Maxine Trahan, portavoz de la oficina del alguacil de Acadia, dijo que Jalisa Granger, de 21 años, murió cuando un árbol cayó sobre su casa.

“Ella cubrió a la niña para protegerla de la tormenta y un árbol cayó en la casa y mató a la madre, pero la niña está bien”, dijo Trahan. Un familiar que vivía cerca encontró a la mujer.

Las autoridades dijeron que al menos 11 personas fueron heridas el sábado por el tornado, que trajo vientos de hasta 217 kilómetros por hora (135 mph) y fue originado por un vasto sistema de tormenta que creó abundante humedad desde el Golfo de México.

Ese sistema arrojaba fuertes lluvias el domingo hasta las Carolinas y el noreste. Los meteorólogos pronosticaron lluvias fuertes en el sureste y una mezcla de lluvia y nieve más al norte.

Las calles estaban cubiertas de escombros en Rayne, un pueblo de unos 8.500 habitantes a unos 115 kilómetros (70 millas) de Baton Rouge. Una serie de tormentas eléctricas violentas pasaron por el área y dejaron considerables daños en un tramo de 400 metros de ancho y casi cinco kilómetros de largo.

En Rayne, pedazos de techo de metal colgaban de los árboles, faltaban fragmentos de casas luego de ser arrancados por el viento y lanzados al aire. Varios árboles fueron derribados de raíz y aplastaron automóviles. Un camión del servicio de correos quedó volcado.

Trahan dijo que derrames de gas natural, que fueron reparados más tarde, demoraron los esfuerzos de las autoridades para contar cuántas casas y negocios resultaron dañados. Unas 1.500 personas fueron evacuadas del área por la noche, dio la vocera, porque las autoridades temían más filtraciones.

(Con información de AP)