Política y acciones de Cuba para la protección del medioambiente y los recursos naturales
A pocos días de aprobada en el Parlamento la Ley del Sistema de los Recursos Naturales y del Medio Ambiente, autoridades del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente comparecieron este miércoles en la Mesa Redonda para analizar la estrategia cubana en la protección del medioambiente y los recursos naturales y las acciones en el orden legal, científico y práctico implementadas en el país.
A propósito de la próxima celebración del Día Mundial del Medio Ambiente, el 5 de junio, Adianez Taboada Zamora, viceministra del Citma, dijo que el trabajo realizado a diario por el ministerio para cumplir el plan ambiental nacional, la implementación a mediano plazo del plan de enfrentamiento al cambio climático, la tarea vida y el plan para enfrentar los delitos vinculados a los recursos naturales son parte de las acciones que se llevan a cabo en la Isla.
Además de todas estas importantes tareas, Cuba trabaja para adelantarse a las tres crisis globales que hoy se reconocen: la crisis del cambio climático, la contaminación del aire y el agua y la pérdida de la diversidad biológica, sostuvo la funcionaria.
La viceministra del Citma destacó que en todas las tareas que se están realizando, la ciencia juega un papel importante. “Sobre una base científica es que se han elaborado los planes y su implementación. Así se han definido los escenarios climáticos que tiene el país en los proyectos de peligro, vulnerabilidad y riesgo hacia el 2050.
“Así hemos avanzado con los compromisos internacionales que tenemos con el Acuerdo de París sobre Cambio Climático, la Conferencia de Diversidad y Biodiversidad Biológica y los Objetivos de Desarrollo Sostenible hacia 2030”, agregó.
En este contexto, se desarrolla una nueva jornada por el 5 de junio, Día Mundial del Medio Ambiente, que durara todo un año. Taboada Zamora explicó que está dedicada a celebrar el aniversario 30 del discurso del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz en la Cumbre de la Tierra, en Río de Janeiro, en 1992.
En ese discurso, Fidel planteó que “una importante especie biológica está en riesgo de desaparecer por la rápida y progresiva liquidación de sus condiciones naturales de vida: el hombre”.
“Esas son palabras que tienen total vigencia en estos momentos”, aseveró la viceministra.
En la jornada se realizarán eventos teóricos, que comenzarán el 5 de junio con una presentación de audiovisuales en el Centro Fidel Castro. “Se conversará sobre el pensamiento de Fidel en materia medioambiental. A esta actividad le seguirán otras como siembras de árboles y otras acciones conjuntas con la UJC, los CDR, las BTJ, la Cátedra del Adulto Mayor y otras instituciones y oganizaciones”.
El lema del Día Mundial del Medio Ambiente llama a vivir de manera sostenible porque la naturaleza es una sola tierra, recordó.
Informó que la provincia de Ciego de Ávila acogerá la sede del acto central por la fecha, que se celebrará el 10 de junio. “Esta elección está basada en los resultados que han obtenido en la implementación de todos los planes antes mencionados”. Añadió que existen otras provincias destacadas en el trabajo, entre ellas Cienfuegos, Villa Clara, Camagüey y Granma.
La viceministra del Citma reconoció el papel que jugaron los diferentes organismos de la Administración Central del Estado, los científicos, expertos, académicos y la población en la redacción de la Ley del Sistema de los Recursos Naturales y del Medio Ambiente.
“Se tuvieron en cuenta más de 1 400 criterios emitidos. Esto nos permitió llegar a una ley moderna, robusta y bien especializada, que reconoce todo lo que en el ámbito internacional se recoge sobre el tema”, dijo.
Resaltó que se aprobaron otras leyes que permiten avanzar en la preservación del medioambiente, entre ellas la Ley del Código Penal. “Por primera vez, incluye un capítulo que habla de los delitos contra el medioambiente”.
Además, la Ley de Soberanía Alimentaria y Seguridad Alimentaria y Nutricional y la Ley General de Protección al Patrimonio Cultural y al Patrimonio Natural, todas aprobadas en la quinta sesión extraordinaria de la Asamblea Nacional del Poder Popular, en su novena legislatura.
