El cambio climático afecta a más de 20 000 millones de aves migratorias
Los cambios en la fecha y ruta de las migraciones de aves que causa el cambio global están reduciendo la reproducción de varias especies y, en algún caso, su supervivencia, según se ha destacado hoy en el II Congreso Internacional sobre Migraciones de Aves y Cambio Climático. Unos 200 científicos de una veintena de países asisten en Algeciras (Cádiz) al congreso, organizado por la Fundación Migres . Analizan los efectos en unos 20.000 millones de aves del cambio global, que engloba las modificaciones de la naturaleza causadas por el hombre, como la desaparición de ecosistemas y especies, la alteración de usos del suelo, la contaminación, la dispersión de especies invasoras o el cambio climático.
El ‘motor de la biodiversidad’ también está amenazado por los efectos del cambio global, dice Miguel Ferrer, presidente de la Fundación Migres
El ornitólogo británico Ian Newton, de la Universidad de Oxford, ha explicado que existen “evidencias científicas” de que muchas especies de aves han adelantado la fecha de sus migraciones como respuesta al aumento de las temperaturas. Para Newton, poseedor entre otras distinciones de la Orden del Imperio Británico, este cambio es crucial porque el calendario de las migraciones de aves se ha estabilizado a lo largo de siglos hasta hacer coincidir la época reproductiva con la de mayor disponibilidad de alimento. Al adelantarse ahora las migraciones, millones de aves se están reproduciendo cuando los insectos o frutas con los que se alimentan no están aún disponibles en las cantidades óptimas para garantizar el éxito de la época de cría.
Según Newton, este desacoplamiento entre la época de reproducción y el de la mayor cantidad disponible de alimentación explica la reducción del número de pollos observada en algunas especies durante los últimos años.En algún caso, como el del papamoscas cerrojillo, pájaro insectívoro que se alimenta de orugas que captura en los árboles, se ha constatado una alarmante disminución de su población porque ha adelantado su época de cría a cuando aún no han nacido las orugas e insectos de los que se solía alimentar.
El investigador Juan José Negro, de la Estación Biológica de Doñana (EBD), ha contado el caso del cernícalo primilla, rapaz que nidifica en oquedades de edificios y cuyo seguimiento científico en las últimas décadas ha permitido constatar que ha adelantado el nacimiento de sus pollos de la primer decena de mayo del último tercio del pasado siglo a mediados de abril en los últimos años. Otro impacto relevante del aumento de las temperaturas es que numerosas especies de aves han desplazado sus áreas de distribución hacia el norte al reducirse los periodos de heladas.
Además, también se han acortado las enormes distancias de algunas migraciones transcontinentales, por lo que ahora hay especies que se asientan durante su época reproductiva en territorios más septentrionales y en épocas más tempranas a las mantenidas durante siglos, lo que dificulta su reproducción y supervivencia.
Miguel Ferrer, presidente de la Fundación Migres e investigador de la EBD, también ha señalado que el acortamiento de las grandes migraciones reduce igualmente el número de ejemplares que se extravían durante estos largos recorridos y que, tras alcanzar alguna isla, sobrevivían, se reproducían y se adaptaban a sus nuevos territorios, creando así nuevas especies. Este “motor de la biodiversidad” y fabricante remoto de nuevas especies durante los últimos siglos también está amenazado por los efectos del cambio global. Más de 20.000 millones de aves están cambiando sus hábitos, porque especies que tradicionalmente han sido migratorias se han convertido en sedentarias a causa del calentamiento global, explicó Ferrer.
(Con información de EFE)
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