El plutonio, un elemento químico cuya toxicidad se debe a su radiactividadlu
El plutonio detectado en el suelo de la accidentada central nuclear de Fukushima, en Japón, es un elemento químico de origen casi artificial, cuya toxicidad para el ser humano se debe sobre todo a su radiactividad.
La presencia de isótopos de plutonio 238, 239 y 240 en el suelo de cinco lugares de la central nuclear de Fukushima, donde se escapó agua fuertemente radiactiva de los edificios de los reactores, provocó temores de una contaminación masiva en torno al sitio, debido a la alta toxicidad de ese metal.
Aunque Tokio Electric Power (Tepco), que opera la central, asegura que las cantidades de plutonio 238, 239 y 240 encontradas no suponen un riesgo para la salud, el descubrimiento intensificó los temores sobre la planta, dañada a raíz del terremoto y tsunami del 11 de marzo pasado.
Altamente radiactivo, el metal plateado, de símbolo Pu -que es utilizado en la industria nuclear civil y militar- desprende calor debido a su radiactividad.
Los tres tipos de isótopos hallados en Fukushima emiten una radiación alpha, poco penetrante, que un poco de aire (3 a 5 cm), una hoja de papel o una capa superficial de la piel pueden detener.
Una contaminación radiactiva interna (ingestión, inhalación) o vía heridas de la epidermis puede ser peligrosa en pequeñas dosis.
Por ejemplo, una decena de miligramos de óxidos de plutonio puede provocar la muerte de una persona que los haya inhalado, según el Instituto francés de radioprotección y de seguridad nuclear (IRSN).
Producido artificialmente por primera vez en 1940 por el equipo estadounidense de Glenn Theodore, el plutonio puede presentarse bajo la forma de 15 isótopos diferentes (de Pu 238 a Pu 246), todos radiactivos.
El plutonio 239 es parte -con los Pu 238, 240 y 241 – de las formas de plutonio más frecuentemente utilizadas en la industria nuclear.
Producido en los reactores a partir del uranio 238, el plutonio 239 puede liberar una enorma cantidad de energía durante la fisión nuclear: un gramo de Pu 239 libera tanto como una tonelada de petróleo.
En las centrales nucleares que contienen en un comienzo sólo uranio, el plutonio formado en el interior del reactor contribuye a producir entre 30% a 40% de la energía total.
La persistencia en el medioambiente del plutonio depende de su “periodo”, es decir la duración necesaria para que su radiactividad diminuya por mitad. Esta “semivida” es de 13,2 años para el Pu 241 pero cerca de 24.400 años para el Pu 239. Entre esos dos extremos, el “periodo” del Pu 238 es de 88 años y el del Pu 240 es 6.570 años.
Tepco asegura que el porcentaje de plutonio encontrado en las cinco muestras es equivalente a los residuos radiactivos registrados después de los ensayos nucleares militares efectuados durante varias décadas desde 1945, y que no presenta peligro para la salud.
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