Alimentos podrían eclipsar a crudo como nueva amenaza para gasto
Los alimentos, no el petróleo, podrían convertirse en la mayor amenaza para el crecimiento mundial, afectando de manera desproporcionada a los países en desarrollo que impulsaron la reciente recuperación económica.
Los inversores del mercado del petróleo dan por descontado sólo un pequeño riesgo de que los problemas de Oriente Medio se extiendan al principal productor de crudo, Arabia Saudita, una situación que llevaría al instante al petróleo a encabezar la lista de riesgos económicos globales.
Asumiendo que el petróleo de Arabia Saudita fluya sin problemas, el golpe al gasto global de los consumidores se ve bastante modesto. Sin embargo, se espera que los precios de los alimentos se mantengan altos por un tiempo, lo que pone más presión sobre los presupuestos familiares.
“Por el momento, el aumento de precios de los alimentos es mucho más preocupante”, dijo Thomas Helbling, asesor del departamento de investigación del Fondo Monetario Internacional, a Reuters Insider.
El secretario del Tesoro estadounidense, Timothy Geithner, hizo eco de esa opinión la semana pasada, al señalar que las naciones ricas podrían recurrir a las reservas estratégicas de petróleo si es necesario y que los precios de los alimentos se mantendrán altos “durante un largo periodo de tiempo”.
Las cifras de ventas minoristas que se conocerán esta semana en Estados Unidos, China y Gran Bretaña arrojarán luz sobre cómo se comportaron los consumidores en febrero, cuando la violencia en Libia hizo aumentar los precios energéticos.
Los economistas encuestados por Reuters esperan otro mes de crecimiento explosivo en China, con un alza en las ventas minoristas del 19,1 por ciento a tasa anual. Para Estados Unidos, el consenso muestra un aumento de ventas mes a mes de un 1 por ciento, un ritmo mucho más rápido que en enero.
Sin duda, algo de ese fuerte crecimiento refleja que se gastó más dinero en combustible en febrero, y si los precios del crudo siguen elevados van a golpear el consumo.
Que se resquebrajara primero?
Hasta ahora, sin embargo, la confianza del consumidor de Estados Unidos ha crecido junto con los precios de la gasolina, según la encuesta de consumidores Thomson Reuters-Universidad de Michigan.
Richard Curtin, director de la encuesta, dijo que si los precios del petróleo siguen subiendo, será la confianza lo que caerá primero.
“Esa tendencia aberrante es poco probable que continúe”, dijo Curtin. “O los precios de la gasolina comienzan a disminuir o, más probablemente, las expectativas caerán”, agregó.
No obstante, si los inversores tienen razón, los precios del petróleo alcanzarán un máximo cercano a los 106 dólares por barril y luego irán bajando el próximo año.
El economista de Deutsche Bank Peter Hooper dijo que una “leve” crisis del petróleo, que empuje los precios no más allá de los 110 dólares por barril, reduciría en un 0,4 por ciento el crecimiento económico mundial.
Eso sería un golpe relativamente modesto, teniendo en cuenta que los economistas pronosticaron en un sondeo de Reuters un crecimiento global para el 2011 del 4,2 por ciento.
Si el petróleo llega a los 150 dólares por barril -Hooper cree que sólo hay una probabilidad del 10 al 15 por ciento de que ocurra eso- recortaría en 2 puntos porcentuales el crecimiento económico global.
Por otro lado, se espera que los precios de los alimentos sigan aumentando, en parte por el reciente mal clima que dañó los cultivos y también por el aumento en el nivel de vida en todo el mundo que hizo subir la demanda de carne.
Ese costo golpeará más f uerte a los países más pobres, donde la comida representa una parte mayor del presupuesto familiar.
El presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick, dijo a Reuters la semana pasada que los líderes de los países ricos no siempre reconocen los retos políticos y económicos que los altos precios de los alimentos representan para los países en desarrollo.
Si los costos de los alimentos comienzan a afectar las tasas de crecimiento de las economías en desarrollo, los países ricos tendrán que darse por enterados.
Se espera que las economías emergentes y en desarrollo crezcan a un ritmo del 6,5 por ciento este año, según estimaciones del FMI. Las economías desarrolladas probablemente crecerán a un ritmo de apenas un 2,5 por ciento.
La economía global necesita de la fuerza de los mercados emergentes. Pero todo el mundo tiene que comer.
(Con información de Reuters)
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