Protestas sirias en Viernes Santo dejan veintena de muertos
Al menos 20 personas murieron baleadas hoy en manifestaciones registradas en Siria, donde opositores al Gobierno llamaron a convertir el Viernes Santo en jornada de protesta, mientras la jerarquía musulmana denunció una conspiración contra el país.
Organizadores de las revueltas populares aseguraron al canal catarí Al Jazeera que fuerzas de seguridad dispararon contra activistas que exigían reformas democráticas y la renuncia del presidente Bashar Al-Assad en Homs, Douma, Azraa y en esta capital.
Además de los disturbios en esas localidades, los uniformados lanzaron gases lacrimógenos y dispararon balas reales contra opositores en Damasco, según un portavoz opositor que fue desmentido por el Gobierno al achacar la violencia a “bandas criminales armadas”.
El denominado Gran Viernes, jugando con la definición en inglés del Viernes Santo (Good Friday), fue convocado en distintas regiones de este país árabe para presionar a las autoridades a poner en marcha más reformas, pese a las concesiones hechas por Al-Assad.
A fin de aplacar las protestas iniciadas el 15 de marzo, el jefe de Estado sirio firmó ayer tres decretos ligados a las principales demandas de sus adversarios, en particular la derogación del estado de emergencia vigente aquí desde 1963.
Igualmente, decretó la disolución del Tribunal de Seguridad del Estado, cuyos veredictos rara vez se podían apelar, y reconoció el derecho a realizar manifestaciones pacíficas, previo permiso del Ministerio del Interior.
Sin embargo, aunque el Ejecutivo de Damasco aseguró que fuerzas interesadas en provocar el caos y la inestabilidad dispararon contra manifestantes pacíficos, los opositores afirmaron que uniformados y agentes vestidos de civil tirotearon a los movilizados en Homs.
Un portavoz oficial declaró que la policía sólo estaba autorizada a abrir fuego en defensa propia, pero aseguró que hay grupos organizados tratando de generar caos en varias zonas del país.
Entretanto, el Gran Mufti (líder musulmán sunnita) de Siria, jeque Ahmad Badr El-Din Hassoun, apeló a la sensatez del pueblo sirio y aseguró que “la conspiración que busca socavar la seguridad y estabilidad del país caerá frente a la unidad de la ciudadanía”.
Hassoun condenó la que describió como “campaña de instigación y mentiras que ataca a Siria y contradice las religiones divinas y las tradiciones y normas sociales”, al tiempo que instó a los opositores a pasar de llamar a protestas a realizar “marchas fructíferas”.
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