Los primeros seis días de la intervención militar del Pentágono en Libia le costaron al contribuyente estadounidense 600 millones de dólares, reveló hoy la televisora ABC.

El canal noticioso cita fuentes castrenses, según las cuales, en ese lapso el Departamento de Defensa lanzó 191 misiles Tomahawk contra objetivos en el país norafricano, lo cual costó casi 269 millones de dólares.

Otro desembolso importante son las incursiones de los aviones norteamericanos, que lanzaron más de 450 bombas de precisión, y la caída de un caza F-15 valorado en 60 millones de dólares.

Además, mantener la flota de barcos y aeronaves frente a las costas libias obliga al Pentágono a emplear más dinero en combustible, señalaron las fuentes.

La incursión en Libia de los tres bombarderos B-2, con base en el estado de Missouri, exigió a las fuerzas armadas norteamericanas desembolsar 10 mil dólares por hora, por unidad.

Esos aviones emplearon en cada misión 25 horas, lo cual costó 750 mil dólares por cada uno, sin incluir 1,3 millones de dólares adicionales por las bombas lanzadas.

Según el Centro para Valoraciones Estratégicas y Presupuestarias, la zona de exclusión área en Libia podría representar para estados Unidos gastos de entre 30 y 100 millones de dólares semanales.

Ante esa situación, ABC subraya que la Casa Blanca podría verse obligada en breve a pedir al Congreso fondos suplementarios para financiar esa guerra, en momentos en que sus tropas están desplegadas en Iraq y Afganistán.

Sin embargo, recuerda, tanto legisladores republicanos como demócratas están molestos con el presidente Barack Obama por no consultarlos antes de lanzar la operación militar.

(Con información de Prensa Latina)