Gracias a la ayuda médica brindada por Cuba, resultado de la decisión política del líder de la Revolución, Fidel Castro, los niños ucranianos cuentan con un futuro y una vida sana.

Así lo expresó hoy aquí Leonid Kuchma, enviado especial del presidente de Ucrania, Viktor Yanukovich, al celebrarse 20 años del programa cubano de atención a niños afectados por la explosión de la central nuclear de Chernóbil, ocurrida el 26 de abril de 1986.

Cuando muchos de los países ricos lo que han hecho es demostrar lástima, la nación caribeña ha manifestado su solidaridad, ayudando a curar y salvar a miles de niños y jóvenes ucranianos, aseveró Kuchma, quien fuera mandatario de ese país durante el período 1994-2004.

Recordó lo que hace dos décadas significó para su pueblo la posibilidad de enviar a la isla a un grupo de pacientes aquejados por diversas dolencias, en particular en un momento en el que poco se conocía de las consecuencias que pudieran sufrir.

Esos niños no tenían futuro, y ahora están sanos, por ello agradecemos a Fidel, a los médicos y al pueblo en general, la posibilidad que nos ofrecieron, aseveró Kuchma.

Por su parte, Tatiana Sayenko, embajadora de Ucrania en La Habana, destacó las condecoraciones conferidas por su país a Fidel Castro, al presidente Raúl Castro, y al ministro de salud, José Ramón Balaguer, por sus aportes al desarrollo del programa.

Desde que se iniciara el mismo el 29 de marzo de 1990, fueron atendidos 25 mil 457 personas, informó su director, doctor Julio Medina.

El experto resaltó la magnitud del proyecto, su carácter humanitario, gratuito e integral.

Se atienden todas las enfermedades que presente el paciente, con un alto nivel de resolución y un gran impacto en la salud de los individuos, aseveró Medina.

Durante este tiempo se realizaron seis trasplantes de médula ósea, dos de riñón y 14 cirugías cardiovasculares, entre otros muchos tratamientos, explicó.

(Con información de Prensa Latina)