“El reto más grande está en implementar de manera adecuada la ley y mantener su seguimiento y control”, consideró Adianez Taboada.
Odalys Goicochea Cardoso, directora general de Medio Ambiente del Citma, dijo que durante muchos años el país desarrolló un trabajo consagrado en función de la preservación del medioambiente y los recursos naturales.
“En este momento, estamos afrontando el ciclo estratégico ambiental 2021-2025. Al utilizar todos los elementos que la ciencia aporta, se ha realizado un diagnóstico de los principales problemas medioambientales de Cuba”.
Precisó que persisten problemas ambientales como la contaminación de residuos líquidos y sólidos, la gaseosa y sonora, y más del 70% de los suelos cubanos muestran algún grado de degradación. Además, existen problemas con la pérdida de la diversidad bilógica en los ecosistemas, y afectaciones en la calidad del agua y el patrimonio forestal
“Todos estos problemas se exacerban con el cambio climático”, subrayó.
Para contrarrestar esta situación está, entre otras medidas, la implementación del Plan de Desarrollo Económico y Social hasta el 2030, que tiene entre sus ejes los recursos naturales y el medioambiente, y que incluye tres objetivos generales y 21 objetivos específicos para el trabajo.
La directora general de Medio Ambiente del Citma señaló que la covid-19 enseñó a tener una relación más armónica con el medioambiente. Sobre la Ley del Sistema de los Recursos Naturales y del Medio Ambiente, dijo que tiene precedentes desde el 2013, cuando se comenzó a analizar el tema entre expertos y se realizaron investigaciones de derecho comparadas, entre otras acciones.
“En esa dirección hemos estado trabajando”, afirmó y recordó que hubo mucha preocupación en torno a este ‘sistema de los recursos naturales’.
“Hay que recordar que en Cuba los recursos naturales y su gestión, institucionalmente, están en diferentes organismos de la Administración Central del Estado, y por esa razón estamos hablando de un sistema, de tomar cada uno de estos subsistemas y ver las conexiones entre ellos para establecer un enfoque ecosistémico, que es de lo más novedoso presente en la nueva ley”, explicó.
La ley –subrayó– posiciona este concepto ecosistémico, “de verlo todo de manera armónica, integrada, y no ver los recursos de manera fragmentada”
“Igualmente, incorporamos un grupo de elementos que, en el contexto internacional y dadas las condiciones de Cuba, era pertinente aplicar, como la producción y el consumo sostenibles, los bienes y servicios ecosistémicos, la actualización de los intrumentos y la política medioambiental, con un fuerte componente de instrumentos económicos, la valoración de los pasivos ambientales y, por supuesto, el cambio climático”.
Tras su aprobación en días pasados en la Asamblea Nacional del Poder Popular –destacó–, “ya tenemos la ley, pero tenemos grandes retos para su materialización”.
Resaltó que la aprobación paralela, junto a esta ley, de la Ley de Protección al Patrimonio Cultural y al Patrimonio Natural y la Ley del Código Penal, “nos coloca en un contexto adecuado, pero anteriormente se aprobaron otros marcos legales que posibilitan trabajar de manera integrada y coherente en función del uso sostenible de nuestros recursos naturales, de lograr el crecimiento y el desarrollo económicos teniendo en cuenta la dimensión ambiental”.
Recalcó que hay mucho por hacer en el terreno de la sostenibilidad ambiental en un escenario económico que incide sobre las decisiones ambientales y la forma en que el país afronta cada uno de los problemas.
“El cambio climático marca las tendencias en el trabajo y es uno de los desafíos en que se concentra nuestra actividad. Hemos estado insistiendo en el trabajo a nivel local, en involucrar a la población, en que todas las transformaciones tengan en cuenta cómo el pueblo puede contribuir, con sus conocimientos y experiencia, en la labor medioambiental para lograr ese medioambiente sano y equilibrado al que todo cubano tiene derecho”, agregó.
