Mujeres en el centro de las políticas (+Video)
La reciente aprobación del Programa Nacional para el Adelanto de las Mujeres, sus antecedentes en la historia de la Revolución cubana y los desafíos que debe enfrentar Cuba en materia de género fueron puntos claves para el debate en la Mesa Redonda de este jueves.
La Secretaria General de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC), doé, la Viceministra Primera del Ministerio de Justicia, Rosabel Gamón Verde y la Funcionaria de la Dirección General de Asuntos Multilaterales y Derecho Internacional del Minrex, Margarita Valle Camino, compartieron sobre los objetivos del documento aprobado en el Consejo de Ministros y otros avances y retos para las mujeres en Cuba.
Igualdad de la mujer, un objetivo de la Revolución
El Programa de Adelanto de la Mujer, recién aprobado en nuestro Consejo de Ministros, no es algo nuevo. Más bien amplía el alcance e impacto que ha tenido la Revolución en las mujeres, aseguró Teresa Amarelle Boué, Secretaria General de la FMC, al iniciar su intervención en la Mesa Redonda de este jueves.
“No por gusto decimos que el primer programa de igualdad del que disfrutamos las cubanas es la propia Revolución. Porque se produjo en una sinergia entre esa vocación humanista, entre las relaciones de producción y poder y el propio empoderamiento femenino que condujo a la creación de la FMC”, señaló la miembro del Buró Político del Partido Comunista de Cuba (PCC).
A partir de ese momento, explicó, comenzó todo un conjunto de medidas, leyes y acciones que promovían eliminar la discriminación hacia las mujeres y también, lograr la participación consciente de las cubanas en todas las actividades de la vida económica, política y social del país.
Entre las leyes decretadas en aquellos primeros años estuvieron algunas destinadas a legislar el empleo. “Fueron leyes positivas que designaban determinadas plazas para las mujeres como prioridad, sobre todo en el sector de los servicios de la administración pública”, relató.
Más adelante se crearon comisiones de empleo femenino y se tomaron otras acciones “porque ha sido toda una construcción de un proceso histórico, que reivindica también las luchas de siglos pasados de las mujeres por su emancipación y que tiene un punto culminante en la aprobación de este Programa”, dijo.
Amarelle Boué explicó que es importante referirse a los antecedentes que nos trajeron hasta aquí, porque solo así se comprende la necesidad de un documento como este en un país donde las mujeres tienen tantos derechos asegurados.
En ese sentido, se refirió al Segundo Congreso de la FMC, cuando empezó a hablarse en términos de igualdad, y al Primer Congreso del PCC en 1975, donde se aprobó la Tesis sobre el Pleno Ejercicio de la Igualdad de la Mujer.
Luego, en 1997, se aprobó como acuerdo del Consejo de Estado el Plan de Acción de la República de Cuba de Seguimiento a la IV Conferencia de la ONU sobre la Mujer.
“Es decir, este Programa que hoy presentamos al pueblo es resultado de un proceso de construcción de los temas relacionados con la igualdad de género”, insistió.
La líder de la FMC advirtió que “no siempre hemos tenido la misma comprensión que tenemos hoy”. Cuando en 1976 se aprobó la Constitución de la República de Cuba nació con un capítulo de igualdad, pero estaba redactado con un sesgo de discriminación, tomando como referente al hombre.
Decía explícitamente que las mujeres debían tener los mismos derechos que los hombres. Sin embargo, “en 1992, cuando se reformó la Constitución, esto cambió a una propuesta más equitativa, según la cual mujeres y hombres, ambos, tenemos los mismos derechos y oportunidades”.
Para Amarelle Boué esto es una muestra clara de cómo el concepto de igualdad de la Revolución se ha ido enriqueciendo con los años. “Por eso hemos llegado a este programa de igualdad, que también tiene antecedentes internacionales en los que se debe abundar”.
Al respecto, Margarita Valle Camino, funcionaria de la Dirección General de Asunto Multilaterales y Derecho Internacional de Ministerio de Relaciones Exteriores (Minrex), destacó que Cuba tiene un alto compromiso de ratificación de instrumentos internacionales, lo que implica el cumplimiento de obligaciones.
“En el contexto que abordamos hoy, un instrumento jurídico importante es la Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW, por sus siglas en inglés), que viene a ser la encargada de promover los derechos de las mujeres”, dijo.
