Próxima semana arranca zafra azucarera con pronósticos de ligero crecimiento respecto a 2022 (+ Video)
Sobre los preparativos de la próxima zafra azucarera en el país, la situación actual del sector y las perspectivas para su recuperación, habló este jueves en la Mesa Redonda Julio García Pérez, director del Grupo Empresarial Azcuba.
“Este es un sector estratégico debido a su aporte a la matriz energética. La transformación tiene un posible impacto de hasta un 14 porciento con la biomasa de la caña de azúcar y otros residuos de cosecha como la paja de la caña y los residuos forestales que se procesan en las calderas de los centrales”, explicó.
Como un primer elemento dentro del funcionamiento interno es la estructura del sistema empresarial: 56 empresas agroindustriales azucareras, una cañera en el municipio Santa Cruz del Sur y 16 de apoyo.“Antes teníamos 13 hasta que se decidió convertir cada central en una empresa”, recordó el directivo.
Sobre las empresas de apoyo, aclaró que prestan servicios en dependencia de la ficha de costo aprobada para la caña y la azúcar, nuestras producciones fundamentales con precios centralizados por el Ministerio de Finanzas y Precios.
“Nuestro sistema de apoyo cuenta con 12 destilerías, 11 refinerías, 114 plantas de derivados y 10 fábricas de ron”, dijo García Pérez quien consideró que los derivados pueden aportar las fuentes de financiamiento que necesita el sector.
Por otro lado, están enfrascados en 20 proyectos de empresas filiales, y existen 747 cooperativas.
“Tenemos 56 empresas en 50 municipios del país. Algunos de ellos reciben hasta el 58% de los ingresos del municipio del central azucarero. Precisamente a partir del fortalecimiento de la gestión del municipio y los sistemas alimentarios locales, se crearon las empresas con una visión enfocada en la autogestión territorial.
“Tenemos 1 400 000 hectáreas de tierras. De ellas, alrededor del 60% se dedican al consumo de la caña. Hay un por ciento de esas tierras que están vacías por las dificultades con la preparación de los suelos”, refirió el directivo en el programa televisivo.
No obstante, agregó, el sector produce energía eléctrica, alcohol, rones, Sorbitol, cera de caña y otro grupo de derivados. “Producimos materia prima para más de 50 medicamentos y estamos trabajando en 10 más”.
También producen bioproductos que se utilizan en la siembra de la caña y productos varios.
En los últimos cinco años, el directivo señaló tres momentos claves en la transformación de Azcuba:
1- Control Integral Estatal, por la Contraloría General de la República.
2-Implementación de las 93 medidas para salvar el sector Azucarero y la creación de las empresas agroindustriales azucareras
3- Encuentro con el primer secretario del Partido Comunista de Cuba y presidente de la República, Miguel Mario Díaz-Canel Bermúdez, el día 25 de junio de 2022.
“Se diseñó un modelo de negocios que en un primer momento tenía una deuda con los compesinos de 2 000 millones de pesos”. Entonces, explicó, introducieron sus productos en la cadena de valor y surgió un impuesto especial que no afecta el precio del comercio minorista de los productos.
Entre los factores que han afectado a la producción cañera señaló:
Internas
- Capacidad organizativa y de gestión que bajo las mismas condiciones, unas empresas y cooperativas mantienen niveles producción aceptables y otros decrecen.
- Falta de organización para enfrentar el delito y las ilegalidades.
- Quema excesiva de caña.
- Costos y problemas de calidad del azúcar.
Externas:
- Recrudecimiento del bloqueo económico – financiero del Gobierno de los Estados Unidos.
- Falta de combustibles y energía por períodos prolongados en etapas óptimas, de marzo – agosto, recibiendo menos del 50 % de lo demandado.
- Sólo se garantiza el 18 % del financiamiento necesario en cantidad y oportunidad de los insumos para la producción.
- Fertilización ( 0 %)
- Herbicidas (12 %)
- Situación climatológica.
