¿Ignoran los medios la ayuda cubana a Haití?
Tom Fawthrop
Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens
Entre las numerosas naciones donantes que ayudan a Haití, Cuba y sus equipos médicos han jugado un papel importante en la atención de las víctimas del terremoto.
Expertos en salud pública dicen que los cubanos fueron los primeros en establecer instalaciones médicas entre los escombros y en rehabilitar hospitales inmediatamente después del terremoto.
Sin embargo, su trabajo esencial en el sector de la salud ha recibido poca cobertura en los medios.
“Es impresionante que no haya habido virtualmente ninguna mención en los medios del hecho de que Cuba tuvo cientos de profesionales de la salud en el terreno antes de cualquier otro país” dijo David Sanders, profesor de salud pública de Western Cape University de Suráfrica.
El coordinador del equipo cubano en Haití, doctor Carlos Alberto García, dice que los doctores, enfermeros y otro personal cubano han estado trabajando sin cesar, día y noche, con salas de operación abiertas 18 horas al día.
Durante una visita al hospital La Paz en la capital haitiana Puerto Príncipe, la doctora Mirta Roses, directora de la Organización Panamericana de la Salud (PAHO, por sus siglas en inglés) que está a cargo de la coordinación médica entre los doctores cubanos, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) y numerosas ONG del sector de la salud, describe la ayuda suministrada por los doctores cubanos como “excelente y maravillosa”.
La Paz es uno de cinco hospitales en Haití que está dotado en gran parte de profesionales de la salud de La Habana.
Historia de cooperación
Haití y Cuba firmaron un acuerdo de cooperación médica en 1998.
Antes del terremoto, 344 profesionales cubanos de la salud ya se encontraban en Haití, suministrando atención primaria y servicios obstétricos, así como operaciones para devolver la vista a haitianos cegados por enfermedades de los ojos.
Más doctores llegaron poco después del terremoto, como parte de la Brigada Médica Henry Reeve de reacción rápida formada por especialistas en desastres. La brigada tiene amplia experiencia en el enfrentamiento de las consecuencias de terremotos, por haber actuado en semejantes desastres en China, Indonesia y Pakistán.
“En el caso de los doctores cubanos, son especialistas en la reacción rápida ante desastres, porque el manejo de desastres es parte integral de su capacitación” explica María a Hamlin Zúñiga, especialista en salud pública de Nicaragua.
“Tienen plena conciencia de la necesidad de reducir riesgos y tienen gente preparada para actuar en cualquier situación de desastre.”
Los doctores cubanos han estado organizando instalaciones médicas en tres hospitales rehabilitados y cinco hospitales de campo, así como cinco centros de diagnóstico, con un total de 22 puestos de atención, con apoyo financiero de Venezuela. También operan nueve centros de rehabilitación, dotados con cerca de 70 fisioterapeutas y especialistas en rehabilitación cubanos, aparte de personal médico haitiano.
El equipo cubano ha contado con la ayuda de 100 especialistas de Venezuela, Chile, España, México, Colombia y Canadá, y 17 monjas.
La Habana también ha enviado 400.000 vacunas contra el tétano para los heridos.
Eduardo Núñez Valdés, un epidemiólogo cubano que está actualmente en Puerto Príncipe, ha subrayado que las actuales condiciones insalubres podrían llevar a una epidemia de enfermedades parasitarias e infecciosas si no se actúa rápido.
Silencio en los medios
Sin embargo, al informar sobre el esfuerzo internacional de ayuda, los medios occidentales no han destacado generalmente a Cuba en la lista de naciones donantes.
La lista de donantes de una importante agencia internacional de noticias mencionó a Cuba con el envío de más de 30 doctores a Haití, cuando la cifra real es de más de 350, incluyendo a 280 jóvenes doctores haitianos graduados en Cuba. La cifra total representa un total combinado de 930 profesionales de la salud en todos los equipos médicos cubanos, lo que lo convierte en el mayor contingente médico en el terreno.
Otro grupo de 200 doctores, formados en Cuba, de 24 países de África y Latinoamérica, y una docena de doctores estadounidenses graduados en La Habana, están actualmente en camino a Haití y reforzarán los equipos médicos cubanos presentes.
En comparación, los internacionalmente conocidos Médicos Sin Fronteras (MSF) tienen aproximadamente 269 profesionales de la salud trabajando en Haití. MSF está mucho mejor financiado y cuenta con suministros médicos mucho más amplios que el equipo cubano.
Excluidos
Pero mientras representantes de MSF y del CICR están frecuentemente ante las cámaras de televisión discutiendo prioridades sanitarias y necesidades médicas, los equipos médicos cubanos están ausentes de la cobertura mediática.
Richard Gott, el ex editor para el extranjero del periódico Guardian y especialista en Latinoamérica, declara: “Los medios occidentales están programados para mostrarse indiferentes a la ayuda que proviene de sitios inesperados. En el caso haitiano, los medios han ignorado no sólo la contribución cubana, sino también los esfuerzos hechos por otros países latinoamericanos”.
Brasil está suministrando 70 millones de dólares en 10 unidades de atención de urgencia, 50 unidades móviles para atención de emergencia, un laboratorio y un hospital, entre otros servicios sanitarios.
Venezuela ha cancelado toda la deuda de Haití y ha prometido suministrar petróleo gratuitamente hasta que el país se haya recuperado del desastre.
Las ONG occidentales emplean funcionarios encargados de los medios para asegurarse de que el mundo sepa lo que están haciendo.