Fue aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en diciembre de 1979, entró en vigor a finales de 1981 y actualmente cuenta con 189 Estados parte. “Cuba, siempre con orgullo, dice que fuimos el primer país en firmarla y el segundo en ratificarla, en fecha tan temprana como 7 de marzo y 17 de julio de 1980”, afirmó.
Valle Camino explicó que esto supone la presentación de informes y la rendición de cuentas sobre los asuntos plasmados en la Convención.
“Debemos hacer patente ese compromiso y darle seguimiento a todas las recomendaciones que nos formula el Comité creado en virtud de la Convención, donde varias veces han estado expertas cubanas”, señaló.
El Comité, añadió, evalúa cómo se ha desempeñado el mecanismo nacional y los planes de acción que cada Estado parte aprueba.
La funcionaria del Minrex también se refirió a la IV Conferencia Mundial de la Mujer, celebrada en Beijing en 1995, donde Cuba participó con una amplia y muy activa delegación presidida por Vilma Espín.
En aquel momento, contó, se adoptó la Plataforma de Acción de Beijing, que está reconocida como el documento más abarcador aprobado en una conferencia de Naciones Unidas sobre los derechos de la mujer.
La Plataforma tiene dos elementos a destacar. “En primer lugar, la creación de los llamados mecanismos nacionales para el adelanto de la mujer. Es decir, los órganos centrales de coordinación de las políticas de los gobiernos que prestan la asistencia para que se incorpore la perspectiva de género en todas las áreas a nivel de gobierno y en la propia sociedad”.
Por otra parte, se refiere a la creación de los Planes de Acción Nacional, encargados de controlar la implementación de medidas por aprobar.
Se le da la oportunidad a cada país para que establezca el mecanismo y el plan de acción de acuerdo a sus características, tradiciones y valores. “De ahí que Cuba aprobó en 1997 el Plan de Acción Nacional de Seguimiento a Beijing y la FMC, obedeciendo a nuestra situación particular, siempre ha funcionado como nuestro mecanismo nacional para el adelanto de la mujer”, amplió Valle Camino.
Además, otra instancia, conocida en su versión corta como Comisión de la Mujer, evalúa de manera quinquenal cómo los gobiernos cumplen con lo establecido por la Plataforma de Acción de Beijing. En estas revisiones se presentan informes voluntarios y se realizan declaraciones sobre los avances en estos temas durante el trascurso del tiempo, donde Cuba siempre ha tenido una fuerte participación.
“Existe una percepción muy positiva sobre Cuba, ya que somos una delegación que se involucra desde el primer momento en las negociaciones de las resoluciones y declaraciones. Siempre estamos en defensa de las posturas de los países en desarrollo, aunque en determinamos temas como los derechos sexuales y reproductivos tengamos posiciones avanzadas”, aseguró la funcionaria del Minrex.
Valle Camino comentó cómo, con la evolución paulatina del mundo, se adoptaron también la Agenda 20-30 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible, que también forman parte de esos mecanismos para evaluar en cada país el cumplimiento de la aplicación de convenciones sobre la equidad y de la propia Plataforma.
¿Qué propone el Programa Nacional para el Adelanto de las Mujeres?
“Todo lo que estamos haciendo tiene la impronta del pensamiento de Fidel y Vilma en relación a estos temas, que posee una vigencia extraordinaria” ratificó Teresa Amarelle Boué antes de ampliar los principales objetivos del Programa Nacional para el Adelanto de las Mujeres.
Con respecto al documento, señaló que actualiza el Plan de Acción Nacional de Seguimiento a la Conferencia de Beijing tras 23 años de cambios.
“Estamos en un contexto diferente, de actualización del modelo social y económico, por lo que necesitamos un plan que se pueda imbricar en el programa de desarrollo hasta el 2030”, comentó.
En función de ello, su objetivo general se centra en seguir promoviendo el avance de las mujeres y la igualdad de derechos, oportunidades y posibilidades, refrendados en la Constitución de la República, así como profundizar en los factores objetivos y subjetivos que, como expresiones de discriminación, persisten en la sociedad cubana, y obstaculizan un mayor resultado en lo económico, político, social y familiar, a fin de su eliminación.
“Una idea importante es que no se produzcan retrocesos con respecto a los logros alcanzados hasta hoy. En ese sentido hay desafíos claves ya identificados”, señaló Amarelle Boué.