Para explicar esos problemas que atentaron contra la última zafra azucarera, el presidente del Grupo Empresarial Azcuba mencionó las bajas producciones y los desabastecimientos, asociados a la escasez de azúcar, una mercancía cuyo valor en el mercado informal superó los 150 CUP.
Lo anterior ha incidido en la ocurrencia de ilegalidades en las empresas, fenómeno que, para paliarlo, ha demandado el trabajo con los órganos de justicias laborales y la activación de sistemas de videos de protección.
Otro elemento es la quema excesiva de caña, que impactó en la reducción de los rendimientos y en que la planta se pusiera vieja en pie y no pudiera cosecharse en su totalidad. “Esto incidió en los costos y en problemas de calidad, porque caña vieja y quemada afecta la producción de mieles, la calidad del azúcar y la coloración”, dijo García Pérez.
También afirmó que en la última zafra faltó combustible en el momento preciso, en este caso en marzo, que es el mes óptimo de madurez de la caña, cuando se alistan las tierras. Explicó que solo se garantizó el 18% del financiamiento necesario en cantidad y oportunidad de los insumos para la producción; y la situación climatológica impactó de forma negativa.
En el aspecto externo, el bloqueo siguió jugando un rol principal en las afectaciones. Hoy, por ejemplo, hay dos centrales que no harán zafra en diciembre porque las tuberías de las calderas no han llegado a Cuba. Están financiadas, pero los fondos se encuentran retenidos en un banco, sujetos a inspecciones de agencias, por las restricciones del bloqueo, dio a conocer García Pérez.
La disminución del rendimiento agrícola de la caña con respecto a años anteriores afectó la canasta familiar normada, situación reflejada en una libra menos de azúcar en septiembre, octubre y noviembre, que fue restablecida en el último mes del año, dijo el directivo. Esa azúcar que se dejó de suministrar representó unas 15 000 toneladas, que fueron destinadas a la producción de yogurt y otros alimentos de consumo social, por la imposibilidad de importar.
“El mal desempeño productivo provocó que dejáramos de entregar a la industria 30 000 toneladas de azúcar. No se aseguraron las exportaciones previstas -afectando compromisos muy serios-, dejamos de aportar energía al Sistema Eléctrico Nacional y, de la fuerza laboral que operaba en los centrales, hubo una fluctuación de alrededor del 10%”.
Todo lo anterior tuvo un impacto económico negativo y trajo consigo la insatisfacción del pueblo, reconoció García Pérez y señaló que la situación no puede volver a repetirse en la próxima zafra.
“Nuestros centrales tienen cerca de 100 y algunos hasta 200 años de explotación, pero se están analizando los errores que hemos cometido. Hay que ser selectivos con los recursos y las autoridades locales ya están involucradas en el desarrollo de la próxima zafra azucarera”, aseguró.
También mencionó que un asunto en el cual trabaja el grupo empresarial es en la discusión del precio de la caña de azúcar, que impacta tanto en las empresas a nivel mayorista como en el comercio minorista. “Es un tema complejo, porque el azúcar es un producto de la canasta familiar normada”.
¿Cómo potenciar el sector?
Entre las principales estrategias para avanzar en el sector destaca la aprobación de un nuevo modelo de negocios, que permite obtener el 84% de las divisas para comprar insumos para la caña, como herbicidas y fertilizantes.
En el mercado interno se aprovecharán las potencialidades de la economía para introducir a las empresas mixtas y exportadoras en la cadena de valor. También será fundamental la inversión extranjera, con una cartera de 16 productos y encaminada principalmente a elevar la producción de la caña.
“Tenemos aprobadas directivas de negociación de inversión extranjera. En ese sentido, estamos vinculados a países del Brics, que son productores azucareros tradicionales, y aportan al sector con tecnología moderna, principalmente india, brasileña y china”, dijo García Pérez.
También afirmó que se manejan negocios vinculados con la modernización de plantas eléctricas en los centrales y se estudia el tema de los biocombustibles.