Según Gott, los medios occidentales se han acostumbrado a tratar con semejantes ONG, posibilitando el desarrollo de una relación de ayuda mutua.
Los equipos médicos cubanos, sin embargo, están fuera de ese circuito humanitario-mediático predominantemente occidental y por lo tanto es probable que sólo reciban atención de medios latinoamericanos y de locutores y medios impresos en idioma español.
Ha habido, sin embargo, notables excepciones en este síndrome periodístico. El 19 de enero, un periodista de CNN rompió el silencio sobre el papel cubano en Haití con un informe sobre doctores cubanos en el hospital La Paz.
Cooperación Cuba/EE.UU.
Cuando EE.UU. solicitó que se permitiera que sus aviones militares volaran por el espacio aéreo cubano con el propósito de evacuar haitianos a hospitales en Florida, Cuba estuvo inmediatamente de acuerdo a pesar de casi 50 años de animosidad entre los dos países.
Josefina Vidal, directora del departamento Norteamérica del ministerio de Exteriores cubano, declaró: “Cuba está dispuesta a cooperar con todas las naciones en el terreno, incluyendo a EE.UU., para ayudar al pueblo haitiano y salvar más vidas”.
Este acuerdo redujo en 90 minutos el tiempo de vuelo en la evacuación médica de la base naval de EE.UU. en Guantánamo, en el extremo sur de Cuba, a Miami.
Según Darby Holladay, portavoz del departamento de Estado de EE.UU., también ha comunicado su disposición a suministrar material médico a los doctores cubanos en Haití.
“La potencial cooperación estadounidense-cubana podría llegar lejos en la satisfacción de las necesidades de Haití” dice la doctora Julie Feinsilver, autora de Healing the Masses, un libro sobre la diplomacia cubana de la salud, quien afirma que se requiere urgentemente el máximo de cooperación.
Rica en recursos humanos
Aunque Cuba es un país pobre en desarrollo, su riqueza de recursos humanos -doctores, ingenieros y expertos en el manejo de desastres- ha posibilitado que la pequeña nación del Caribe juegue un papel global en la atención sanitaria y en la ayuda humanitaria junto a naciones mucho más ricas de Occidente.
Equipos médicos cubanos tuvieron un papel esencial después del tsunami del océano Índico y suministraron el mayor contingente de doctores después del terremoto de Pakistán de 2005. También fueron los que permanecieron más tiempo en el país de todos los equipos médicos internacionales que trataron a las víctimas del terremoto indonesio de 2006.
En la operación de ayuda a Pakistán, EE.UU. y Europa enviaron equipos médicos. Cada uno tenía un campamento de base en el cual la mayoría de los doctores permanecían durante un mes. Los cubanos, en cambio, desplegaron siete campamentos de base principales, operaron 32 hospitales de campo y permanecieron durante seis meses.
Bruno Rodríguez, actual ministro de Exteriores de Cuba, dirigió la misión y vivió en las montañas de Pakistán durante más de seis meses.
Poco después del terremoto indonesio del año siguiente, me reuní con el coordinador sanitario regional de entonces, Dr Ronny Rockito.
Cuba había enviado 135 trabajadores de la salud y dos hospitales de campo. Rockito dijo que mientras los equipos médicos de otros países partieron al cabo de un mes, solicitó al equipo médico cubano que extendieran su estadía.
“Aprecio al equipo médico cubano. Su estilo es muy amistoso. Su estándar médico es muy alto” me dijo.
“Los hospitales [de campo] cubanos son muy completos y son gratuitos, sin apoyo financiero de nuestro gobierno.”
Rockito dice que nunca había esperado que unos médicos cubanos llegaran a ayudar a su país.
“Nos sentimos muy sorprendidos por médicos provenientes de un país pobre, de un país tan alejado del que sabemos muy poco.
Podemos aprender del sistema de salud cubano. Son muy rápidos en el tratamiento de heridas y fracturas. Hacen radiografías y luego operan directamente.”
¿Una ‘nueva alborada’?
La cumbre de Montreal, la primera reunión de 20 naciones donantes, acordó realizar una importante conferencia sobre el futuro de Haití en Naciones Unidas en marzo.
Algunos analistas ven la rehabilitación de Haití como una oportunidad potencial para que EE.UU. y Cuba dejen atrás sus diferencias ideológicas y combinen sus recursos -EE.UU. tiene la logística, mientras Cuba tiene los recursos humanos- para ayudar a Haití.
Feinsilver está convencida de que “Cuba debiera recibir un sitio en la mesa con todas las demás naciones y organizaciones y agencias multilaterales en una y en todas las reuniones para discutir, planificar y coordinar los esfuerzos de ayuda para la reconstrucción de Haití”.
“Sería en reconocimiento por la antigua política y práctica de diplomacia médica de Cuba, así como su ayuda general de desarrollo a Haití” dice.
Pero ¿podrá brindar Haití al gobierno de EE.UU., que incluye a Cuba en su lista de países que supuestamente “apoyan el terrorismo”, una “nueva alborada” en sus relaciones con Cuba?
A fines de enero, Hillary Clinton, la secretaria de Estado de EE.UU., agradeció a Cuba sus esfuerzos en Haití y saludó la ulterior ayuda y cooperación.
En el gran plan de reconstrucción de Haití, argumenta Feinsilver, “no puede haber imposición de sistemas de ningún país, agencia o institución. El propio pueblo haitiano, mediante lo que queda de su gobierno y ONG, debe proveer la dirección política, y Cuba ha sido y debería seguir siendo un participante clave en el sector de la salud en Haití”.
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