Continuando con la Ley del Sistema de los Recursos Naturales y del Medio Ambiente, la directora jurídica del Citma, Yuraiky Seoane Puig, recordó que la normativa coexiste con otras como las relativas a las aguas, pesca y minas.
“Lo que se requiere con esta ley, es que se vea como una ley marco que rige el sistema de los recursos naturales. No verlos de forma aislada, sino con el enfoque sistémico que ya se ha mencionado aquí”, apuntó.
Explicó que el objetivo fundamental de la norma es consagrar y garantizar las bases y condiciones para materializar ese derecho de la ciudadanía consagrado en la Constitución, de disfrutar de un medioambiente sano y equilibrado, y alcanzar el desarrollo sostenible que tanto necesita la nación.
Entre otros aspectos de la ley, mencionó el fortalecimiento del marco institucional en materia ambiental y el papel del Citma como rector del sistema de recursos naturales y de medioambiente, la incorporación de conceptos como el de transparencia y acceso a la información pública en este terreno, y el reforzamiento de las responsabilidades de los organismos de la Administración Central del Estado y de los órganos locales en la gestión de los recursos naturales, renovables o no.
Igualmente, destacó el sistema de calidad ambiental, con el control de emisiones y transferencia de contaminantes; responsabilidades más claras en cuanto a contaminación sonora o atmosférica; la introducción del tema del enfrentamiento al cambio climático, que no aparecía en la Ley 81, aportando un marco legal a la Tarea Vida, y los intrumentos de gestión ambiental, un acápite donde se incluyen herramientas como las licencias ambientales y la evaluación ambiental estratégica.
Contravenciones, delitos, fiscalización
Jorge Álvarez Álvarez, director de la Oficina de Regulación y Seguridad Ambiental, se refirió en la Mesa Redonda de este miércoles a la fiscalización y vías de puesta en práctica de la Ley del Sistema de los Recursos Naturales y del Medio Ambiente.
Llamó la atención sobre el hecho de que la norma refuerza algo que ya estaba en la Ley 81 de 1997, el carácter sistémico de la inspección estatal ambiental.
“Esto se refiere a articular todas las acciones que realizan los diferentes órganos de inspección de los organismos involucrados y tienen rectoría en este tema, de un forma coherente, con prioridades comunes, definidas, con actuaciones conjuntas cuando se requiera, para optimizar el uso de los recursos humanos y materiales”, afirmó.
Como parte del sistema diseñado en 2020 y que se empezó a implementar en 2021 –señaló–, se destacan el Cuerpo de Guardabosques del Minint, con una presencia permanente de inspectores en las áreas naturales; los inspectores de la industria alimentaria y los del Ministerio de la Agricultura (particularmente los del Centro Nacional de Sanidad Animal, y en cuestiones como las relacionadas con el bienestar animal); el Instituto de Recursos Hidráulicos, el Ministerio de Energía y Minas y el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente.
Informó que en 2021 fueron aplicadas más de 59 000 sanciones en temas ambientales, incluyendo casi 44 000 multas por un monto de ocho millones de pesos a actores estatales y no estatales, personas jurídicas y naturales, aplicadas tanto por el Citma como por el resto de los organismos mencionados.
Precisó que, en materia de contaminación, fueron aplicadas más de 28 000 sanciones relacionadas con los desechos sólidos, y 2 730 con la contaminación sonora.
Del total de más de 59 000 sanciones, precisó que más de 25 000 corresponden a los recursos naturales, entre ellas unas 11 000 relacionadas con la madera, casi 4 000 con la fauna silvestre, 1 647 con la flora y unas 6 000 con el agua.
“Como parte de las acciones de flora y fauna, hubo cerca de 7 000 decomisos, incluidos 2 500 de especies marinas como pepinos y estrellas de mar, 2 273 de moluscos terrestre, 667 de aves. Y estamos hablando de 2021, un año de restricciones por la covid, que incluyeron a los inspectores”, dijo.