El nuevo modelo de negocios facilita, de igual modo, hacer otras producciones, como aguardiente y vino, sobre todo en centrales que no producen azúcar porque no están aptos para ello.
“La producción de alimentos es una prioridad para nuestro sector. Nuestros centrales con mayores fortalezas son los que tienen un modelo de economía circular, pues cultivan la caña, fabrican el azúcar, pero también hacen alcohol, ron, producen energía eléctrica, levadura, etc., y cierran el ciclo de la economía circular”, afirmó el presidente de Azcuba.
Retos de Azcuba
Entre los retos para sostener el sector, Julio Andrés García Pérez, presidente del Grupo Empresarial Azcuba, apuntó la necesidad de diversificar el trabajo de las cooperativas para garantizar la producción de los alimentos necesarios para la zafra.
“Necesitamos alrededor de siete toneladas de arroz para llevar adelante la zafra azucarera, y todo eso deben entregarla nuestras propias empresas. Ese es el camino para no representar una carga para el país”, aseguró.
Mientras, el otro pilar para asegurar la zafra radica en la construcción de viviendas, un elemento que, al decir de García Pérez, “permite un bienestar diferente para el trabajador azucarero”.
En tal sentido, estos proyectos también contribuyen a sostener la fuerza de trabajo, un elemento donde el trabajo con los jóvenes resulta esencial.
Al respecto, el presidente del Grupo Empresarial Azcuba apuntó que hasta el momento se han desarrollado 22 ediciones del curso para jóvenes reservas de cooperativas,con 1 260 egresados. De ellos, 393 fueron promovidos a cargos de dirección y 74 ya se encuentran como presidentes de cooperativas.
“Ya se han efectuado tres ediciones del curso para jóvenes reservas de centrales azucareros con 125 egresados, en la escuela ramal de Ciego de Ávila, mientras trabajamos con 3305 jóvenes que muestran potencial de desarrollo y cualidades para la dirección”, explicó.
Respecto al uso de la ciencia y la innovación, el directivo señaló el valor de las empresas azucareras que implementas un ciclo cerrado de producción. Entre ellas mencionó diez polos productivos distribuidos en las provincias de Cienfuegos, Villa Clara, Sancti Spíritus, Mayabeque, Matanzas, Las Tunas, Holguín, Granma y Guantánamo.
“Estas entidades tienen que ser la vanguardia, el motor que nos garantice la eficiencia y el avance para la recuperación del sector”, valoró.
Con estos desafíos, el presidente del Grupo Empresarial Azcuba explicó que la próxima zafra comenzará con 23 centrales moliendo en diciembre y otros dos que se sumarán en enero. Con este plan, se espera asegurar el azúcar necesario para la economía, así los alcoholes y aguardientes necesarios para el país.
En la venidera contienda 14 ingenios molerán con cañas distantes, una estrategia que aporta a la necesidad de renovar esas plantaciones. En tal sentido, se espera sembrar este año 90 hectáreas de ala gramínea, una cifra superior a la de contiendas anteriores y paso fundamental para el crecimiento.
Entre los retos por venir, Julio Andrés García mencionó la recuperación de la producción cañera y las exportaciones. Asimismo, contener el éxodo de fuerza laboral, la formación, capacitación y preparación de la fuerza de trabajo, con especial atención a los jóvenes, así como el fortalecimiento de los valores del sector, su historia, la cultura y la identidad.
Igualmente destacó el aseguramiento de las necesidades de viviendas de los trabajadores y cooperativistas, y el incremento de la producción de alimentos, que satisfaga la demanda del sector, las comunidades y el autoabastecimiento local.
“Esperamos una zafra superior a la precedente, con capacidad para asegurar la demanda de la economía y destinar una parte de la exportación. Será una zafra corta pero eficiente, en la que debemos colocar al trabajador como centro de la atención. Sabemos que una recuperación económica del país pasa por el aporte del sector azucarero”, concluyó.
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