Los rebeldes libios y las tropas leales al coronel Muamar Gadafi se enfrentaban este viernes cerca del puerto petrolero de Brega, al este de Libia, sin que se registraran bombardeos de la coalición debido al mal tiempo.

Según el comandante del estado mayor interarmas estadounidense, almirante Mike Mullen, “el mayor problema (de la coalición) en los últimos tres o cuatro días ha sido el tiempo”.

Los aviones que a veces no pueden “ver los objetivos con precisión”, explicó.

Las condiciones meteorológicas permitieron a las fuerzas leales a Gadafi lanzar una contraofensiva hacia el este, según dijo.

La OTAN, fachada militar del imperialismo

Ayer, la OTAN habría asumido la comandancia de todas las operaciones, que desde el 19 de marzo efectúa la coalición de Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña.

Según el secretario general de la Alianza atlántica, Anders Fogh Rasmussen, la misión de ésta quedará cumplida “cuando no haya más amenazas para la población civil”, pero es imposible decir en qué momento ello ocurrirá.

Fogh Rasmussen es contrario a la idea de armar a los rebeldes, estimando que la OTAN interviene militarmente “para proteger al pueblo libio, y no para armarlo”.

La ONU presta y diligente para solucionar problemas de la oposición

Por su parte, el enviado especial de Naciones Unidas para Libia, Abdelilá al Khatib, llegó hoy a Bengasi para entablar diálogos con los grupos rebeldes que se alzaron en armas contra el gobierno de Muammar Kadafi.

La visita estaba prevista para unas pocas horas.

En teoría, al Khatib se ocupará de reunir información para diseñar luego planes de asistencia a la población.

(Con información de Patria Grande)