Además, el Programa tiene otros objetivos específicos relacionados con la búsqueda de una “mayor sistematicidad en el cumplimiento de las acciones conjuntas que promuevan el adelanto de las mujeres, por parte de los órganos, OACE, entidades nacionales y territoriales, organizaciones e instituciones, así como enfrentar los obstáculos relacionados con la igualdad de género”.
También tiene que ver con acciones educativas, formativas y divulgativas desde la niñez, “que conduzcan a fortalecer las relaciones interpersonales basadas en la igualdad, el respeto y la responsabilidad compartida”, argumentó la miembro del Buró Político del PCC.
En ese sentido, insertar el tema de género en planes y programas de estudio de todas las formas y niveles de enseñanza y fomentar en las familias, comunidades, medios de comunicación, las organizaciones de masas, políticas y estudiantiles, centros laborales, el debate acerca del tratamiento del papel de las mujeres a nivel público y doméstico, son acciones claves a desarrollar.
Incorporar el tema de género en todo el sistema de formación y capacitación de cuadros resulta vital, “para cuando se promuevan las políticas tengan en cuenta el enfoque de género y reflejen una imagen correcta de la mujer y el hombre en nuestra sociedad, porque en ocasiones no pasa así”.
El Plan, destacó la líder de la FMC, tiene un tema transversal relacionado con la violencia de género. “Es importante estudiar cuáles son las causas que en Cuba prevalecen aún y conducen a manifestaciones de violencia de género. Pues, si bien no se manifiestan igual que en otros países, una mujer que se víctima de violencia, una sola, ya para nosotras es un tema a discutir y analizar”, insistió.
Otros objetivos claves del documento programático recién aprobado se refieren al asesoramiento del diseño, la elaboración, la ejecución, el seguimiento y la evaluación de impactos de la legislación, de las políticas públicas y de las Estrategias de Género o de cualquier otra acción que se aplique con ese fin.
Además, busca establecer períodos evaluativos a nivel nacional, territorial y rendiciones de cuenta, para constatar avances y desafíos y potenciar a través de productos comunicativos, el legado de nuestras heroínas.
“Hay una historia de un movimiento feminista en Cuba que se debe estudiar, que fue extraordinariamente importante y avanzado. Cuando un a revisa el programa de aquel Primer Congreso Feminista de los años 20, se asombra porque parecen discutirse los mismos problemas que hoy analizamos en nuestra sociedad”, relató la dirigente.
El Programa se implementará a través de un Plan de Acción, que tiene en cuenta 7 áreas de especial atención, con 44 medidas. Entre ellas se encuentra el empoderamiento económico de las mujeres con el empleo como punto clave.
“Hay acciones dentro del Plan que responden a este empoderamiento económico, que las mujeres eleven su autoestima, que tengan ingresos propios, que tengan autonomía (…) En el caso del empleo, por ejemplo, hoy tenemos un millón de mujeres que forman parte de la población no económicamente activa, que están en sus viviendas porque necesitamos seguir buscando alternativas para los cuidados, entre otros temas”, argumentó Amarelle Boué.
Otra área clave están relacionada con los medios de comunicación, “que tienen que contribuir a ese concepto claro de la igualdad de género, porque no se trata de una carrera para que las mujeres sean superiores a los hombres”.
Hay que trabajar también en espacios como la educación, prevención y trabajo social, el acceso a la toma de decisiones, la legislación y derecho, la salud sexual y reproductiva, así como las estadísticas e investigaciones y todos ellos están contemplados en el Programa, enumeró.
Para la Secretaria General de la FMC, las mujeres han jugado un papel extraordinario en todos los sectores de la vida social y económica del país, sobre todo en estos tiempos de COVID-19.
“Lo que queremos es seguir potenciando esa participación equitativa y evitar cualquier retroceso, como el que hemos visto por ejemplo en el sector no estatal, cuando determinados negocios buscan contratar muchachas jóvenes con características determinadas”, destacó.