“Ahora tenemos un nuevo Código Penal, y se está trabajando en un nuevo código de contravenciones, porque todos sabemos que estas multas por ocho millones de pesos no pagan el daño que provocan estas acciones”, añadió.
“Todo esto se está configurando. ¿Cuál va a ser la diferencia entre una contravención y un posible delito?: la magnitud del daño ambiental. Y es una de las normas en las que hay que trabajar, en definir la metodología para calcular el daño ambiental”.
Álvarez Álvarez advirtió que muchas especies se están comercializando de forma ilegal, incluso abiertamente en las redes sociales, y recordó que “el nuevo Código Penal incluye conductas agravadas en esto, como la asociación para cometer el delito, cuando intervienen varias personas, y pensemos, por ejemplo, en quien captura y colecta, quien transporta, quien comercializa”.
También mencionó el uso de artes masivas para la colecta y captura (como las mallas de niebla que normalmente emplean los científicos en el estudio de las aves) para capturarlas y comercializarlas ilegalmente (incluidas cotorras, negritos, azulejos y aves migratorias).
“Lo que queremos no es meramente sancionar por la contravención ni por el Código Penal, sino contener estas conductas que tanto daño le hacen a nuestro medioambiente y, a la vez, a nosotros mismos, que somos parte de la naturaleza”, dijo.
Voluntad política y el principio de responsabilidad diferenciada
En los minutos finales de la Mesa Redonda, la viceministra del Citma, Adianez Taboada Zamora, habló sobre la conferencia Estocolmo+50, convocada por la ONU para conmemorar esta semana en esa ciudad los 50 años de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Humano de 1972, la cual convirtió la acción ambiental en un asunto mundial urgente y designó el 5 de junio como Día Mundial del Medio Ambiente.
Cuba está representada en esa reunión por la ministra de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, Elba Rosa Pérez Montoya.
La viceministra Taboada Zamora afirmó que es un espacio en el que se dialoga sobre la necesidad de vivir en un planeta saludable y la responsabilidad de todos en ello. “Hay un principio qu siempre defendemos, el de las responsabilidades comunes pero diferenciadas, y ese mensaje lo llevamos a todos los escenarios en que estamos.
“Tenemos que reconocer los principales problemas medioambientales que hay hoy en el mundo. Ya Fidel hablaba en 1992, en su discurso en la Cumbre de Río, sobre quiénes son los máximos responsables, cuáles sociedades son las principales responsables de que hoy estemos enfrentando todos estos problemas. Cada cual debe aportar lo que le corresponda en ese sentido.
“A la reunión de Estocolmo también llevamos el mensaje de la voluntad política de nuestro país de enfrentar el cambio climático y adoptar tanto medidas de mitigación como de adaptación ante este fenómeno, incluido el uso y consumo sostenibles y las estrategias para transitar a una economía circular, e incorporarnos a todos estos intentos y espacios internacionales para avanzar en esa dirección”, afirmó.
Recordó que la conferencia Estocolmo+50 es por invitación de la ONU para mostrar experiencias de naciones que han ido avanzando, y fue precedida de consultas nacionales para las que fueron seleccionados 58 países, entre ellos 12 de América Latina, incluida Cuba.
“Tuvimos una participación importante de la sociedad civil, de sociedades científicas; se llegó al nivel de base, municipal. Se crearon espacios para que todo aquel que quisiera pudiera aportar a esta consulta. En esta consulta sobresalieron el reconocimiento a lo realizado hasta el momento en cuestiones medioambientales y las propuestas que se hicieron, que demuestran la educación de nuestro pueblo con respecto a lo que debemos hacer para cuidar el medioambiente”.
Entre los retos, mencionó “la integración, la coherencia en las estrategias nacionales, sectoriales y locales; la ciencia aportando y sustentando todo lo que hagamos para avanzar en nuestro macroprograma de recursos naturales y medioambiente con propuestas al país, implementarlas, darles seguimiento y control, siempre convencidos, como nos convoca nuestro presidente, de que vamos por más y que Cuba vive.
“Y agregamos a esto que Cuba vive en su naturaleza”, concluyó.
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