Un comando de tres insurgentes suicidas se abrió paso a bordo de un camión con explosivos para ingresar en una empresa de construcción en el este de Afganistán y detonar su carga, un atentado que dejó 23 muertos y unos 60 heridos, informó el lunes el gobierno.

El Talibán se adjudicó la responsabilidad del ataque, que el Ministerio del Interior dijo que se produjo el domingo por la noche en el distrito de Barmal, en la provincia de Paktika.

El ministerio precisó que los atacantes llegaron hasta la entrada de la empresa de construcción Zahir, le dispararon al vigilante y a continuación introdujeron un camión cargado con explosivos dentro del complejo y lo hicieron estallar.

El portavoz del Talibán Zabiulá Mujahid, dijo en un comunicado enviado el lunes por correo electrónico que su agrupación extremista fue la responsable del ataque suicida, que tenía como objetivo una base de operaciones conjuntas de las fuerzas afganas y de la OTAN.

Mojlis Afgan, portavoz del gobernador provincial Mojibulá Samim, dijo que los muertos y heridos eran obreros, y que no había fuerzas afganas o extranjeras en el lugar. Agregó que la explosión fue de tanta potencia que casi no quedó nada del camión.

El área está situada en la frontera con las regiones tribales sin ley de Pakistán, donde se ocultan insurgentes que se han infiltrado en Afganistán a través de la zona montañosa fronteriza.

La región ha sido escenario de un incremento de la violencia en los últimos meses.

Un portavoz de la OTAN dijo que el ataque es un indicio de que los insurgentes dirigen ahora sus ataques contra objetivos civiles, ya que es cada vez es más difícil hacerle frente al ejército afgano y las fuerzas de la coalición encabezada por Estados Unidos.

Dijo que la población civil y los servicios públicos, como las redes de telefonía celular, son cada vez más atacados.

(Con información de AP)