Una mirada al Programa desde la Asamblea Nacional
Arelys Santana Bello, presidenta de la Comisión de Atención a la Niñez, la Juventud y los Derechos de Igualdad de la Mujer de la Asamblea Nacional del Poder Popular afirmó que este Programa para el adelanto de la mujer resume el trabajo y el valor de todos estos años en los que Cuba ha seguido los acuerdos de la IV Conferencia Mundial sobre la Mujer, también conocida como Conferencia de Beijing
“Resulta un privilegio que podamos contar con este Programa. Desde la Comisión de la Atención a la Niñez, la Juventud y los Derechos de Igualdad de la Mujer, tendremos la responsabilidad de controlar y dar su seguimiento para que se cumplan las medidas que les corresponden a los organismos del Estado.”, dijo Santana Bello
Es un honor para esta comisión fundada por Vilma Espín, que tiene entre sus responsabilidades estar al tanto del adelanto de las mujeres en Cuba. “El programa articula muy bien en sus medidas el cumplimiento de todo lo que debemos hacer para que nuestras sociedad llegue a disfrutar de una plena cultura de igualdad”
Áreas de especial atención: Legislación y Derecho
La Constitución de la República de Cuba, aprobada el 24 de febrero del 2019, tiene un impacto en todo el ordenamiento jurídico del país. Para la implementación y desarrollo de sus preceptos y disposiciones, en diciembre del propio 2019, el ministro de Justicia presentó a la Asamblea Nacional y fue aprobado el programa legislativo que desarrolla normas de rango superior.
“Son consideradas normas de rango superior las leyes y decretos leyes. El Ministerio de Justicia tiene entre sus funciones esenciales presentar el cronograma legislativo y una vez aprobado, conducir, organizar y garantizar su cumplimiento. Por esto ello, debe rendir cuentas todos los años para asegurar su cumplimiento”, destacó Rosabel Gamón Verde, viceministra primera del Ministerio de Justicia.
Este Programa Nacional para el adelanto de las mujeres demuestra la voluntad política del Estado y el Gobierno. Tiene como una de sus fortalezas haber incluido el área de Legislación y Derecho, marco normativo y sistemas de protección contra toda manifestación de discriminación y violencia. “En esta área, el Ministerio de Justicia tiene un papel protagónico en correspondencia con la responsabilidad que tiene en toda la actividad legislativa”, puntualizó Gamón Verde
¿Cómo se desarrolla esta área de especial atención?
“El propio programa contiene un grupo de acciones para su implementación. Una de las principales acciones que tiene el Ministerio de Justicia es garantizar desde la elaboración de las políticas que exista un lenguaje inclusivo, con una perspectiva de género, donde no haya discriminación y también velar por los temas relacionados con la violencia en contra de la mujer”, comentó la viceministra primera.
Otro elemento importante resulta la capacitación de los estudiantes de Derecho desde la facultad y de los profesionales y operadores en perspectivas de género. Esta acción permite adoptar los instrumentos y herramientas para garantizar la protección de los derechos de las mujeres.
El perfeccionamiento de la legislación vigente hace posible un efectivo enfrentamiento y controla las acciones de violencia de género y de violencia intrafamiliar. “Tenemos la labor de garantizar una correcta educación jurídica de la sociedad”, agregó.
El Programa institucionaliza todas las políticas públicas en relación a las mujeres
“Este Programa resume en medidas, acciones y objetivos el sentir y la voluntad política del Estado cubano sobre los temas que tienen que ver con la igualdad de género y la eliminación de estereotipos, prejuicios y discriminaciones. Legitima una práctica que en Cuba se ha venido haciendo desde el Triunfo de la Revolución e institucionaliza todas las políticas públicas en relación a las mujeres”, afirmó la secretaria general de la FMC.
El programa resulta un instrumento en manos de los organismos y las instituciones del Estado imprescindible para los análisis que tenga que ver con los adelantos de las mujeres y la igualdad de género.
La Federación de Mujeres Cubanas tendrá la misión de asesorar para que se vayan cumplimento las medidas, por la capacidad de esta organización de actuar desde las comunidades. “Estamos en un momento superior en la agenda de género del Estado Cubano que nos permite contextualizar todo los temas referidos a la igualdad de género en el plan de desarrollo económico y social de país”, puntualizó Teresa Amarelle Boué
RANDY HERMANO, BASTÓ IR POR MENOS DE LA MITAD DE LA MESA PARA DARNOS CUENTA QUE ESTAMOS SALVADOS CON LAS SOBERANAS, MAMBISA Y ADDALA, FELICITACIONES A TODOS Y TÚ LE SABES A TODO, ORGULLO PARA ESTA HERMANA QUE TANTO TE QUIERE, UN SALUDO A TODOS EN LA MESA UN ABRAZO FUERTE PARA TÍ, SEGUIMOS EN COMBATE MARÍA G´.