de Cuba debe asumírsele como un monumento de conjunto y ciudad paisaje donde se interrelacionan varios atributos de alta singularidad de la imagen urbanística.

Yaneidis Hechavarría Batista, presidenta de la Asamblea Municipal del Poder Popular, manifestó que el territorio prioriza la producción de alimentos, con el objetivo de sustituir importaciones, y también encamina sus esfuerzos a elevar los rendimientos para la exportación y de esta forma ingresar divisas a la economía nacional.

La dirigente comentó que la situación de salud en el municipio, en medio del enfrentamiento a la COVID-19, resultó favorable por la disciplina de los pobladores, el estricto cumplimiento de las medidas orientadas por el Consejo de Defensa Provincial y el trabajo mancomunado entre todos los sectores.

El mes de julio siempre deviene fiesta para los santiagueros, y aunque la pandemia afectó las celebraciones populares del carnaval, no impidió el agasajo por los 40 años de los

Estudio Siboney, una invariable evocación a la obra del músico Comandante Juan Almeida Bosque, ni la edición homenaje del Festival del Caribe del tres al nueve de julio.
Cuando el reloj marque la hora del comienzo del 25 de julio y un nuevo sistema de luces ilumine el Parque de Céspedes, el antiguo Ayuntamiento, sitio de la proclamación del triunfo del primero de enero de 1959 y la Catedral, lugar de nacimiento de la música cubana, será el regalo a una ciudad que acoge lo tradicional y lo moderno, para reinventarse en el tiempo sin renunciar a sus esencias.

(Con información de ACN)