Varias exposiciones individuales y colectivas conforman las Jornadas Latinoamericanas de Fotografía

Punto de unión entre dos mundos, llave del Golfo, balcón al Atlántico, pero sobre todo mixtura de razas y estilos, la capital cubana siempre ha sido visitada con voluptuosidad por muchos.

Esa mirada singular es la que se pretende hacer ahora en las Jornadas Latinoamericanas de Fotografía, en la que varios artistas de la región realizarán desde este sábado una especial “toma” de la ciudad.

Desde la Casa Simón Bolívar, en la zona histórica de La Habana Vieja, partirá un grupo de fotógrafos cubanos y extranjeros convocados por Humberto Mayol y Juan Carlos Noda, principales organizadores de este foro que cuenta con el auspicio de la Oficina del Historiador de la Ciudad.

El resultado de las dos jornadas de “toma fotográfica de La Habana” se expondrá después en un material audiovisual en la sede de la Fototeca de Cuba, el día 11, fecha de clausura de ese encuentro continental de artistas visuales que busca abrir nuevos espacios de colaboración, amistad y solidaridad, entre nuestros pueblos, su memoria visual y sus creadores.

Varias exposiciones individuales y colectivas conforman este empeño, en el que también habrá lugar para el intercambio teórico así como la presentación de varios documentales y del libro “An island called home”, de la norteamericana Ruth Behar con fotografías de Mayol.

El propio Mayol explica a Cubahora que lo que se pretende es favorecer un espacio de encuentro que revitalice y estimule el arte fotográfico, pero no sólo el de los profesionales, sino el de toda persona que se interese.

“Vamos a seleccionar para el material audiovisual tanto fotos de consagrados como de aficionados. Las únicas condiciones serán haber sido tomadas este fin de semana y tener la calidad artística suficiente”, afirma.

Con más de un cuarto de siglo de oficio, vinculado al periodismo pero siempre con grandes preocupaciones artísticas y existenciales, este fotógrafo, uno de los más reconocidos de Cuba, ha sido capaz de hacer una fotografía documental, aguda, plena de valores artísticos, que aborda la política, la religión o las relaciones interpersonales.

Ahora ha tenido que dejar a un lado la cámara en el duro esfuerzo por organizar, junto a Noda, las Jornadas que además pretenden desarrollar talleres que contribuyan a la formación y mejoramiento profesional en el medio fotográfico.

Mayol tiene frases de agradecimiento también para el artista Jorge García, quien dirige un taller infantil de fotografía en la Casa Simón Bolívar, y quien se ha convertido en otro de los principales impulsores de esta idea, junto a Lisette Solorzano, otra artista empeñada en colaborar en la organización.

Las jornadas son un primer paso para crear una estrategia que revitalice y promueva el Arte Fotográfico y propicie espacios de conocimientos para los numerosos practicantes, profesionales y aficionados.

La singular toma de La Habana será un primer peldaño en ese empeño nacido del entusiasmo de Mayol.

Por Raúl Menchaca, Exclusivo