Los militares de la OTAN han empezado a adiestrar perros para lanzarlos en paracaídas sobre las zonas de guerra.

En las maniobras militares Cold Response que la OTAN realizó la víspera en Noruega los perros sujetos a paracaidistas saltaron desde una altura de tres metros, y proveídos con cámaras de vídeo aprendieron moverse sin ruido y atacar a personas armadas.

“A los perros no les molesta la oscilación de las alturas sino el ruido de los motores y una vez lanzados del avión se tranquilizan y empiezan a disfrutar de los paisajes,” comentó un domador.

Se desconoce el tipo de tareas que los perros tendrán que efectuar.

Los perros fueron lanzados en paracaídas por primera vez en la Primera Guerra Mundial.

Las tropas norteamericanas Delta fueron primeros en usar perros paracaidistas en la lucha contra el terrorismo adiestrando a los animales a respirar con máscaras de oxígeno durante saltos.

Más tarde, el Servicio Especial Aéreo de Gran Bretaña SAS se interesó por el método y se compró unos perros adiestrados en EEUU para que acompañaran a los soldados en riesgosos operativos en lugares como Afganistán e Iraq.

Dos perros, Tora y Scotty, murieron en 2008 durante una misión militar británica en Iraq. En memoria de la hazaña canina en la sede del SAS en Hereford, Inglaterra, fue instalado un monumento. Ya para entonces, más de un millón de iraquíes habían muerto producto de la invasión. El único reconocimiento que esos ciudadanos recibien es el de engrosar las listas de los daños colaterales.

(Con información de Ría Novosti)